LOS HOMBRES MIENTEN MÁS DE
200 VECES AL DÍA
ANA
SHARIFE
Se calcula que los
hombres dicen más de 200 mentiras al día. Malas noticias, ¿verdad?
Los hombres no son simples, como algunas piensan. No lo son, y menos, para los asuntos del corazón. Ahí se vuelven complejos y alambicados. Créanme si les digo que los he visto hacer pie en el abismo y nadar como cometas a través del cielo con tal de llegar hasta el alma de una mujer, con tal de desvelar su misterio. Porque eso es lo único que quieren, amigas: desvelar el misterio.
Cada vez que mi madre me ve lloriquear porque un hombre me engaña, me cuenta este extraño cuento:
-Señor, ¿qué has hecho con la mujer? -dijo el Diablo a Jehová-. Mira su cuerpo. Has creado un ser desvalido. Sin embargo al hombre lo has dotado de fuerza, altura, músculos, potencia...
-Tranquilo,
Lucifer. A la mujer le he regalado un cerebro extraordinario.
La cultura árabe es
así. Mamá nunca te da un consejo. Tan sólo te cuenta un cuento en el que tú has
de encontrar la solución a tu problema. Sin embargo, he tardado muchos años en
descifrar este diálogo entre Dios y Lucifer que ahora les explico:
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Al ser el hombre
físicamente 'superior' a la mujer, el cerebro femenino está mejor estructurado
que el masculino para interpretar el lenguaje corporal, las señales de peligro.
Para sobrevivir, a la mujer le fue necesario desarrollar esta capacidad de
decodificar las señales de agresión (posibles asaltos, violaciones), la mentira
y falsa cordialidad. Son siglos de evolución, amigas. Y, aún hoy, podemos
utilizar perfectamente esta extraodinaria cualidad. Por eso nosotras sabemos de
manera instintiva cómo funciona la naturaleza. Un hombre sabe que su hijo tiene
fiebre sólo cuando le toma la temperatura de su cuerpo; la mujer, a metros de
distancia.
200 mentiras al día
no son tantan mentiras. No es fácil estar con un hombre sobre el que piensas
que no es honesto contigo. Y más dificil si no lo puedes demostrar. Puede que
nunca encuentres pruebas contundentes de que tu hombre miente, pero si sabes lo
que buscas, puede ser que descubras toda la verdad. Y es más sencillo de lo que
parece. Hay que aprender a leer en los subtítulos del discurso del hombre que
te habla activando tu voz en off, que según la psiquiatría es la poderosa voz
del instinto. Y las mujeres aquí no tenemos rival.
Según el profesor
Edward Geiselman, el lenguaje es uno de los indicadores cruciales. El mentiroso
usa fragmentos de oraciones cuando son confrontados. Generalmente comienzan a
contestar, se vuelven atrás y no completan la oración. También busca una
velocidad errática e inconsistente del habla, porque piensa que hablar más
lentamente levantará sospechas, así que sólo hablan despacio cuando crean la
historia y una vez que le han dado forma, comienzan a aumental la velocidad de
sus palabras al hablar.
Si aún no has
comenzado la relación y estás ante un hombre que trata de seducirte y en mitad
de una copa le da un giro a la conversación para pasar a disertar sobre el
amor, ¡cuidado!, sube la guardia. El hombre comienza a mentir. Dicen los
estudios que mienten descaradamente al estar frente a una mujer que desean
conquistar. Sin pudor ni contemplación.
Empezamos. ¡Se
rueda, acción! Cuando te susurre que es diferente al resto de los hombres (¡oh,
Señor!), que quiere lo mismo que tú de una relación (¡pero qué suerte tengo!),
que vuestro amor será tan especial que el cielo se confundirá con el océano y
su fondos brillarán en la noche limpia como lo hacen en las profundidades del
firmamento (¡miente, miente, miente!). Créanme que miente. Estás ante un gran
embustero. Si aún no has comenzado la relación y sabes correr, demuéstralo.
Analicemos a su
aspecto. Es importante. ¿Ves al demonio vestido de negro, empeñado en darte
miedo blandiendo su tridente y oscura sotana? ¡Bah! Es inofensivo. Envidiado
por ser el ángel dotado de conocimiento que se rebeló contra la tiranía divina,
un día incierto fue violentamente expulsado del cielo. Con su aspecto de chico
malo, podría representar al perfecto canalla, pero es el hombre que muestra su
verdadera identidad, q no trata de dar una imagen de inmaculada integridad ni
enmascara cuidadosamente su intención o maldad. Es, en definitiva, el hombre
que no miente. Sí. Eso he dicho. El hombre canalla no miente. Su peligro es
otro: que te rompa el corazón en mil pedazos. Casi nada.
A un encuentro con
el diablo vas armada hasta los dientes, sabiendo exactamente a qué clase de
cita vas. Por eso mi consejo es que te cuides del ángel, con esa imagen
intachable que nada bueno trata de ocultar.
El cielo es un
lenguaje escénico en el que cada cosa tiene su significado preciso, casi
siempre formal y decepcionante. Tan pronto te abren las puertas del paraíso
como te expulsan de él con la misma violencia que expulsaron al demonio, como
se expulsa una montaña de un planeta remoto. El cielo es el 'Go West' de
Village People en plena guerra fría, un tema que cantaba las maravillas que de
Occidente se estaban perdiendo los rusos: el sol, el azul, el amor, la
libertad. La guerras se ganan mintiendo al enemigo, amigas. Y los militares le
pusieron nombre a estas tácticas (psyops). Basta leer las noticias con las que
nos desayunamos cada día. Mentiras y más mentiras. Medios de comunicación en
pleno mintiendo al dictado de algún interés.
Los hombres nos
llevan ventaja en esto de la mentira. Sólo mirando la prensa, 200 mentiras al
día son pocas mentiras.
-¿De dónde
vienes?-, preguntó Jehová a Lucifer
-De rodear la
tierra y andar por ella (Job1: 6-7)
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