DIVAGACIONES DE UN 16 DE MARZO...
DUNIA SANCHEZ
Y cogí el teléfono,
mensajes sobre la enfermedad había invadido sus conversaciones. Y de golpe
agotado ante tanta información difusa lo aparté. Lo alejé donde mis ojos no
recorrieran una y otra vez lo mismo, lo distinto. Me habilito a ser ferviente
lectora de las calles de la nada, de cada esquina donde el miedo entumece los
huesos. Me preocupa la situación, un
cierto balance de pensamientos se incrusta en mis sienes y desembarco en esta
tierra, en estas islas donde la gente vive del aire libre. Ahora, todo sigue igual con unas ojeras donde
todos nos acurrucamos al fin de este episodio, de esta peste del siglo XXI. Nos
aventuramos a orar al universo y entregamos nuestra energía en saludar, en
despedir cada jornada pasada. Todo pasará, todo volverá a la normalidad y
floreceremos con una nueva visión, una visión que solo atiende a nuestra
recónditas profundidades.
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