lunes, 22 de octubre de 2018

LA PUTA COLA


LA PUTA COLA
JM AIZPURUA
Once coma tres (11,3%), es decir 250.000 canarios no pueden medicarse por falta de recursos. Entre ellos están mayoritariamente las mujeres, las viudas de pensionista, las separadas sin ayuda, las ancianas ignoradas, y las niñas y niños con hogares destrozados. A todas ellas condenó la Gran Nación de 500 años a cargo de M Punto a la muerte lenta, como un castigo bíblico correspondiente a su pequeña nación canaria que ellos consideran; la comunidad-cola lejana y silenciosa.
Pero no es lejana ni silenciosa. Es una nación silenciada.
Y no quiere ser la cola de nadie y mucho menos la peor en casi todo de lo que llaman Reino de España y sobre todo en los recursos sociales. Su sanidad, su educación, su transporte, son el peor de todas las comunidades autónomas. Su crecimiento desde el 78 es vegetativo, ni AVE, ni aeropuertos, ni fábricas o echaderos donde vivir la vida. Madrid en este tiempo creció exponencialmente, lo mismo que algún cacique canario, pero la gente canaria; como siempre con un pie en la patera.
¡Que tristeza Canarias, que te arrancaron el alma!
Tus gestores ya no piensan en la tierra, ahora son extraños con el corazón hispano que piensan en su bolsillo y en el cortijo del amo. Domaron el espíritu de Beneharo y hoy se impone un soniquete de cuartel, parroquia y mando, al que acuden en manada carrozas y parranderos, con la boba sonrisa de los esclavos felices con los que se ríe el necio y llora el que siente en su alma el eco de la voz de los wanches libres, de los volcanes tranquilos, del mar y tierra canario que sufren por sus cadenas.
Dura brega para el honesto canario que debe aguantar al godo y soportar al hermano que besa las cadenas y aplaude las cruces y las afrentas, o al falso que mira para otro lado.
El 40% de canarios se encuentran en un eufemismo que hoy llaman “Privación Material Severa” y que es el precariado, la miseria social, los pobres de toda la vida, que no tienen voz en la sociedad canaria y menos voto. ¿Por qué? Pues seguramente la desesperación y la confusión les hacen dispersar sus votos o abstenerse, pues no son conscientes que solo cuando sus votos cuenten podrán comenzar a ser oídos, vistos y respetados. Es lo mismo que voten a uno que a otro, pero que voten unidos, con cuatro cosas de reclamo que les hagan saber que esos si son sus intereses y deberán ser respetados desde el poder.
Esa pachorra isleña, de resignación y templanza, hiere mi sensibilidad vasca, mis costumbres, y no concibo que una tierra tan rica pueda mendigar por los confines del presupuesto y siendo Europa para el ocio y la defensa, no lo sea para el transporte, la sanidad y la empresa. No hay una respuesta ciudadana, pacífica pero reivindicativa, que ponga en su lugar de salida las justas necesidades isleñas que en otros lares se cubrieron hace decenas de años. Ese 40% no merece tener perdida la esperanza.
Y a ello me esmero; a contar desde el Blog canario, honrado y duro, mi visión postiza chicharrera en la esperanza que algún nativo y algún godo la encuentren positiva para tirar para adelante con las islas. Se que no tenemos las mismas visiones de la vida, pero, rascando, rascando; al final todos queremos lo mismo. Yo solo quiero que, a ustedes convecinos, les vaya bien por la vida, pues yo ya me gasté la mía. Se merecen ser más felices y pelear en nivel de vida con Baviera y no con Extremadura.
Y hagan ya una Liga Canaria, que volando a la Península se les va la fuerza por las alas y el pobre Anghel se desgañita con el Tete.

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