EL NACIMIENTO DEL NIÑO JESÚS
POR JAVIER CORTINES
Hace unos días nació el niño Jesús y en España y otras colonias, como Cataluña, la alegría estalló por doquier como si los bancos hubieran perdonado todas las hipotecas (“porque tú” lo mereces, “porque te” queremos) y los hombres y mujeres, olvidando sus odios y rencores, se amaran, por fin, los unos sobre los otros.
Es verdad, como nos recordaba el padre de todos y todas, nuestro Odin, Francisco Franco, que nosotros “los ilusos” (me explico: los hispanos y lusos) somos la reserva religiosa y espiritual de Occidente, incluyendo el Oriente.
El bebé
divino, que salió como un sol coruscante de las entrañas de la ex virgen María
(quien fue fecundada por un ave del paraíso) nos mostró el camino que llega a
su Progenitor, quien ama a los seres humanos (exceptuando a los rebeldes y al
colectivo LGTBI) por encima de todas las cosas y no cosas, como las mariposas.
En España
hay quien cree (mensaje exportado a las Américas) que para ser feliz y sonreír
hay que abrazar al niño Jesús (y ahora, con la migración, a su colega Mahoma).
Hay
estudios que atribuyen a esa fe ciega que seamos uno de los países más longevos
del mundo, incluyendo los cantones de Os de Civís y Vitigudino (patria de
Mortadelo y Filemón, pioneros de las gestas de James Bond).
Espero que
en el 2022 nuestros gobernantes (incluidos los EEUU y otros) visiten más las
bibliotecas y le den menos al ron.
La
solución no está en sustituir ni a Jesús ni al Papa (jefe de una de las sectas
más influyentes del planeta) por el money, money, los robots o las insaciables
sombras (que mueven todos los hilos) de la Inteligencia Artificial (IA).
Mientras
buscamos la respuesta podemos tantear una revolución silenciosa en la
conciencia universal aunque estemos condenados, cual Prometeo, al fracaso.
En cada
hombre o mujer habita la semilla de un dios o una diosa, ahí sí se debe
castigar el aborto.
Blog del
autor: Nilo Homérico
No hay comentarios:
Publicar un comentario