sábado, 27 de octubre de 2018

FRAGMENTADOS, PACO DÉNIZ


EL ALMENDRERO DE NICOLÁS PACO DÉNIZ
FRAGMENTADOS
Un concepto extraño resuena y penetra en mis tímpanos de forma persistente: fragmentados. Canarias es un territorio fragmentado. Casi nada. Lo dicen quienes se suponen nuestros máximos valedores, y lo han colocado en el salón principal de nuestras cabezas como mueble destacado, como clave principal del discurso oficial que se nutre de guiños repetidos por todas las tribunas cual eco que trae el viento, con origen y destino incierto. Con intencionalidad política clara. Resuena igual que lo de la lejanía, lo del coste de la insularidad, lo de nuestra incapacidad (genética) para aprender inglés, nuestro paro crónico, etc. Desde luego que el que se lo inventó nos percibe como fragmentos. O eso, o tiene la mente postmoderna y licuada. Según esa visión, ser canario es una desgracia como otra cualquiera, pues todo no son sino problemas. Estamos lejos, nos cuesta mucho, somos fragmentados, tenemos un clima adverso aunque sea el mejor del mundo, dependemos del turismo, somos ultraperiféricos, etc. Y así, siguiendo esta trama argumentativa, vamos construyendo nuestro país en clave negativa, como si pretendiéramos dar lástima a alguien. Porque no cabe duda de que esta descripción oficial arrastra nuestra autoestima. Reproduce una percepción negativa de nosotros mismos. Una clave de imposibilidad constante que, como no podía ser de otra manera, para ser superada necesita de ayudas exteriores: bien en clave de subvención, bien en clave de excepcionalidad, fiscal por ejemplo. Y siendo muchas de estas, necesarias y justificadas, deberían airearse en relación al tamaño y dependencia de nuestra economía, por ejemplo, al control del precio de los billetes, al desprecio autóctono por nuestra capacidad productiva, a los límites que nos impone la UE. Pero no por la geografía. Culpar a la geografía solo busca eximirse de responsabilidades, que algunas tendrán quienes han gestionado nuestro pequeño, aislado y fragmentado paisito durante más de 30 años (computa el periodo UCD).

La gente no lo ve así, de hecho, en la nueva era, la geografía debería percibirse como oportunidad y no como problema. Estar orgullosos de ser isleños viene en el mismo "pack" que estar rodeados de agua. Irrefutable. Conseguidas las ayudas al transporte de personas y mercancías debería servir para secar nuestras lágrimas y afrontar la geografía como oportunidad.

A no ser que fragmentados quiera decir que no tenemos un proyecto de país, que las élites insulares nos fragmentan, o que nuestra política está fragmentada y sin rumbo, la política energética sin ir más lejos. Deberíamos tener más rigor con los conceptos que empleamos para nombrarnos, porque existe el efecto perverso

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