viernes, 9 de marzo de 2012

“La reforma del desPPido” pòr Francisco Castro

“La reforma del desPPido”

*Francisco Castro

El PSOE acaba de hacer público un vídeo titulado “La reforma del desPPido”. No cabe duda que el título es original. En el vídeo, el PSOE hace un montaje con declaraciones de Rajoy y otros dirigentes del PP en el que se demuestra que antes de las elecciones dijeron una cosa y ahora hacen otra. Hay que reconocer que el PSOE siempre ha hecho mejor propaganda electoral que el PP; pero también saben hacer otras cosas de manera más eficaz que los populares. Por ejemplo, durante el gobierno de ZP, el país generó cinco millones de parados sin reforma laboral, con lo que nos hemos ahorrado muchos papeles y un Boletín Oficial del Estado. Perdóneme si alguien se siente aludido, pero para hablar o escribir de política hay que echar al asunto un poco de sentido del humor, si no supondría una actividad muy aburrida.
De todas formas, creo que no hace falta ver el vídeo. Todos lo sabemos, el PP lanzó unos mensajes y ahora está haciendo otras cosas bien distintas, al menos eso es lo que cabe entender por las informaciones que recibimos. A mí no se ha dado bien ser analista político porque, ¡hay que ver, que ni entre ellos se entienden!
La cuestión es que oigo ahora a los dirigentes del PP y pienso que hay que tener la cara de cemento armado, como si los ciudadanos de a pie no tuviésemos memoria. La presidenta de la comunidad de Madrid parece que sigue siendo la voz del PP para toda España, mientras Rajoy continúa con el mismo estilo anterior a las elecciones, de lanzar brindis al sol y de no concretar en sus declaraciones. Esperanza Aguirre ha repetido varias veces que los sacrificios de hoy son las riquezas del mañana. Y, yo me pregunto, ¿es que todavía tenemos que esperar a un mañana? Me ha hecho recordar aquel letrero que vio una vez en un bar: “Hoy no se fía, mañana sí”.




. Logotipo y emblema de la reforma laboral.
En el Consejo de Autonomías celebrado hace pocos días se trató el tema del endeudamiento y del techo del déficit de las comunidades autónomas, que contó con la abstención de Canarias y el planteamiento contrario de Andalucía. El consejero económico de la Comunidad de Madrid mostró a los medios de comunicación su malestar por las posiciones tomadas por Canarias y Andalucía y destacó que tiene que haber una política igual para toda España y no diferenciada. Y, yo le contesto, ¡mire, no me haga hablar”, que el PP sigue tan blando con Cataluña como lo fue el PSOE.
Todo esto viene a cuento de que desde Madrid se sigue sin conocer la realidad de Canarias, dónde están las islas y cuál es su coyuntura. Si hay una comunidad que debe tener un trato diferenciado es Canarias. ¿Por qué? Por muchas razones, entre ellas por su posición geográfica. Madrid no tiene mar, pero tiene facilidad de transporte aéreo y por carreteras. Las exportaciones desde Canarias suponen un sobrecosto y las islas sólo tienen una manera de trasladar las mercancías. Este sobrecosto impide la creación de industrias, con que Canarias no puede tener un trato de igualdad frente a otras regiones de España en materia de Derecho Mercantil.
Por ello, con que se empiece a aplicar la Constitución (que sin ser aplicada ya está anticuada), sería un avance sustancial para los canarios. Y, la Constitución habla en su artículo 143 que “las provincias limítrofes con características históricas, culturales y económicas comunes, los territorios insulares y las provincias con entidad regional histórica podrán acceder a su autogobierno y constituirse en Comunidades Autónomas…” Es decir, no puede haber una política igual para todas las regiones y Canarias necesita ejercer ese “autogobierno”. Canarias, que está muy lejos de la Península y, por lo tanto, de las principales áreas del comercio y la industria, sí precisa de un trato diferente y de un Estatuto propio.
Y, hablando de recortes, los políticos deberían dar ejemplo y rebajar sus emolumentos. No tiene sentido que en un municipio con 8.000 habitantes y el 80% de paro un concejal cobre 3.000 o 4.000 euros de sueldo, sin contar la asistencia a plenos, comisiones y otros “estados” de los políticos en el ejercicio de su función. Un diputado nacional cobra más de 3.000 euros al mes, sin contar dietas y otros gastos, como desplazamientos. Mientras que un eurodiputado cobra más de 7.000 euros al mes. Por el contrario, el suelo medio de un trabajador a destajo es de 800 euros al mes. A lo largo de mi vida, que ya voy para los 50, me han repetido muchas veces: ¿Dedícate a la política…dedícate a la política! Y yo, ni caso.

*Periodista 


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