LA ERA DE LAS CURDAS DE ORO
POR MAITÉ CAMPILLO
En la venta del Molinillo, que está puesta en los fines de los famosos campos de Alcudia, como vamos de Castilla a la Andalucía, un día de los calurosos del verano se hallaron en ella acaso dos muchachos de hasta edad de catorce a quince años; el uno ni el otro no pasaban de diez y siete; ambos de buena gracia, pero muy descosidos, rotos y maltratados. Capa, no la tenían; los calzones eran de lienzo, y las medias, de carne. Bien es verdad que lo enmendaban los zapatos, porque los de uno eran alpargatas, tan traídos como llevados, y los del otro picados y sin suelas, de manera que más le servían de cormas que de zapatos (Miguel de Cervantes: Riconete y Cortadillo)
Aprovecha el momento al reviente ¡Solo se vive una vez!
Los mareados de
Curda y Curdelón, en reflejo de la tesis hecha por el hoy portavoz de las
intromisiones Josep Borrell <<Los políticos usan la estadística como los
borrachos las farolas: no para que los iluminen, sino para apoyarse>>. No
voy a ser quien critique el dicho del vivir el momento sobre el –¡que me quiten
lo ‘bailao’!– ya tu vas a ver como la juma por sí sola levanta ampollas de
duelo y trampa por una gran parte de ‘asalariados especialistas’ en política
democrática. Los hay que la agarran a las trompadas, otros poseídos a ritmo de salsa,
las y los astutos a las escondidas no tanto por pudor sino para desafiar al
propio desafío esquivando el desahucio de su investidura, algunos adornan su
colapso bolinga de vistosa puntilla y otros al volumen del cancán de las
arcadas, los más frívolos en el sentido lúcido de la vida pasean la tajada como
una reliquia por el propio gabinete de ministros, se trata de aprovechar el
fogueo del momento, a tope y sin fuga, de la bufa del mareo achispado hasta la
embriaguez exprimiendo el revoltijo del elixir, en variedad de contenido
textura y color del melocotón. Los más asentados sobre el timón del templo de
los ‘asalariadxs’ adornan el contenido de su evasión en curdas de excitación
por el poder, del poder hacerlo, sin reprimir costo en calidad exclusiva sobrados
de la inversión política del oro, plata y euro pues hay quienes se empeñan,
empeñando sus días, en domesticar el inviolable arte de la interpretación a
forma de liberación del –¡solo se vive una vez!– Los cámaras enfocan con
profesionalidad el disfrute y renacimiento en categorías de engaño sobre los
escaños en contagio, salvo que caiga una cámara aliada a un objetivo
inconsciente sobre una soñolienta cabeza por balancín, ahí el sujeto
‘asalariado’ se ve en reposo con ronquidos incluidos durmiendo la moña. En
oportunidad de igualdad, por los escaños del Congreso, han manifestado su
desfile en pantalla por igual libertad inquietos y sorprendentes brinquitos
gaseosos, cocidos sobre el asiento increpando exhaustos de todo, alterando la
nariz en visión ‘ciudadana’ sin decir no más que tonterías que no venían a
cuento. Los ha habido que de puro conservadores se han hecho populares, como
Fraga Iribarne, modernizados en campaña de adoración a Baco como el
expresidente Aznar, gustoso de ensalzar el dios del vino en pos del morapio
hasta tatuar la piel en un todo por la patria. Dependiendo del sector del
desafío, los medios castigan y califican de muy grave, o simplemente de un
‘doblao’ gracioso según el encuadre en tirada y color que forme el marco de las
alianzas en defensa de su derecho (‘al pedo’) tan natural como lógico para
ellos, es delinquir, por las altas alturas en corrupción de soborno y
especulación. Y es que en los países donde abunda el poder del todo sin
reprimirse del nada, no hay explicación, sencillamente por ser una tentación al
alcance de la mano pues bobo sería no tropezar y hacer de la trampa ley, su
garrota política, contra las víctimas que enturbien su paz sobre el estímulo de
su saber vivir en cada momento y en cada circunstancia, del día y la noche, los
trescientos y más días del año. Ahí es que anda revuelto atrayendo los medios a
destajo como protagonista irresistible el hijo de la Gran Bretaña Boris
Johnson, al que delatan y exhiben piripi ciego castaña tras castaña mamao hasta
la coronilla unido en embriaguez, a otro de los desafíos internacionales, en
cadena de los mareados de Curda y Curdelón que forman las fieras de la política
asalariada, el ruso Borís Yeltsin, y de cómo cambia la cosa pese a ser uno
inglés y otro ruso en relación a Hermann Tertsch ‘de perfil español muy
español’ soldado de la patria voxiana, por convicción sin tregua alguna más aún
cuando la altura del arte mayor de la curda, se eleva y sube, más silenciosa y
sepulcral como en misa mayor.
Del Rey emérito
pareciera en medios de largo alcance que todo lo que avecina no estorba. Los
alumbrados en dinastía en distinción de igualdad son arropados, protegidos, y
justificada, hasta quien les carda la mona. El tropezón hace dar el paso más
largo, no más, ni ocupa tantas portadas ni telediarios la mona agarrada por
ofensiva que sea pues ser es Juan Carlos I <<el inocente el campechano el
que bebe la paz en sus manos>>, y hasta podría por rey, con y sin moto,
caerse del asiento en marcha o atravesar vitrinas de escaparate hasta aparecer
como príncipe de las tinieblas, junto al abuelo, de cuando salía de picos
pardos trasnochando mañanitas; pues por vivir así, más vale no morir, que vivir
muriendo llegando a emérito de feria en feria echo un cromo e incluso en esos
mismos momentos y en suma de escándalos seguir defendiéndolo de toda inocencia,
y todo mal, excluyéndole responsabilidad hasta prohibir todo comentario en su
tiempo, de Rey, sobre su persona, se tenga o no razón en su delinquir hurtado
hasta hacer de un miserable uno de los más grandes millonarios: ¿Tantos años
viviendo de ello, y cómo se las arregla?… –¡Viajando a los Emiratos Árabes!–.
Trompa, Curda y Curdelón se pasean según categoría asignada sobre la alfombra
roja <<son los santos inocentes>> ajenos a la borrachina y
borrachín de la calle. Al que esnifa el oro y bebe la curda en grandes fiestas
y grandes salones les disfrazan de asesores, actores, empresarios, bancarios,
políticos, doctores, abogados y jueces curderos como corderos mareados del oro
ninfado embriagados diluidos en nada, hete aquí entre ellxs al pitiyanqui ruso
Boris Yeltsin, pues no solo aparecía en ropa interior como en las recepciones
dando tumbos, claro que su presidencia fue tras el derribo ya del muro de
Berlín, o sea una forma de superar su farsa rumbo a la Casa Blanca, la que le
reconociera como el pelele europeo más internacional de todos los payasos
políticos hechos a medida, pero no mucho menos ni más borrachín que Isabel II,
o Bill Clinton, pero sí más folclórico fogoso y bufón, entre pichones alemanes,
del siniestro capitalismo guía de los escuadrones de la muerte servil del
imperialismo. Los hay que sus borracheras han acosado y causado dentro y fuera
de su país estragos, hasta regar hijos bastardos prostituyendo mujeres a
temprana edad deshaciéndose de embrazadas defenestrando mujeres prematuras y
demás víctimas de extraños accidentes de tráfico y paradas de corazón.
Borracheras decrépitas, jumao de todo en corrupción imposible de negar ni
borrar, han sido las del campechano jefe de estado por la gracia del Caudillo,
no menos populistas aunque sí quizá más costosas, sosas e insípidas que las del
cantante de opera Boris Yeltsin. El campechano no tiene arranques tan viriles
ni ímpetu tan dinámico más bien a la chita callando, se le ha visto la cara
como un cromo entre arañazos sobre el tejado de zinc a la espera. Su “primo”,
otro apestoso sátrapa Rey de Marruecos, que pertenece al clan de los poderosos
alcohólicos, NO-anónimos, pese a que prohíba tomar alcohol en el país natal. Y
es que la ley divina de la moralidad por ellos asignada se la pasan por la
entrepierna, entre botella y botellón a destajo de las orgías del oro entre
tanga y balacera, rodeados de matones guardaespaldas con una torrija de espanto
vuelta y vuelta fritos de todo. Ya ven que nada tienen que ver con la
inteligencia de los que pretendiendo olvidar la miseria en ocasiones
necesitaron del calor del barro, y la amistad, junto a una jarra de vino como
en la obra de Valle-Inclán cuando estando en ‘Luces de Bohemia’ un borrachito
en la Taberna Picalagartos, cada vez que Max Estrella, disertaba sobre los
poetas y el gobierno, exclamaba: –¡Cráneo privilegiado!–.
Los medios de
especulación de la era de las curdas de oro, andan aplicando su versión sobre
la primera ministra finlandesa Sanna Marin Party, resaltando aparte de su
derecho a vivir el momento ser mujer, joven y moderna; ser libre, como la
mediática Ayuso, del hacer de su vida ‘política asalariada’ una parranda del
saber vivir y organizar fiestas en su distinguida residencia oficial, de forma
simpática y liberal cuantas orgías de alcohol y sexo, por derecho, la vengan en
gana sin tener que ser criticada como una vecina cualquiera, ni por ángeles de
la guarda ni ministros ni prensa, ni Dios, trino, por ser primera ministra mujer
neo-fascista en derroche de rusofobia, que no sólo ha acelerado junto al
presidente de Finlandia la entrada de su país en la OTAN, sino una de las y los
primeros gobernantes de Europa en pronunciarse a favor de la prohibición del
turismo a Rusia; y, todo, bajo la lluvia del << Soy humana y a veces
hecho de menos la diversión y la luz en medio de estas nubes oscuras>>
-¿Las que ella misma fomenta y persigue dando palos de ciega, no para que nos
iluminen sino para apoyarse en ellas, como los borrachos en las farolas en
Tesis del ministro Josep Borrell? Liberales, y socialdemócratas, durante todo
el siglo veinte-veintiuno han abierto las puertas al fascismo l pasado martes
el gobierno finlandés, anunció que la cantidad de visas otorgadas a los rusos,
se reducirá en un 90 por ciento a partir del 1 de septiembre). El problema no
es solo quién hace la ley, quien maneja los hilos de su técnica como
especialista del horror es tan importante, como ser conscientes de quien la
eterniza políticamente de entre nosotrxs, para no cantar el número equivocado
de quienes son fiel servidor y mejor lacayo, que nos presentan apadrinado y ya
líder en ley del tirano reforzando sus días, del ejercer agravio, al que
respetar exigen reconocer y votar en tela de araña adiestrada del interpretar
legal que dicen, nos representa como gobierno, a la asfixia de nuestros
derechos pues de sobra es conocida la ramificación directa, con la mano
diplomática de los genocidas, como directores de la orquesta. El problema se
nos presenta a la hora de contar el planeta, no solo de millonarios, sino de
millones que lo asumen por inercia como resultado de su poderosa ley electoral
ajena a la política en sufragio universal, sino como espectáculo de su
estiércol de mal olor de espaldas al escenario sus butacas, como fortín y
escudo cerrando salidas a la cuarta pared, sin dignarse a recibir ni oír ni
mirar por donde transita el elenco que representa nuestra obra que sí emana del
pueblo, pero no todos así lo perciben, por lo que la ley de la gravedad no hace
pie ni se reafirma frente al explotador como espectador de espaldas al creador
sobre la escena, aferrados a sus centuriones demócratas de raíz suelta, y ya
podrida, que dicen emanan del pueblo pero no para el pueblo ¡Pucha! ¡Que
patraña, la electoral, cerrada a la critica y necesidades del cada día en ciclo
de cuatro años a la deriva por los derroteros de las sorpresas, no hay cruce de
caminos, carajo, donde encontrarse en desigualdad mayor de derechos!!!
Los dientes de oro
de la era de la ceguera interpretan las elecciones como los grandes
empresarios. Sienten la crítica de mal gusto y el sabor rancio en su boca
cuanto menos un contrasentido, a su saber estar, vivir y hacer. El reflejo de
su mueca dependiente de las bases extranjeras los delata en cobardía, acomodada
del insertar la raíz en otro campo haciéndolos llegar al contrapunto, del más
vale pájaro en mano, que ciento volando a la deriva derrotados por el acorde
mayor en ley de los poderosos. Ellos y ellas líderes elegidos portavoces y
pantomimas representantes pasean pies y alargan manos, todo por la ley
electoral, brindan sobre un mortecino vaso sin objetivos propios, a la espera
de coordenadas, donde la muerte achanta: ¡Nada como la política de la era de
los que no tienen tiempo para pensar! Sino la caricia en lengua del diente de
la ley, a la chita callando, filtrado en dependencias y entresijos
vilipendiando ventilándose las uvas de la cosecha y el jugo de su vino y
aguardiente de su piel introduciéndole sin permiso en sus programas y espectáculos,
como la cara química de la gratitud que les otorga la grandeza del gusto por la
vida. Mareada Curda y Curdelón cual si no pasara nada avanza jugando con
nuestras vidas. Beben y Engullen sobornando a lo pendejo el aburrimiento, para
borrar las nubes negras de la política asalariada (a la que se les obliga)
ajustadxs como ventosa sobre el abanico de la nación, en perfil de vidorra por
la patria a cuatro patas sobre los tejados de la ley marcial del fortín de los
contratos laborales, al borde del precipicio del desempleo, convirtiendo al
paria en patrimonio del capitalismo. Diente de oro y las eléctricas se amotinan
‘a lo progresista’ e invaden todo por la patria, hasta la intimidad más
personal, adulterando en su gestión los pagos del recibo por culpa de la
inflación, del gas de los garbanzos, en ráfaga del impulso endiablado en 24h en
respuesta evangelizadora al intruso “ruso” como la solución al éxodo de los
refugiados, en el país de los despidos, por miles, al que por falta de un
salario marginan y desahucian hasta no reconocerse así mismos, llamados a
callar ni rechistar, a reforzar, el ejército de la caridad.
La corrupción en
las democracias no escandaliza como para llamar a una rebelión, roban por estar
al alcance de la mano no más, bordando los desvíos para el lucro personal y
engorde en carnaza de empresas, al alcance y por encima del planeta la potencia
del saber vivir para mejor beber sobredosis de redoble y generosidad sobre las
catástrofes naturales. Y todo por culpa de las nubes negras, y crisis
monetarias al alcance del silencio de los corderos, que nos van dejando en
palabras de Cervantes: descosidos, rotos y maltratados, como los ríos, frenando
el oleaje de los mares para que compres a precio de oro, el agua inagotable, en
manos de empresarios manantiales de ambición. Nos vendimian las uvas,
ofreciéndonos posos químicos, pues su ideario es que cuaje la paz mundial
atizando la guerra imperial. Ni militancia ni militantes la dignidad ha perdido
su lealtad. Los medios guían las masas al frente único, reparten alienación y
desarman el pilar básico a favor del imperialismo y su capitalismo; su cabeza,
la gran cúpula banquera y sus pies de elefante los ejércitos, sus manos las
divisas fortaleciendo monopolios y monarquías. Lo feudal no ha muerto; está
lleno el poder de pajes, en servidumbre, al olor de los nuevos ricos del
peldaño más bajo de la escalera tras los narcos, trata de blancas y crimen
organizado. Es increíble como trabaja la avestruz doctorada, politóloga
imperial en rápido despliegue del acné, en un intento de desbancar al contrario
no como bien social al refuerzo de la ciencia y filosofía, sino para
restablecer sobre el nazismo, su cuotas de poder sobre Europa.
Maité Campillo
(actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)
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