Movimiento por la Unidad del
Pueblo Movimiento
UPC).
Canarias, 10
de Septiembre de 2012. Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario (Movimiento
UPC). El modelo educativo imperante en Canarias no es sino una parte más del
sistema colonial español, impuesto a raiz de la invasión por los mercenarios y
genocidas al servicio de la monarquía castellano-aragonesa, representada por
los mal denominados Reyes Católicos, Isabel y Fernando.
Las
Universidades precoloniales de la sociedad canaria, a las que asistían las mujeres
canarias, fueron arrasadas por la barbarie española, al igual que pasó con los
innumerables centros de investigación, como el observatorio astronómico de
Artenara. En la degollada de Yeje, en Tenerife, se descubrieron marcadores y
orientaciones astronómicas y los descubrimientos en La Gomera, así como los de
Cuatro Puertas y Roque Bentaiga en Gran Canaria, Tindaya en Fuerteventura y
Belmaco y La Zarza en La Palma, que descubrieron la estructura espiral de la
Vía Láctea, corroboran la importancia de la astronomía en la ciencia de los
canarios precoloniales. Están documentados también en Lanzarote y El Hierro.
Otro tanto podemos afirmar del desarrollo de la meteorología (calendario lunar
de la cueva pintada de Gáldar), la botánica y la medicina en la sociedad
canaria precolonial, que llegaba a momificar a sus muertos sin necesidad de
extirparles las visceras, aventajando a egipcios y aztecas, técnica que ni la
moderna medicina ha alcanzado.
El
Etnólogo austriaco Dominik Wölfel fue uno de los grandes investigadores
culturales del norte de África y también de las Islas Canarias, donde se le
considera una autoridad fundamental. Wölfel claramente nos
documenta la existencia de escuelas prehispánicas, con aspectos, entre otros,
evidentemente económicos y administrativos: “En Gran Canaria junto a
esta sacerdotisa suprema había todo un colegio de sacerdotisas, al que estaba
confiada la educación de las niñas y, quizás, la custodia de las provisiones de
alimentos”.
Y no es la única referencia que encontramos en las
crónicas: “Estos eran maestros que iban a enseñar muchachos a los
lugares; había nobles y villanos para enseñar lo que conviniese a los villanos,
y si había niños hábiles los enviaban a Humiaya como a mayor Universidad”
(Marín de Cubas, T.
Historia de las Siete Islas de Canaria. Ed. Globo.1993. p 205).
En
la misma página encontramos el siguiente comentario: ”En el lugar de Gaete,
junto a la casa de los mallorquines había una casa grande pintada por dentro,
que fue Seminario de doncellas hijas de nobles, que de toda la isla venían allí
para aprender como escuela”.
Y
continúa la descripción: ”Las maestras eran ancianas de buena vida, hacían
loza de barro o greda parda mezclada con arena, platos, gánigos o barrencillos,
pilones o cazolones para echar agua; untaban con almagra los cuarteroncillos y
bruñianlos con guijarros, cocían la loza en un hoyo en el suelo cubierto de
tierra o arena y encima mucho fuego, y
salían buenos; sabían moler a tahonilla la cebada tostada, que es un pan
llamado gofio, cernían de cuero agujerado muy sutilmente a fuego, y sabiendo
estos oficios se podían casar” (Marín de Cubas, p 206).
El
holocausto de ese inteligentísimo pueblo, provocado por la invasión de las
hordas armadas españolas, llevó aparejado la destrucción del sistema
Cintífico-Tecnológico y Social de Canarias, incluyendo la prohibición de hablar
y escribir nuestro ancestral idioma, el de los tinerfeñso, canarios, awaras,
bimbaches, gomeros y mahos, siendo sustituido por las férreas estructuras de la
sociedad inquisitorial española, con plazas de toros incluidas, sin base
científica alguna (“que inventen ellos”, llegó a afirmar Unamuno, en pleno
siglo XX).
Según
el texto de José Luis Moreno Becerra “Educación y fuerza de trabajo en
Canarias”, entre 1960 y 1975, año en el que tiene lugar el cambio en la
jefatura del Estado, que no en el régimen, aunque monárquico a partir de ese
momento, la sociedad agrícola canaria se transforma en una sociedad de
servicio.
En
1960 un 54 por ciento de la población trabajaba en el sector primario
(agricultura, ganadería y pesca) y un 27 por ciento en el sector servicios,
porcentajes que se inviertieron a partir de 1975. En ese año el 10 por ciento
de la población no sabía leer ni escribir y el 86 por ciento de los empresarios
sólo tenía instrucción primaria o menos. En 1960 el 96.3 por ciento de la
población tenía sólo instrucción primaria o menos.
El
desinterés entre los actuales representantes de las instituciones educativas es
alarmante. Los recortes iniciados por Coalición Canaria, siendo consejero de
educación el Sr. Ruano, eliminando los desdobles en las asignaturas científicas
y con ello las prácticas, que hace que los alumnos abandonen el sistema
educativo sin haber tocado un microscopio, lo que ha conducido a que sólo el 6
por ciento de nuestros estudiantes
elijan una carrera científica, menos de la mitad que en el resto del
Estado, cerrando escuelas unitarias y por lo tanto desarraigando a los alumnos
de su medio natual, la medianías, arruinando aún más el sector primario, lo que
le valió al citado consejero el apodo de “el manostijeras”, recortes que
redujeron la plantilla en al menos 1600 profesores (“Haz una cabra funcionaria
y dejará de dar leche”, llegó a afirmar el ínclito).
El
actual consejero del ramo, el Sr. José Miguel Pérez, del muy españolísimo PSOE,
que cada vez que hace alguna declaración pública da la impresión de contenerse
para no emitir una sonora carcajada, probablemente al oirse, ha incrementado la
carga lectiva de los profesores y, según los sindicatos, ha recortado en otros
1500 profesores la depauperada plantilla, que ha visto reducidos sus
emolumentos en un 5 por ciento y perdido la paga extra de Navidad.
De
los contenidos canarios mejor ni hablar, pues el colonialismo, a cuyo servicio
sigue el sistema educativo, sigue interesado en el Lazarillo de Tormes
(seguramente por aquello de la picaresca), la Celestina y el poema del Mio Cid.
Algunos libros dedican un par de paginitas al medio natural canario. De nuestro
ancestral idioma prefieren ni hablar, por aquello de que de lo que no se habla
no existe. El fracaso escolar es superior al 40 por ciento (antes de los
actuales recortes), pues los alumnos ante este panorama responden siempre con
el mismo interrogante ¿Pregúntame si me interesa?
La huelga nacional canaria, general e
indefinida, es la única solución ante estos crueles, injustos e injustificados
atropellos.
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