jueves, 17 de octubre de 2024

LO DEL FISCAL GENERAL

 

LO DEL FISCAL GENERAL

Hace tiempo que se espera que alguien no reconozca unas elecciones en Europa. O que alguien haga un Lula en Europa. La degradación en la Justicia nos acerca a todo ello

GUILLEM MARTÍNEZ

Álvaro García Ortiz durante su toma de posesión como fiscal

general. / Ministerio de la Presidencia

1- Se están creando itinerarios que, todo apunta a ello, ya solo pueden conducir a un punto sumamente oscuro, o punto 9. Pero, para explicarlo, vayamos a su génesis. En un principio fue el caso Koldo.

2- El caso nace en 2022. Estaba dentro de un pack de casos que un senador del PP llevó a Fiscalía Anticorrupción. De hecho, es el único caso al que Anticorrupción dio crédito y vidilla, presentando una querella al respecto en la AN –2023–. En 2024 se produjeron ya detenciones. Una veintena. La UCO –la GC, pero más meditada– no detuvo a Víctor de Aldama, el empresario filántropo inspirador de la trama, porque ya estaba detenido por otro caso de estafa por el ramo hidrocarburos. El caso Koldo, o Aldama, como quieran, consiste en el nacimiento de una empresa que, zas, pasa de facturar cero patatero a facturar 54M€, a través de contratos en el Ministerio de Transportes, en ADIF, en la Secretaría de Estado de Seguridad, en el Servicio Canario de Salud y en el ídem de Illes Balears, y sus respectivas comisiones. No está mal.

3- El cobro de comisiones, incluso desmesuradas, incluso insultantes, puede ser legal. De eso viven los viajantes de comercio, como muy acertadamente señalaba Arthur Miller. Recuerden, además, que han procedido a su cobro diversos intelectuales determinantes en la historia de España, como el rey emérito o el hermano de Ayuso, sin que eso haya llegado a los tribunales más que como anécdota enojosa. En estos momentos, el caso Koldo puede ser, por todo ello, una de estas tres cosas: a) un cobro de comisiones legal, si bien poco decoroso, sujeto a responsabilidades políticas, pero no necesariamente judiciales. O puede ser b) un caso delictivo de negocietes en las alturas del Gobierno Sánchez, que afectaría a cierto número de delincuentes, que iban a su bola. O puede ser, finalmente, c) un caso de financiación de un partido, en el que el mangante entrega una parte del botín al partido, para que lo transforme en estabilidad, el motor y moneda en todos los partidos. No lo sabemos. Como recordarán de otras películas, otros escándalos de génesis similar quedaron en a) o en b). Y otros, como el caso Gürtel, ay, uy, en c).

Es endeble todo lo destapado, pero parece formar una atmósfera, que sería deseable, para el PP, ampliar

4- En todo caso, el caso de la cosa no depende tanto de su tramo judicial, que sí, como de lo que el PP pueda rascar y convertir en atmósfera, esa cosa que no tiene que ser real, pero sí respirable. Para ello, los magos del humor PP han procedido a mezclar el caso con 1) el caso Delcy Rodríguez, de poco tramo legalZzzzz, pero al que se le puede hacer cantar la parrala. Con la cosa 2) rescate de Air Europa. Y, llegados ahí, con la cosa, ya más general, 3) Begoña Gómez, un chicle de mal sabor –la esposa del presi del Gobierno, sin título universitario, según The Economist, regentaba un master sobre negocietes–, que se está alargando más allá de la cuenta y de lo verosímil. Es endeble todo lo destapado, pero parece formar, lo dicho, una atmósfera, que sería deseable, para el PP, ampliar. Es importante saber que, para crear el caso Begoña Gómez, ha bastado la publicación de noticias fake, y su admisión como prueba, indicio, o aparición mariana, por parte de un juez. Recuerden esta dinámica. Es novedosa. Y no todos los sistemas judiciales europeos admitirían su práctica sin traer a colación palabros como prevaricación, sanción o expulsión-de-la-carrera-judicial. De hecho, si exceptuamos Polonia y Hungría, los sistemas judiciales europeos ofrecen polémicas –una sentencia está abierta a eso; al cabo, consisten en una persona juzgando a otra–, pero no despelote, no esta imposibilidad de prever lo que ocurrirá en un tribunal, tan de por aquí abajo.

5- Recientemente, el PP ha observado hasta dónde ha llegado el caso Koldo, y ha decidido darle otro empujoncito, a través del planteamiento de una querella al PSOE, en la AN. Por financiación ilegal, blanqueo de capital, cohecho y tráfico de influencias. Se trata de una querella un tanto endeble y, nuevamente, ojo, sustentada en información ¿periodística?, publicada por medios como The Objective –que vendría a ser como The New Yorker, pero completamente al revés y redactada por miembros del KKK expulsados por acalorados–. Si la querella encontrara un juez que la admitiera, sería la reproducción del patrón fake+juez=querella-en-modo-Magia-Borrás. Fiscalía Anticorrupción se ha opuesto a la querella. Pero la opinión de algunas regiones del pack fiscalía, en los últimos tiempos, no suele aguar la fiesta. Lo que nos lleva al siguiente punto y a la siguiente querella, también fruto de la conjunción fake+jueces con hambre de gol, en este caso más grave: en el propio TS. Se trata, ya lo habrán adivinado, de la querella, aceptada por el TS, se dice rápido, contra el Fiscal General, algo sin precedentes, y que explica que nos estamos adentrando en la Ignota Scitia judicial.

6- Esta sección les hablaba, antes del verano, del previsible empure del fiscal general. Pues bien. Se ha producido. Básicamente, por revelación de secretos –algo que a un periodista que se comió con patatas la filtración de las declaraciones de los imputados por el pack procesista, que venían a señalar quién lloraba y quién no, le hace gracia–. Es decir, el TS entiende que a) hubo filtración en la nota aclarativa, emitida por el fiscal, ante un fake emitido por la CAM/MAR –para evitar reconocer una actividad delictiva, cometida por ese gran pensador occidental llamado novio-de-Ayuso– Se trataría, por tanto, de otra vez la ecuación fake+juez=toma del frasco, Carrasco. O bien el TS entiende que pudo haber otro tipo de filtración, literal, emitida, vía mail o paloma mensajera, por el fiscal, en modo juez Peinado. En todo caso, la cosa parece un tanto endeble.

Será difícil hablar de guerra judicial, incluso de prevaricación, si no hay disidentes

7- Pero la endeblez, llegados a este punto, es lo menos importante. Lo importante es que a) se ha cruzado una frontera y estamos en guerra –judicial abierta–. A saber: b) el auto del TS está firmado por unanimidad. Es decir, la Sala II del TS se ha cuidado muy mucho de cuidar las apariencias. Será difícil hablar de guerra judicial, incluso de prevaricación, si no hay disidentes. La omertà, ese deporte italiano exportado a la Península, precisa de unanimidad, de ausencia de poseedores de otro punto de vista. ¿Recuerdan las recogidas de firmas, los manifiestos previos a la Ley de Amnistía? Su sentido era establecer dos bloques, y visualizar al firmante quién era el bloque débil. Y cuál es el fuerte. Pues bien, el fuerte es c) unánime, como quería. Sobre el débil: d) la Unión Progresista de Fiscales apoya al fiscal. Y e) la mayoría de la Junta de Fiscales –lo que, visto lo visto, es f) un gol–. También ha sucedido algo inopinado en todo esto. A saber: g) El fiscal, y pese a la gravedad de los cargos, no ha dimitido. Es decir, h) confía en que la cosa no llegue a juicio. O en que i) lo gane. Es decir, ha recogido el guante. Esto, en efecto, es un combate explícito. Nunca visto, como dice todo el mundo. Lo que nos lleva a ver lo que nunca se vio. Agárrense.

8- Este empure, por unanimidad, recordemos, consiste, y esto es fundamental, en juzgar a un compañero. La palabra es esa. Es decir, consiste en juzgar a un señor cuya esposa –si está casado; sais pas– conocen, y cuyos hijos –si los tuviera; sais pas–, conocen también. Y consiste, por lo mismo, en intentar condenarle. Es decir, también inhabilitarle por un tiempo, o expulsarle, incluso. Esto es, consiste en que miembros de un alto cuerpo del Estado pretendan dejar sin ingresos, a la deriva, a la familia de un alto cargo. Esto es también lo nunca visto. Alude a una degradación absoluta. Los cargos son endebles. No se explica haber llegado hasta aquí sin esa degradación previa, que ahora ha explotado. La persona que me explica todo esto –una fuente judicial– prosigue su argumentario. No se lo pierdan. Le he dedicado un punto, o punto 9.

9- “Es demasiada degradación para tan poco. Es decir, esto no se explica si solo van a por el fiscal. Creo, sinceramente, que están preparando el terror para una pieza de caza mayor, aún más mayor, quiero decir. Van a por Sánchez”. Han cruzado una línea. La línea del fake+juez. Es mucha línea para tan poco. Un fiscal general sigue siendo poco para tanto deterioro y degeneración. Es una desproporción. Que vayan a por Sánchez puede ser la explicación. Hace tiempo que se espera que alguien no reconozca unas elecciones en Europa. O que alguien haga un Lula en Europa. La degradación en la Justicia nos acerca, en todo caso, a todo ello, si bien estamos, parece ser, más cerca de un Lula. Veremos. Si todo esto no se transforma en atmósfera, habrá que continuar y profundizar la degradación.

 

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