UNA PRESIDENTA"
Eduardo
Sanguinetti
Filósofo
Como Indignado contra el
Neoliberalismo, con inocultable placer manifiesto mi total adhesión a las
palabras pronunciadas por la presidenta Cristina Fernández, en la sede de las
Naciones Unidas el 25 de setiembre, quién de manera rotunda y brillante, puso
en juego valores vetustos, de un sistema que no admitía réplica de ningún tipo.
El discurso de la presidenta argentina, fue la réplica, impecable e implacable,
a dicho sistema. Lástima, que para enfrentar al neoliberalismo reinante, se
precisa aún más que un discurso con planteos claros y contundentes.
En consonancia con mi columna en este
medio del domingo 23 de setiembre, Cristina Fernández, propuso la necesidad, de
"aplicar una nueva relación política con el Medio Oriente", luego de
que el presidente Obama (premio Nobel de la Paz), amenazara a Irán, por tema
armas nucleares y la posibilidad de una nueva escalada de sangre y fuego en esa
región.
El Derecho Internacional, tan
vapuleado por las naciones líderes, que conforman el Consejo de Seguridad de la
ONU, "deben ser revisados, perfeccionados y exigen una completa
reestructuración, tanto conceptual como institucional" manifesté en mi
editorial de días pasados, pareciera que Cristina Fernández piensa de modo
similar, como todo ser que no ignora que lo esencial debe ser dialogado y
ensayar un modo de entendimiento, en paz y armonía, ausentes en la agenda del
Premio Nobel Obama
La palabra Verdad, la aplico de
manera rotunda al discurso de la presidenta, ...Verdad instancia que debería
ser norma de vida, en libertad y dignidad...Verdad, tan poco afecta al accionar
del FMI, entidad a la que Cristina Fernández dirigió estas palabras: "El
FMI viene tratando de organizar la economía desde los años 30 y no logra
hacerlo", "Mi país no es un cuadro de fútbol para sacarle tarjeta
roja", frases lanzadas, entre tantas otras, con un estilo franco y
espontáneo.
Verdad, palabra que se han
acostumbrado a maltratarla, a subestimarla de manera abusiva, los políticastros
de ocasión, siempre tramando y conspirando, en ambas márgenes del Plata, estos
personeros del Imperio, apoyados por las burguesías oligarcas de cacerolas en
mano...políticos y ex-presidentes unidos, contra el nuevo orden que va
soldándose...políticos, delirantes megalómanos, que reciben honores como
ciudadanos ilustres de nuestras capitales, entregados por sus crías,
funcionarios de nuevo cuño, que conforman la "sociedad de los aplausos
mutuos"...cuidado, pues estas aves de rapiña, de una historia degradada,
pueden aniquilar el milagro, que se está gestando.
"Fuimos durante años conejillos
del Neoliberalismo", manifestó la presidenta, otra durísima verdad para
los Estados líderes, que la memoria persista, en semejante verdad.
"Mientras hablamos aquí se está
produciendo una represión contra los Indignados (en Madrid) que se oponen a las
políticas de ajuste del Gobierno español", afirmó Fernández, manteniendo
en el discurso una tensión de actualidad de manera permanente.
"Hay que terminar con el doble
estándar de violar las resoluciones de las Naciones unidas por el solo hecho de
estar en el Consejo de Seguridad", criticó la Jefa de Estado en relación a
los privilegios de las naciones líderes que no respetan los marcos legales.
"Esto ya no es un problema bilateral, se ha convertido en una cuestión
global de terminar con los últimos vestigios de colonialismo", sentenció
Cristina Fernández, refiriéndose a los reclamos al Reino Unido, por nuestras
Malvinas.
Dejando en claro, que jamás adherí al
movimiento peronista, manifiesto enfáticamente con certeza, que la presidenta
Cristina Fernández, en actitud y aptitud, superó y trascendió al peronismo, en
discurso, en práctica de la verdad y en cualidades éticas, que el peronismo, a
mi humilde entender jamás tuvo.
El peronismo y su discurso sinuoso,
de "varias patas", como Perón alegremente y soberbiamente
manifestaba, imitando en maneras y modos a la Iglesia Católica Apostólica
Romana, quedo anclado al pie de alguna página.
Todo hoy nos insta, a un ensayo de
entendimiento y acción, junto al presidente del Uruguay, José Pepe Mujica, a
quien propuse desde este medio como candidato al Premio Nobel de la Paz y a la
presidenta de Argentina Cristina Fernández, ante las exigencias del presente y
de nuestro despliegue personal, cual punto final a la ilusión del poder de las
burguesías prostituidas.
No ignoro las dificultades que puedo
enfrentar, cuando, por ejemplo manifiesto que el vicepresidente en función
Amado Boudou, debería tener la grandeza y dignidad de tomarse unas vacaciones,
hasta que se den por terminadas las investigaciones, que la justicia está
realizando, acerca de sus presuntas vinculaciones con algunos ilícitos.
Se impone, además, deje de entonar
canciones de mi querido amigo Luca Prodan, este artista las compuso para otro
tipo de personas..."mejor no hablar de ciertas cosas".
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