FINDE FATAL
JOSU AIZPURUA
Cualquiera se
atreve a salir de casa en este finde, que tiene los cielos en contra. Además de
la C19 que mata 2 cada día en nuestras islas, el mono ese de la viruela que
debe andar por nuestros árboles, los precios del super, las listas de espera;
además, un huracán nos ronda con malas intenciones.
Para mí que viví muchos huracanes del Caribe y aprendí lo que es el ojo del huracán en propias carnes cuando creí que había pasado el huracán, y salí encontrándome con la otra parte, el huracán chicharrero no me preocupa demasiado, pero al ir al super sí; ya me han atracado dos veces.
Las cosas se ponen
feas en esta fracasada ciudad de alcaldes serviles, que tapan la avaricia y
estulticia urbanística de sus caciques con la excusa de adormecer el instinto
wanche de los chicharreros. ¿Qué si no?
Yo pateo la ciudad
pues mi mal me retiró el carné de conducir, uso taxi, pero lo más habitual es
el paseo renqueante de revista ciudadana, de banco en banco, donde otros
ancianos me cuentan cómo va la vida. Y compruebo que su deterioro es galopante.
Salvo la retirada de la hélice del Canarias (gracias a quien corresponda) nada
hace tener esperanzas en el resurgimiento de una capital chicharrera, de 2022,
inmersa en el siglo XXI, y punta de lanza de la Nación Canaria del presente.
Con el Monumento de
exaltación del Fascismo en pleno centro, a poco podemos aspirar, pero como con
la Hélice, alguien caerá del caballo, y entraremos en la Democracia de la UE.
Los niños tienen derecho a ello y los abueletes fachas deben dejar de joder.
Los árboles
ciudadanos, riqueza inmensa de nuestra ciudad, están malditos pues sus hojas
incrementan servicios de limpieza que molestan a los ediles que tienen los
dineros destinados a los votantes de su clá.
La vegetación
Canaria y exótica debe ser un rasgo diferencial de nuestra isla, así lo vieron
antiguos rectores. Pero la miserable visión del bocadillo de mortadela nos ha
llevado a una menguante vegetación arbórea. Error garrafal.
El renacer de la
capital SCdeT, nombre godo beligerante, podría empezar por cambiarlo,
por asumir la laicidad del Estado78 donde aún estamos y esperemos que por poco
tiempo. Una “Tenerife City” sería más adecuada al conocimiento de
nuestros turistas y su inocuidad religiosa. El Sultán lo cambiará de inmediato.
Llegan nuevas
promesas electorales, tras incumplir las anteriores, y el Balneario es una
muestra fatal.
Aprendamos del
pasado y a los pinochos al zafacón.
Nuestra City, sigue
con sus trazados para burros, y ni una sola de las electrineras ha sido
colocada para abordar el presente limpio y ecológico. Aquí no hay prisa y la
energía de sol, mar, y viento son nuestra fortaleza. Pero el cacique del
Petróleo y su codiciado pesebre; nos lo abortan.
¿Pretenden llegar a
la Alcaldía, con este esquema del XIX, con el abandono urbano, y la corrupción?
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