BAJADAS, SUBIDAS Y ROBOS
ANA PARDO DE VERA
Que sí, que sí ... Que el debate sobre la fiscalidad en España y en cada una de sus autonomías es muy interesante y nos tiene a todas muy entregadas en platós de televisión, en casa y en los bares. Pero estamos en campaña electoral -faltan ocho meses para las elecciones autonómicas y municipales, y catorce para las generales- y el debate está contaminado por un populismo pasmoso, incluso, para la percepción de legas en la materia, entre las que me incluyo.
Para empezar, como
en todo en la vida, en fiscalidad no existen apenas blancos y negros, sino una
gama de grises infinita. La noticia este martes es que el presidente de la
Generalitat Valenciana, Ximo Puig, decidía otorgar beneficios fiscales a las
rentas por debajo de los 60.000 euros y el presidente del PP, al que no conocíamos
el timbre de voz desde que la fascista Georgia Meloni ganó las elecciones en
Italia, salió como una exalación a decir que el PSOE le copia. ¿Es malo eso? No
necesariamente, salvo que es falso: de momento, los mandatarios socialistas no
bajan impuestos a los ricos (capital), lo cual, en una economía de guerra como
la actual, es simplemente obsceno. Las rentas más bajas no deben pagar
impuestos (no lo hacen) y a las rentas del capital, hay que mantenérselos y
subírselos porque su fiscalidad en España es un cachondeo. Ahí sí que no hay
matices.
¿Copia Ximo Puig al
PP? No, y en parte, para mal: al fin y al cabo, y pese a las rebajas que
Alfonso Rueda, sucesor de Alberto Núñez Feijóo como presidente de la Xunta, se
ha visto obligado a hacer con el impuesto de Patrimonio (ha anunciado una
bonificación de hasta el 50% torciendo el morro), en Galicia no ha llegado la
orgía de los ricos al orgasmo y el IRPF se deflactará para las rentas
inferiores a 35.000 euros, no a los 60.000 de la Comunitat Valenciana. Galicia,
cuna política del megagestor Feijóo, mantiene el impuesto de Patrimonio y baja
impuestos a las rentas medias. ¿Es una renta de 35.000 euros una renta media?
Depende: si vives en Lugo, sí; si vives en València, menos, pero si vives en
Madrid, ni de lejos, sobre todo porque los servicios públicos lo son muy
precariamente, aunque se sigan bajando impuestos.
Entonces, si Puig
dice que baja impuestos a las rentas de 60.000 euros para abajo, es que los/as
valencianas que cobran 59.999 euros lo están pasando mal. No, en general, ni
mucho menos .... Claro que si tienes un familiar dependiente y la asistencia no
te la cubre la Administración autonómica, pues bien-bien no lo pasarás, pero
peor están los de 35.000 euros para abajo con dependencia en Galicia, donde los
servicios públicos están casi como en Madrid y con una población mucho más
envejecida. Y si aquí no paga impuestos ni dios, pues ni salarios de 60.000
euros ni de 35.000 ni nada, porque sanidad, educación y dependencia las pagarás
mejores o peores en función de la suerte que tengas en la vida con tu renta.
Por eso hablamos de justicia social para referirnos a la completa cobertura
fiscal de estos servicios, independientemente de tu sueldo y de tus
circunstancias vitales básicas. Pero llegan las elecciones y todo se va al
carallo, porque con crisis o sin ella, el mensaje que ha calado es que bajar
impuestos es lo bueno, aunque tengamos el Estado de bienestar tiritando.
También para algún PSOE, el partido líder de la socialdemocracia europea,
¿recuerdan? Por cierto, Galicia, la Comunidad de Madrid y la Comunitat
Valenciana siguen erre que erre reclamando mayor financiación al Estado, como
Andalucía. Y sin sonrojarse.
La batalla fiscal
le abre frentes a Sánchez en el plano territorial, con sus socios y con la
oposición
La batalla fiscal
le abre frentes a Sánchez en el plano territorial, con sus socios y con la
oposición
Todo está revuelto
y mal enfocado, probablemente a propósito, porque las elecciones están ahí y la
gente necesita creer que hay dinero que va del bolsillo de Puig, Isabel Díaz
Ayuso, Rueda o Juanma Moreno a su bolsillo (otra falacia), aunque ni siquiera
sea el suyo (el bolsillo) Por ejemplo, ¿ustedes han oído hablar estos días de
los 2.000 euros que nos cuesta el fraude fiscal a cada contribuyente leal a
Hacienda? ¿Y por qué no meten ese dinero en el bolsillo nuestro? Que dos mil
euros no los cobra al mes quien gana 35.000 euros en un año ... Lo cuenta muy
bien el doctor Julen Bollain, autor de Renta Básica: Una herramienta de futuro
(Editorial Milenio, 2021), en este artículo de CTXT: "En España se
defraudan 91.600 millones de euros al año (...) Unos 60.600 millones en
impuestos evadidos y unos 31.000 millones en cuotas defraudadas a la Seguridad
Social". ¿Pero quiénes son esos malnacidos/as?, se preguntan ustedes. De
todo hay, explica Bollain, aunque "según el informe Desigualdad y pacto
social recientemente publicado por la Fundación La Caixa, cuanto más altas sean
las rentas, mayor es el fraude cometido". ¡Sorpresa! No se pierdan los detalles
en el texto de Bollain, aunque no pretendo enfadarles (más)
En definitiva, la
sensación que deja este debate de taberna sobre los impuestos es la de siempre:
pagan los mismos a pesar de la rebajas electorales y a los que nunca pagan,
encima, les cobran muy poco el peaje de la economía de guerra porque, a
mayores, ni siquiera necesitan los servicios públicos que se están recortando
por culpa de los ejecutores de las rebajas electorales indiscriminadas y
puntuales que no meten mano a lo importante. Y así, como siempre, aguantamos.
¿Hasta cuándo?
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