LA RAZÓN SIN RAZÓN
DAVID BOLLERO
Llevamos semanas
alertando de la desinformación, de la manipulación que desde sectores de la
derecha y la extrema-derecha se está realizando contra el gobierno. A quienes
lo hacíamos, a los medios y l@s periodistas que, en lugar de inventar una
realidad paralela, desmentíamos con datos objetivos y contrastados la cruda
realidad que vivimos, nos han insultado y amenazado en un vano intento por
desprestigiarnos. Ahora, con las pruebas irrefutables de la manipulación por
parte de La Razón, amplificada por esa derecha rancia cuyo patriotismo se
reduce a un trapo bicolor, nos hacemos más fuertes y se extinde la onda
expansiva del llamamiento a no seguir el juego las mentiras partidistas.
La Razón publicó
que el CSIC alertó en enero de la "letalidad" del COVID-19. En su
edición en papel lo llevó a portada, como la noticia destaca del día. Pocas
horas después, el propio CSCI publicaba un contundente comunicado que desmentía
la noticia. Según se detalla en el comunicado,
"el organismo quiere manifestar que dichas informaciones no se ajustan a
la realidad, ni reflejan el sentido del informe al que se alude".
La información con
la que la derecha volvía a intentar desgastar al gobierno, en lugar de
fortalecerlo de cara a gestionar esta crisis, sencillamente, era mentira. En
relación al informe al que hace referencia La Razón, desde el CSIC se afirma
que "no estudió entonces el alcance epidemiológico del virus, por lo que
el organismo no emitió ningún informe al respecto".
A pesar del
desmentido, ni La Razón, ni el autor del artículo Jose L. Lobo, ni su director
Francisco Marhuenda ni quienes volvieron a utilizar la desinformación y la
mentira como arma arrojadiza contra un gobierno que bastante presión tiene ya
bregando con una crisis tan compleja y desconocida, se han retractado. Ahí
metemos en el caso a miembros de de partidos de la oposición, cuya lealtad
institucional y sentido de Estado es inexistente; incluso, a Albert Rivera,
incapaz de asumir que se ha convertido en un ciudadano irrelevante.
Estamos entrando en
un juego muy peligroso ante el que hay que estar alerta. Cualquier persona
decente y honesta que cargara contra el gobierno por la noticia publicada por
La Razón debería hacer autocrítica, dar un paso atrás y valorar si su
comportamiento beneficia en modo alguno a mejorar la difícil situación por la
que atravesamos. Ya no podemos hablar de desinformación, es preciso hablar de
mentira y manipulación, con todas sus letras. Eso es imperdonable siempre, pero
en un momento como el actual evidencia, además, los intereses partidistas que
poco o nada tienen que ver con el bien común de un país que ha de permanecer
unido.
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