lunes, 16 de diciembre de 2019

COP25: ¡DEJAD DE JODER, SALVAJES!


COP25: ¡DEJAD DE JODER, SALVAJES!
JUAN CARLOS MONEDERO
Trump acaba de hacerse otra vez el gracioso negando el cambio climático. ¿Como puede un descerebrado ser Presidente de los EEUU? Pues igual que puede un payaso ganar las elecciones en Gran Bretaña. Tardas menos en convertirte en un monstruo que aprender a respetar a los demás. Sumando que la comida basura embota el cerebro. La Cumbre sobre el cambio climático naufraga negándose EE. UU, China, India, Brasil y Sudáfrica a profundizar en los acuerdos logrados en la Cumbre de París de 2015. Con la edad hay cosas que no maduran, sino que se pudren.



Le pregunto todos los años a mis alumnos: ¿qué preferís, 50 euros hoy o 200 mañana? La mayoría dice que 200 mañana. Y vuelvo a preguntar: ¿50 hoy o 200 el curso que viene? Y la mayoría dice: “no, no, 50 hoy”. Eso se llama en sociología “descuento hiperbólico”, es decir, descontamos esa enorme ventaja de multiplicar la ganancia por cuatro por aquello de más vale pájaro en mano que ciento volando. Pero eso es estúpido y los seres humanos nos dotamos de instituciones, que son acuerdos entre todos nosotros para no hacer el gilipollas. Por ejemplo, para no consumir en poco tiempo todos los recursos que nos harán falta mañana. Las instituciones son acuerdos que nos dicen: espera, retrasa la gratificación porque te va a hacer más tarde. Son acuerdos construidos con inteligencia colectiva, dialogando y mirando al largo plazo. Son básicos para la supervivencia, sobre todo cuando son democráticos.

Hoy recordaba el Diputado Cañadas en la Asamblea de Madrid a Rajoy cuando dijo en 2007 aquello de “No podemos convertir el cambio climático en un problema mundial”. Cuando lo que estábamos intentando lograr es que nos diéramos cuenta de que es un problema mundial y que había que institucionalizarlo globalmente. Porque solo hay un planeta, está conectado y lo que se rompe en un lado golpea a miles de kilómetros de distancia.

La derecha siempre ha negado sus desmanes, fuera la conquista de América, la esclavitud de África, el holocausto, los golpes como el del 36 en España, el del 73 en Chile o el 76 en Argentina, el robo de niños, la pederastia de la Iglesia o ahora el cambio climático. La derecha es muy amiga de ocultar sus desmanes porque siempre gana dinero con ellos y si salen a la luz se les termina la coartada.

El más necio de entre todos los necios de la derecha es Donald Trump porque es el que tiene más poder. Cuando los demócratas hicieron campaña en una ciudad del Oeste contra la obesidad con Michelle Obama, Trump se presentó ese día comiendo hamburguesas y patatas fritas y diciéndole a su pueblo: ¡Haced lo que os de la gana! ¡Yo os autorizo! Cuanto más estúpido eres, menos planes de futuro haces. Cuando te das cuenta suele ser tarde.

El desarrollo económico es esencial, y el aumento de la esperanza de vida y las mejoras médicas y el acceso al conocimiento. Pero si no hay aire, ni agua ni tierra limpias ninguna de esas ventajas lo serán. ¿Nos ponemos de acuerdo con el nivel de consumo que resiste el planeta? ¿Ajustamos nuestras necesidades a los limites del planeta?¿Entendemos que los países pobres tienen más necesidades de consumo que los ricos?¿Activamos la empatía y la inteligencia? ¿Mandamos un poquito de paseo a los negacionistas?

Podría ser una de las conclusiones del COP25 que se cierra este viernes en Madrid: señoras y señores negacionistas: váyanse un poquito a la mierda. Háganlo por toda la gente joven a la que tanto asustan.


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