PSOE: DE LA VICTORIA
FINAL A LA TRAICIÓN TOTAL
POR ALFONSO
LAFARGA
- La
traición que empezó Felipe González, después de comprometerse en 1976 con
la Historia hasta la victoria final del pueblo saharaui, fue seguida por
José Luis Rodríguez Zapatero y consumada por Pedro Sánchez en 2023.
- González
y Rodríguez Zapatero se convirtieron en defensores del régimen marroquí y
de la ocupación del Sáhara Occidental, a lo que se sumó José Bono,
un antiguo critico de la monarquía alauí.
- El
respaldo de Pedro Sánchez a la propuesta marroquí de autonomía para el
Sáhara Occidental fue rechazada por las fuerzas políticas del Congreso,
provocó una crisis diplomática y comercial con Argelia y recibió múltiples
críticas, como la de los profesores de Derecho Internacional.
Fue en
diciembre de 1976, en el primer Congreso en España del Partido Socialista
Obrero Español tras la dictadura franquista: los socialistas rechazaron
el acuerdo de Madrid de 14 de Noviembre de 1975 por el que se entregó
el Sáhara Occidental a Marruecos y Mauritania y exigieron “el
derecho de autodeterminación del pueblo saharaui”.
El Congreso,
con Felipe González al frente, expresó su “apoyo moral y
material al Frente Polisario en su lucha por la libertad e
independencia” y denunció la guerra de “conquista, rapiña y exterminio impuesta
al pueblo saharaui por sus ocupantes”.
Y fue un 14
de noviembre de 1976 cuando Felipe González dijo a los saharauis en los
campamentos de Tinduf que habían recibido “muchas promesas nunca cumplidas”,
pero que él se comprometía con la Historia, y pronunció esa frase
que ha quedado para la historia de las traiciones: “Nuestro partido estará
con vosotros hasta la victoria final”.
Felipe
González, el mismo que dijo que el Polisario era “el guía recto hacia la
victoria final del pueblo saharaui” y con el que firmó en 1976 un comunicado
conjunto, se olvidó de sus palabras e inició la traición
socialista, que continuó José Luis Rodríguez Zapatero y
culminó el actual secretario general del PSOE y presidente del Gobierno de España, Pedro
Sánchez.
La carta de
Pedro Sánchez al rey Mohamed VI, en marzo de en 2022,
avalando la propuesta marroquí de autonomía para el Sáhara
Occidental, que supuso un giro radical en la histórica postura mantenida
hasta entonces por España, fue rechazada en el Congreso de los Diputados,
excepto por el PSOE, provocó una crisis comercial y diplomática con Argelia,
que retiró a su embajador en Madrid y la suspensión de relaciones del Frente Polisario con el
Gobierno de España.
El cambio de
Sánchez a la tradicional política española de reclamar un referéndum en su
excolonia recibió múltiples críticas, entre ellas la de la Asociación Española
de Profesores de Derecho Internacional y Relaciones Internacionales (AEPDIRI), que dijo era una grave violación del
derecho internacional, y la de más de cien juristas de Canarias que calificaronde “vil,
entreguista y claudicante” la posición de Sánchez .
La
autodeterminación saharaui, en los congresos y programas socialistas
El derecho a
la autodeterminación del pueblo saharaui estuvo presente en la mayoría de los
congresos del PSOE, especificando en algunas resoluciones que era el medio para
pacificar la región, siendo indispensable la retirada de las fuerzas de
ocupación marroquíes.
Fue en los
dos últimos congresos socialistas, en junio de 2017 y octubre de 2021, con
Pedro Sánchez ya al frente del partido, cuando desaparecen las palabras
referéndum y autodeterminación y se habla solo de resoluciones de Naciones
Unidas y legalidad internacional.
Salvo alguna
excepción, la autodeterminación del pueblo saharaui ha estado presente,
también, en los diferentes programas electorales del PSOE,
para desaparecer cualquier referencia al Sáhara Occidental en las elecciones
de noviembre de 2019.
En las
elecciones al Parlamento Europeo de abril de 2019 el Partido Socialista se
comprometió a trabajar en la Unión Europea para alcanzar una solución
respetuosa con el principio de autodeterminación del pueblo saharaui, promesa
que no impidió al Gobierno de Sánchez avalar el recurso europeo contra
la última sentencia del Tribunal General de la UE que confirmó la anulación de
los acuerdos comercial y pesquero con Marruecos en el territorio del Sáhara
Occidental.
Los
eurodiputados socialistas españoles votaron con VOX a la
expresidenta boliviana Jeanine Áñez -condenada a 10 años de
prisión por “incumplimiento de deberes” y «resoluciones contrarias a la
Constitución»- al Premio Sajarov a la Libertad de Pensamiento 2021 para que no
saliese la activista de Derechos Humanos saharaui Sultana Jaya,
propuesta por la Izquierda Europea.
González,
lobby en América Latina
Volviendo a
Felipe González, el líder socialista, que hizo su primer viaje como presidente
del Gobierno a Rabat, borró de la memoria su compromiso con los saharauis y
estrechó relaciones con Marruecos hasta el punto de, una vez fuera de la
presidencia, actuar como lobby del régimen marroquí. En Latinoamérica intervino
para que Chile no reconociera a la Republica Árabe Saharaui
Democrática e hizo gestiones ante Colombia con el fin de que retirase su
reconocimiento a la RASD. Lo denunció Hach Ahmed, que ejerció como diplomático saharaui en
varios países de América Latina cuando formaba parte de la dirección del
Polisario y que ahora dirige el llamado Movimiento Saharauis por la Paz, al que
el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) califica de “pantalla” de los
servicios secretos marroquíes.
José Luis
Rodríguez Zapatero, el siguiente presidente del PSOE, a pesar de las
resoluciones de los congresos socialistas y de los programas electorales,
mantuvo una línea favorable a Marruecos y se mostró partidario de
la propuesta marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental. Durante su
mandato, el ministro de Exteriores Miguel Ángel Moratinos aceptó
que fuera enviada a España, a Lanzarote, Aminetu Haidar al
ser expulsada de El Aaiún, en noviembre de 2009, lo que llevó a la activista
saharaui a estar un mes en huelga de hambre en el aeropuerto de la isla, hasta
que consiguió volver al Sahara Occidental.
La sucesora
de Moratinos, Trinidad Jiménez, quien gobernando el PP acudió
a manifestaciones por un Sáhara libre, se abstuvo de
condenar el brutal desmantelamiento, en noviembre de 2010, del
campamento saharaui de Gdeim Izik, cerca de El Aaiún,por las fuerzas de
seguridad y del ejército marroquí. Llegó a calificar de “muy positivo’ el plan
de regionalización marroquí para el Sáhara”.
Zapatero en
actos propagandísticos del régimen marroquí
Cuando
Zapatero dejó el Gobierno se convirtió en el principal valedor del régimen
marroquí , multiplicando su presencia en actos propagandísticos, como fue el Foro Mundial de Derechos
Humanos de Marrakech, en noviembre de 2014, una operación de lavado de
imagen del régimen marroquí, y la asistencia, en marzo de 2015, en la
ciudad saharaui de Dajla al Crans Montana Forum, una reunión para legitimar la
ocupación marroquí del Sáhara Occidental.
Otra de sus
presencias significativas fue en septiembre del pasado año en la Conferencia sobre el Sáhara Occidental celebrada en Las
Palmas de Gran Canaria, organizada por el Movimiento Saharauis por la Paz. Con
Zapatero estuvieron los exministros socialistas Juan Fernando
López Aguilar, ahora eurodiputado, y José Bono, que ha olvidado
sus duras críticas al régimen marroquí y se ha convertido en un
activo defensor de la ocupación del Sáhara Occidental.
El abandono
socialista al derecho de autodeterminación saharaui se mostró claramente en las
Naciones Unidas. Si en la Asamblea General de septiembre de 2018 Pedro Sánchez se mostró a favor
del derecho de los saharauis a elegir su futuro, como hizo en 2016 en NNUU el
rey de España, Felipe VI, en las de 2019, 2020, 2021 y 2022 se limitó a defender la centralidad de la ONU para
alcanzar una solución justa, duradera y mutuamente aceptable. En la
última no habló del derecho del pueblo saharaui, pero sí se refirió al
“legítimo derecho” del pueblo de Ucrania a existir en paz y libertad.
En esta línea
pro marroquí, el PSOE, con la ayuda del PP, impidió en 2018 la
celebración de una conferencia internacional sobre el Sáhara Occidental en el
Congreso de los Diputados, por indicación del ministro de Asuntos
Exteriores, Josep Borrell, para no perjudicar las
relaciones con Marruecos.
Entre otros
hechos a favor de Rabat en los años del Gobierno de Sánchez destaca la entrega
a Marruecos de dos saharauis: el estudiante Husein Bachir Brahim, en enero de 2019, a pesar de
manifestar que buscaba asilo político, y que fue condenado a 12 años de prisión;
el segundo fue el bloguero Faisal El Bahloul, en noviembre de 2021, cuando
tenía en vigor una solicitud de asilo en Francia, condenado a dos años de
cárcel.
Hay otros
hechos que reflejan la actuación del Gobierno socialista sobre el régimen
marroquí, como la desaparición de la línea divisoria en un mapa entre Marruecos
y el Sáhara Occidental en la web del Ministerio de Asuntos Exteriores bajo la
titularidad de José Manuel Albares, quien se define como amigo de
su homólogo marroquí, Nasser Bourita; que el PSOE sea la única
fuerza parlamentaria que no haya apoyado al periodista Ignacio Cembrero, demandado judicialmente por cuarta vez
por Marruecos; o la negativa socialista a apoyar una partida en los
Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2023 de siete millones de euros
para los campamentos de refugiados saharauis.
Las
violaciones de los Derechos Humanos por Marruecos sin condena
José Manuel
Albares y anteriormente Arancha González Laya y Josep
Borrell nunca condenaron desde Exteriores las continuas violaciones de
los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental, aunque sí lo hicieron en otras
partes del mundo, y tampoco se refirieron a las expulsiones de españoles
de la antigua colonia española, como fue el caso de siete abogadas, cuatro
abogados, una medico y una fotoperiodista en su periodo de mandato.
Y quien fue
aspirante a la Secretaria General del PSOE, Susana Díaz, también tuvo su gesto hacia Marruecos en
2015 cuando era presidenta de Andalucía: prohibió al vicepresidente Diego
Valderas (IU) viajar a los campamentos de refugiados saharauis en
Argelia con el argumento de que el Gobierno de la Junta no debía
“intervenir en conflictos internacionales”, además de estar preocupada por
no causar un “desaire” al régimen de Mohamed VI.
Superando a
todos, las declaraciones a lo largo de 2022 de la exministra de Vivienda María
Antonia Trujillo, de la época Zapatero, que además de hablar del
Sáhara marroquí defiende las reivindicaciones de Marruecos sobre Ceuta y
Melilla.
Las
actividades a favor de Marruecos tuvieron su galardón: Mohamed
VI condecoró a Zapatero con el cordón alauí de clase excepcional, Felipe
González recibió el premio Averroes por sus acciones en «la promoción de la paz
y los ideales humanistas» y Miguel Ángel Moratinos fue premiado por la
Fundación Diplomática marroquí por «ayudar a mejorar la imagen del reino alauí
en el mundo».
Sobre los
socialistas lobistas marroquíes, Francisco Carrión escribió
recientemente en El Imparcial que “ninguno ha aclarado jamás qué dádivas han
recibido de Rabat para sus posiciones”.
La siguiente
es una relación, aproximada, de hechos ocurridos en diciembre en el Sáhara
Occidental ocupado por Marruecos, que ahora respalda el PSOE,
relacionados con los Derechos Humanos y cuya violación no denuncia el Ejecutivo
de Pedro Sánchez, como tampoco lo hicieron los gobiernos del PP, elaborada con
datos de organizaciones no gubernamentales y medios de información saharauis y
españoles:
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