LA OTAN OCUPÓ AFGANISTÁN PARA LLEVARSE EL GAS DE TURKMENISTÁN, SIN
ÉXITO
NAZANÍN ARMANIAN
Un
soldado del Ejército de EEUU. -REUTERS
Es obvio que el objetivo de una treintena de países de la OTAN, el brazo armado de EEUU, al enviar a 300.000 soldados y decenas de miles de mercenarios, equipados con las armas más avanzadas de la humanidad a Afganistán, gastando 1,9 mil millones de dólares, no era para sacar del poder a un pequeño grupo de bandidos medievales equipados con dagas y rifles de fabricación casera, o "liberar a las afganas del burka", sino ocupar militarmente el país más estratégico del mundo, ubicado en la vecindad de China, Rusia e Irán.
La OTAN no sólo
invadió, sino que ocupó Afganistán (¡son dos cosas distintas!), bajo el
pretexto del 11-S, y uno de sus nueve objetivos fue llevarse el petróleo afgano
(estimado por el Pentágono en un billón de dólares), y también acceder a los
enormes recursos naturales de las repúblicas exsoviéticas de Asia Central.
Kazajstán cuenta con la tercera reserva mundial de uranio, por ejemplo, y
Turkmenistán, otro de los "estanes" (sufijo persa que indica el lugar
de hábitat de un grupo étnico), es el país más rico en gas natural (entre 19 y
13,6 billones de metros cúbicos), después de Irán, Rusia y Qatar. EEUU, ya en
1992, fecha del fin de la Unión Soviética, había clavado su mirada en el
subsuelo de esta región. Pero, había un problema (para los
"piratas"): tanto Afganistán como Turkmenistán no tienen acceso al
mar, lo cual dificulta el traslado del botín, aunque lo tuviera en su poder.
En 1996, su
proyecto de colocar a los talibanes en el poder en Kabul, para que con la ayuda
de Pakistán y Arabia Saudí establecieran la paz de cementerio en las rutas
comerciales del país, fracasó. Estos "yihadistas" creados por la CIA
y el Pentágono, están entrenados para destruir Estados, que no levantar o
gestionarlos. Por lo que Washington decide acabar con el Gobierno de ineptos
que no sabía gobernar: Si "ponemos nuestras propias botas en el
suelo" afgano, todo este gas y el petróleo será nuestro -pensó-, además
conseguiremos:
- Que Rusia pierda
el control económico-político sobre aquellas repúblicas, y le sea imposible
reunificarlas bajo el paraguas de Moscú, consolidando así el desmembramiento
del territorio soviético.
- Debilitar a la
Federación Rusa a nivel regional.
- Acabar con el
control monopolista de Rusia sobre el transporte de petróleo de la región.
- Chantajear a
China y frenar su crecimiento económico.
- Incrementar el
poder de EEUU sobre la India, gran consumidor de energía.
- Aumentar la
dependencia de Europa a Washington.
Ahora bien, si
usted es el presidente de EEUU y quiere llevarse el gas de Turkmenistán, tiene
tres únicas alternativas:
1. La más corta y
rentable, construir un gaseoducto desde Turkmenistán hasta el Golfo Pérsico,
cruzando Irán, país que, con algo de inversión, podrá licuar este gas y
entregárselo a los buques del Tío Sam. De hecho, a finales de 1997 Irán
construyó una línea para el transporte de gas natural de su vecino y abastecer
las regiones norteñas del país. Sin embargo, las relaciones entre EEUU e Irán
no son buenas, y esta vía ni se discute.
2. Trazar un tubo
desde esta república exsoviética a otra, Azerbaiyán, cruzando el mar Caspio. El
proyecto fue presentado por los gigantes estadounidenses GE Energy y Bechtel,
pero fue rechazado, por motivos que explicaremos en otro artículo.
3. Diseñar una
tubería que pueda atravesar las regiones de Herat y Kandahar en Afganistán
(previamente convertido en "Estado fallido"), cruzar Quetta de
Pakistán, un país aliado, y llegar al puerto de Karachi, a orillas del Mar
Arábigo....¡Eureka! ¡Lo tenemos!
Le bautizaron TAP
(Turkmenistán-Afganistán-Pakistán), y se pusieron a soñar y se encontraron con
la pesadilla.
¿Por qué la OTAN
fracasó?
- 4 de diciembre de
1997: una delegación de los talibanes viaja a Sugarland, Texas, para negociar
con la compañía Unocal sobre el gaseoducto. Esta empresa, que junto a Turkmenistán
creó la firma de Central Asia Gas (Centgas), no pudo llegar a un acuerdo con
aquellos criminales: siendo el principal narcoestado del mundo ¿qué cifra les
satisfaría? Al final, los grandes ladrones decidirán comerse a los chicos.
- Julio de 2001. China
crea con Rusia la Organización de Cooperación de Shanghái e integra a la
mayoría de los países de Asia Central, poniendo la piedra angular de una serie
de alianzas con los rusos contra el expansionismo de EEUU, algo sin precedentes
desde la muerte de Stalin en 1953. Tres meses después, la OTAN se instala justo
en Afganistán, a pesar de que los supuestos terroristas del 11-S eran saudíes,
y Bin Laden, vivo o muerto, estaba en Pakistán. Y dos días antes de esta fecha,
Ahmad Masud Shah, un veterano de los muyahedines, próximo a los ayatolás de
Irán y al imperialismo francés, que controlaba el norte de Afganistán, -por
donde tendría que trazar el gaseoducto del campo turcomano South Yolotan, uno
de los cinco más grandes del mundo-, es asesinado en un atentado: era el único
señor de guerra capaz de unificar a los afganos para una amplia resistencia
contra la ocupación del país por la OTAN (al igual que lo hizo contra las
tropas soviéticas). ¿Podrán los hombres del Pentágono construir el gaseoducto?
- Diciembre de
2009. China firma un acuerdo de 30 años con Turkmenistán, y construye el
gaseoducto más largo del mundo, de 7000 kilómetros, con un coste de 8.000
millones de dólares que tras recorrer el territorio turcomano, llega a la
provincia china de Xinjiang. Turkmenistán se convertirá en la fuente de gas
natural más grande de China (el 27% de sus importaciones totales), garantizando
el desarrollo de su gigantesco proyecto de "una franja, una ruta". Se
trata de un monopsonio: un solo comprador para un solo producto, aunque en
cantidades pequeñas, los turcos exportan también su gas a Rusia (que lo
transfería a Europa) e Irán. La seguridad de las rutas no eran el único
problema: las empresas privadas occidentales no podían realizar las inversiones
necesarias en el desarrollo de los campos del país y tampoco en la construcción
de gasoductos de tránsito.
- Marzo de 2011.
Turkmenistán pone el último clavo al ataúd del proyecto TAP y anuncia la
inauguración de una colosal estación compresora de gas en Galkynysh, el segundo
yacimiento de gas más grande del mundo, después de South Pars en el Golfo
Pérsico, que duplicaría el volumen de gas que bombea hacia China.
Demasiada fuerza
militar y escasas mentes mínimamente racionales. No se entiende por qué los
estadounidenses pensaron que Rusia, Irán y China (que crearon grupos afines en
el seno de los talibanes) iban a permitir tal agravio a sus intereses en la
región que es zona de su influencia tradicional, y se iban a quedar cruzados de
brazo viendo la construcción de un ducto que les dejaría fuera del juego
internacional de energía.
¿A quién se le
ocurre, si no a EEUU, imponer sanciones a Rusia para que ésta venda su gas a
China (que le ha venido como el agua de mayo), uniéndose aún más a sus dos
principales rivales? En 2019, Rusia abrió el gasoducto Power of Siberia para
enviar a China su Oro Azul, y está previsto que para 2024, el gasoducto le
entregue 38.000 millones de metros cúbicos anuales. Con tanto gas en sus
depósitos, los chinos pueden dormir con la pierna suelta y desarrollar
tranquilamente su Ruta de la Seda por el mundo: el país de Mao consiguió, en
esta batalla derrotar a la OTAN sin disparar ni una bala.
"Si no es para
mí no será para China ni Rusia" es el mensaje que dejó en agosto de 2021
en Afganistán (además de cinco bases militares y decenas de miles de
contratistas), para convertir a Asia Central en una bola de fuego, mientras se
iba a centrar a desmantelar la Federación Rusa sacrificando Ucrania. El pulso
entre los que dan prioridad a la contención de China y los que están
obsesionados por Rusia continúa en la Casa Blanca, aunque en esta ronda, los
cadáveres también los pondrán los europeos, en la guerra caliente o la fría, y
en ambos casos, en el sentido literal de la palabra.
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