miércoles, 28 de septiembre de 2022

CONSTRUYENDO RUPTURAS

 

CONSTRUYENDO RUPTURAS

Eduardo Sanguinetti

Filósofo, poeta, artista, periodista y músico argentino. Pionero en el arte performativo. Se le considera también precursor del minimalismo en América Latina y del land art.

Foto cortesía de Open Democracy

Por cierto los cuentos ya no son oportunos, sin ignorar que la realidad y la verdad no son un cuento… Creo que les agradaría, tal vez, no leer mi escritura de lo indecible, pero no puedo dejar de hacer mención al poder de los estúpidos, a la justicia criminal, la cobardía de la gente, la hipocresía de los políticos en estado de anomia, los sociópatas consuetudinarios, a organismos internacionales que simulan «bregar por la paz» y la «armonía», de la estafa y fraude de las corporaciones de medios del mundo, medios obscenos, que impulsan y justifican el estado de guerra permanente instalado en este pobre planeta degradado, habitado por millones de seres temerosos, en estado de indigencia, pobreza mental y física.

 

La humanidad se está cocinando un porvenir con los miembros paralizados, los nervios destrozados y la cabeza congelada… En Argentina, símbolo de la decadencia y el quiebre total y absoluto de un país, podemos apreciarlo en magnitud superlativa… Los «guarangos» argentos, sin causa que defender, en búsqueda de aprobación, sin aceptar que la otredad no los considera dotados, toman el hábito de agredir, violentar, amenazar y llegado el preciso instante hasta de tomar venganza, contratando sicarios.

 

Hago mención también de cárceles hacinadas de presos sin sentencia ni proceso, las torturas elevadas a categoría de ley y las neuralgias sociopolíticas simuladas. ¡Ah! y no olvido a los distribuidores de premios a la paz y la solidaridad, en nombre de la hermandad de todos los hombres: Academias escleróticas que existen para justificar la ubicuidad de ausencia de sentido vital en este mundo que ya no se comprende.

 

¿O bien debo hacer un discurso de agradecimiento? O dedicar unas palabras a los intelectuales patisserie de ONG, los aplaudidores seriales de íconos inventados para entretener a la gilada, a los mercaderes de personas, armamentos y drogas, a las top models escort de hoteles 5 estrellas, al tráfico de seres humanos, mercadería de intercambio de la imagen y cultura de la actualidad, a los notorios periodistas-conductores mercenarios, que llegan a la noticia cuando todo ha pasado o simplemente la inventan, a los empresarios que se legitiman en la estafa, a la irreflexión y la bajeza, a la vejez como horror ejemplar, al suicidio de los pueblos.

 

No hago más que arrojar algunas palabras: aislamiento, genocidio, degeneración, vulgaridad, prostitución… Hago hincapié en el espectáculo de la existencia que un día en un solo instante, en el instante decisivo, arrojará al hombre al espejo que ya no refleja su imagen.

 

No hablo de imperios en putrefacción, ni de religiones, ni de repúblicas estúpidas, ni de tratados entre naciones, ni de amor a la patria, ni de abyecta neutralidad, pero no puedo evitar sonreír ante quienes gobiernan este mundo o los poderosos de turno. Pienso que no hay nada que exaltar, mucho que condenar. ¡Qué horror!: una humanidad que no sospecha nada, hombres con simplicidad, cierta bajeza y la pobreza de sus necesidades. Todo es prehistoria altamente filosófica e insoportable. Los siglos son pobres de espíritu, los componentes de la brutalidad más intransigente son necesidad cotidiana. La vida hoy es desesperación en que se apoyan reflexiones religiosas, productoras de Evangelios con activos incorpóreos.

 

Instrumentos de la decadencia, criaturas de la agonía, todo es claro, nada se comprende. La resurrección de dioses y demonios crece cuando aumenta la incertidumbre. En ella afloran al mismo ritmo todo tipo de creencias y descreencias, que nacen en su propio ocultamiento, del mismo modo que los desastres ecológicos, la extensión de un apocalipsis, se sustenta en siglos y siglos de valores que contemplan y predestinan holocaustos cotidianos frente a los que la indolencia de esta civilización, que descree lo que supone superado, convirtiéndose en cómplice de los delitos que se perpetran minuto a minuto, en nombre del entendimiento y el ensimismamiento de la diferencia en relación, bajo presión de autores intelectuales de crímenes a repetición.

 

La realidad se transformó en sujeto del destino, mientras el sujeto es apenas su objeto: absoluta crisis de lo absoluto. Paralizados en la anarquía de la página, el origen cierra sus puertas, y la tierra de nadie recoge el desperdicio de restos humanos, que respiran la atmósfera podrida de este tercer milenio… Nada es lo que la corporación de medios mercenarios afirma que ‘es’, desde la base de datos que almacenan la existencia de la humanidad toda, se espía se sigue se conspira contra la esfera privada, ya inexistente… A la humanidad parece le agrada ser custodiada en nombre de la seguridad que le ofrece el sistema a cambio de su libertad, término vacío de significado en este presente distópico, congelado al pie de alguna página de libro apócrifo que no ha sido escrito.

 

Y cual sinonimia asimilo la heterodoxia a mi ser y estar, pues no me asimilo, ni sigo doctrinas y opiniones vetustas, que toman carácter de dogmas irrefutables, correría el riesgo de caer en la trampa mortal de ser atrapado por totalitarismos genocidas, pues vivir sin cuentos de hadas es difícil, por eso es tan difícil vivir en este tercer milenio de ritos fúnebres, del pasado abolido y el futuro eliminado … Por otra parte, no hacemos más que existir en este siglo XXI, transitando el territorio más espantoso de la historia… Táctica y estrategia mnémica, de la denominada cultura ‘cultivada’, conformada por seres que hacen de la ortodoxia un culto y de la hipocresía un modo de vida… Bajo la mirada atenta de «Gran Hermano», devenido en  líder neofascista, que no deja de infiltrar repertorios… Y seguiremos escribiendo el capítulo más audaz de la historia del hombre, sin pausa ni prisa ni tregua, con la urgencia de construir rupturas.

 

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