martes, 11 de octubre de 2022

A LIBERTAD TE ESTÁ ESPERANDO

 

A LIBERTAD TE ESTÁ ESPERANDO

 MAITÉ CAMPILLO

Fue el irrumpir más hermoso que he visto de un revolucionario nicaraguense sobre escena que tras respirar profundamente miró al público y dijo: <<Para los burgueses la patria las leyes el honor y Dios no tienen sentido sin la propiedad privada y la “libre empresa”. Para los proletarios la muerte de la propiedad privada y de la “libre empresa” daría sentido la Patria las leyes el honor y… tal vez… hasta Dios (En el futuro) Cuando nuestra sociedad sea básicamente justa o sea socialista en las conversaciones de las cervecerías a la hora de las confesiones íntimas; más de alguno dirá con la mirada baja ‘yo tuve propiedad privada sobre medios de producción’ como cuando hoy decimos ‘yo tuve sífilis’ ‘yo tuve tendencias aberradas en lo sexual’>>.

 

‘¡Podría ser!’

 

En nombre de quienes habitan en vivienda ajena (que ya no es vientre amable sino una tumba o cárcel: a Ada Colau, alcaldesa de Barcelona). En cuanto a la introducción de esta nota se trata de un poeta ‘nica’ muy querido al que valoro del mismo modo la integración de su voz profunda avanzando estela hacia el escenario, tras la representación en alusión a Nicaragua, resaltando su imagen de guerrillero auténtico. Sus palabras formaron un acorde mayor amenizando la obra sobre un arcoiris, como una cascada de lluvia en primavera, rompiendo el silencio que acompañó el suspense meditabundo tras los aplausos. Aquella voz retumbó atravesando la cuarta pared ampliando batallar y síntesis, ayudando a bajar el telón tras una jornada particular asentando el contrapunto la lluvia de su mensaje, y sus palabras germinaron el impulso que forjó la atracción proyectando desde la butaca el ‘¡Podría ser!’. Cuando en armazón de historia sobre otro ángulo de la vida se presentó, como PSOE, la joya de la corona de la “libre empresa” con el sueño norteamericano de estrellas imperiales acreditando la libertad entre cadenas. Y tras colorear como el compa nica el Primero piensa y Luego aprende, paso la palabra tejiendo, enredando y agitando en trama de red el aletear de la liberación: no secuestres tu evolución. Fue durante una cena al brillo del resplandor eléctrico de la corona de sables y estalactitas en coalición gubernamental, que su transmisión fría como el mármol, electrocutó toda esperanza de los desamparados de paz sobre las urnas. Representó el aviso a distancia en alerta sobre hueso y máscara al goteo de bombas fétidas, filtrándose al desahogo del cañón de marionetas colonialista del siglo veintiuno sobre el Sahara, entroncadas en curva cerrada con salida a incorporar la paz mundial con refuerzo sionista, sobre un elenco inaugural del Mobile World Congress en el MNAC.

 

Encuentro impregnado de “libre empresa” arropado de marionetas, corona de reyes en fraternidad de la desigualdad estridente de negocios sucios, en torno al buen yantar, cena de intereses comunes su hermandad en presencia de Felipe VI. Recreo de ajustes y relaciones, del colegio internacional de la bondad integrando a su padre el emérito, por igual incondicional, del trapicheo en élite del club del blanqueo y centrifugado de intereses ilegales. Complicidad compartida con el no menos rancio laudí de Marruecos que tanto roce, amor y secretos hay entre ambas familias, cuyo apestoso reino como todos los reinos del mundo cabila metástasis de toda razón y sentido. Elenco para el encuentro de los sin escrúpulo, presente como joya de la corona el Presidente de la España otanista, en soberbia populista de derechas lazando el puñal ante el silencio, que los amaestrados corderos mantienen sumándose a los medios sesudos, en carencia de ciencia, tomando cuerpo y potencia acreditada ocultando lo que otros de ser, no lo son menos con una palabrería diplomática, tan desinteresada como samaritana: <<Putin es un sátrapa>>. –¿Pero no estaba en la cubre de los sin escrúpulo, su mundo la más viva directa y presencial encarnación del sátrapa del campo de la guardia mora de Franco, o de tanto brillo sobre la joroba del camello los medios le confundieron con el dios del sionismo para mejor creer integrar en su resolución a Platón, o acaso, la joya de la corona anunció retribuirles con el milagro en solución a utilizar la ciencia y sus leyes de la gravedad, como el discurrir de la vacuna de la inmortalidad henchido del pavo de acción de gracias, tras descubrirse así mismo portavoz de la humoterapia para la reumatología o sea, otro ‘humorista de guerra’ como en Ucrania?

 

El magisterio de los sin escrúpulo es como una hermandad cerrada entorno a la corona y en eso el E. español es único e impar en el mundo, su poder tiene cuatro reyes, como la baraja; sus magisterios, les asesoran, aíslan la suciedad del negocio para el resplandor empresarial de sus coronas, pues como presidente hay que sentirse muy poseído, para otorgarse dicho poder sin consulta previa al pueblo. Es lo que siembran los tiranos, el poder del negociar de los glotones, las dulces patrañas del mercado y nuevos soles, el genocidio de un pueblo a manos del Rey Fahd ibn Abd al-Aziz as-Saud, jefe de Estado y del Gobierno saudí. Y es que a los gobiernos de las democracias de la “libre empresa” de la civilización cristiana occidental dependiente de los Estados Unidos, se les ha subido a la cabeza la democracia del gran negocio de masas, de la que se dopan, sumando millonarios a dentelladas dependientes de la balanza en número de armas vendidas contra sus víctimas ¡Gran negocio en suma de especulación arbitraria! No menos genocida que el fomentar guerras como en Ucrania, desahuciar en el Estado español a quién menos tiene, por defenestración laboral o por personas mayores sin recursos con pensiones de miseria. A los que se ha unido el terrorismo informativo, como resultado explosivo, en metáfora de la contrainformación “exigiendo el oro de Moscú” en refuerzo de la corona, y el partido que mejor la defiende en reniego del gobierno de Negrín, Presidente de la República abriendo puertas a las fuerzas revolucionarias, a la revolución, al Frente Popular. En pie de guerra la xenofobia, pasea el despotismo de su paz presumiblemente a sus anchas. La pedantería en su boca es un dogma para la acción como en época de la dictadura propiciando miseria y desnutrición, para mejor globalizar lo intolerable, imponiendo la perdida de identidad en pos de la dependencia en manos de buitres –¿cultura europea?–. Donde desarrollar la ignorancia, sobre la rusofobia, como Hitler sobre la judiofobia, para mejor liquidar lo más avanzado que no se doblegaba. Y ahí avanza su España imperial, perforando aún más la degradación sobre Iraq y otras ocupaciones, en las que han participado en fraternidad con el sionismo: por igual avanzan los crápulas de toda la Europa-yanqui contra Palestina y el Sahara –a quién tocará mañana–, ¿debería preocuparnos?.

 

Y mientras la farsa, trabaja un mundo de inseguridad, los tanques se engrasan y los medios apuntan sobre la diana anunciada, sus páginas portavoces de la trama como especialistas del engaño. Formados en laboratorio de las ocupaciones, hasta el más analfabeto dirige los tiros televisivos como expertos de derechos humanos al son de los humedales emponzoñados, prostituyendo palabra señalando a quién apuntalar, destronar y qué destituir sobre el planeta en cada momento y lugar: <<Si son tozudos pese a las grandes sanciones de desestabilización bombardearemos todo su petroleo y su cultura>>. Hasta la de antes de haber nacido como nación, bombardearemos sus conciertos, también a Chaikovski, al ballet Bolshói, a los grandes coros de cámara a León Tolstói Dostoyevski, a Chéjov, Gógol, Gorki… –¿habrá que retirar de las escuelas de teatro y centros oficiales de Arte Dramático en el mundo, el método de Stanislavski?–. Persisten en agitación y propaganda desesperada su campaña empecinada sobre el, si no estuviéramos amenazando con sanciones, garantizo que Putin invadirá: <<Si Rusia no invade, no es que nunca haya tenido la intención de hacerlo es solo que las sanciones funcionaron>> ¡Qué lógica, su carente dignidad! ¡Cuánto sadismo ‘lógico’ bélico encierra! ¡Qué impresentable avanzadilla su boca ‘lógica’ en guerra de rapiña (la de Nancy Pelosi, en ABC News), así es como abrillanta la cruz gamada a la vez que justifica el sionismo! Prohíben películas y conciertos e intervienen cuentas y sanciones sobre relaciones diplomáticas, de cualquier país, que tenga que ver con ‘el Rasputín ruso que no sea o haya sido amante de la zarina’ y, ni se sabe todas las medidas prestas de protección `anticontagio´ que ni en pandemia pese a la cuarentena en tapabocas.

 

¿Aislarse, o unirse? Sin el intruso claro está del diluvio mediático sobre el control social, y nuevas vacunas, en caza de brujas. Tomen medidas contra los simulacros de revolución. Escondan los gorros de piel y viseras bolcheviques, la boina, pellizas y chupas en apología al maqui con su estrella roja y, guarden instrumentos de música como la balalaika y acordeón ‘txiki’ tipo trikitixa con timbre de bicicleta, corren peligro de fotocopia. La rusofobia como la judiofobia forman parte del terrorismo de guerra del correo de avisos y alertas. Les pone nerviosos los símbolos de historia y los fulminan como una orgía sin contemplación, al loro pues, artilleros al cañón afinen la puntería, que el nota Franco, no se ha muerto todavía ¡No olviden esconder las Matrioshkas!, vayan a pensar que llevan una bomba de relojería; ojo que la cosa está candela, temperatura peligrosa llega a niveles de altura vertiginosa, que ni los peores regímenes nazis del siglo pasado abultan más allá, de la estatura si de Franco si de Hitler, sin olvidar los pepinazos fulminando aldeas enteras de su compadre italiano, o como Videla defenestrando el oxígeno del corazón de Argentina, o en refinamiento a lo Pinochet y Fujimori, familia Somoza, François Duvalier, balacera a lo Leónidas Trujillo, Alfredo Stroessner, Hugo Banzer, Fulgencio Batista y tantos otros fomentando el prostíbulo al son del gringo y demás decenas de homicidas balacera en mano, tortura sin control, ley y guillotina. Tal es el mundo de la bestia en bota, zapato y pantalón, en cinturón del presuntuoso imperio con sus ratoneras otanistas, expandiendo su razonamiento democracias como escudo para los que la Rusia de hoy es como Belphegor, el fantasma del Louvre, personaje que aparecía y desaparecía en una serie de televisión que personificaron alto con una máscara de cuero y túnica negra diseñado maléfico, autor de un montón de asesinatos fomentando un viacrucis interminable de cadáveres con escenografías de víctimas por aquí y por allá, con una coreografía para el embrujo del Divide y Vencerás, y bienvenida la divina pastora! Al loro con la contrainformación que atasca Ucrania, forzándola a la deriva en la espera de dividirla en pedacitos de la “libre empresa”. No fiarse de la virgen y santos de los cañones de la paz, el muro que se viene encima no es fácil frenar, y menos derribar.

 

Planean sentimientos de alimaña pero una cosa es parecer y otra serlo, ellos lo son para la corona, en sumar divisas y demás adornos como tocororos para la orgía bancaria. Se debe a los tenebrosos montajes cinematográficos de perfil corsario en el poder, que nos repiten una y otra vez y una más reventando la paciencia sobre Ucrania, como hicieron con los nodos de Franco ‘El General’ que diseñó exterminar un pueblo, salvando su hostigamiento sobre el atrevimiento del obstáculo descuartizando herejes, en derroche de alas imperiales a lo Isabel La Católica, monarquías y centuriones con sus paridos ángeles de la falange, junto a un pozo ciego de amigos del Eje, que tanto apoyaron y consintieron tanto, tanto… claro que esos no se encontraban entre las obras de Sorozábal, dando vivas a la República, ni entre los coros rusos que durante años fueron ganando aplausos esperanzando los corazones oprimidos del franquismo; ni de cuando la viejita Argi, la más desgastada y concienciada de nuestra comunidad de vecinos comentó junto a Talía y Pantxineta, que un día en que se repuso la opereta Katiuska en el teatro de la Zarzuela, del maestro vasco Sorozábal, dicho acontecimiento revoloteó los ánimos sacudiendo el polvo de la polilla en que la dictadura, impuso las costumbres y palabras a forma de ir liquidándolas una a una; tal y como nos contó emocionada, orgullosa de haber vivenciado el cómo la gente sacudiéndose el miedo el hambre y las pulgas, prefirió invertir participando de la vida que seguir viviendo de rodillas, como mandaban los apóstoles del poder de la política del doctrinar al pueblo para esclavizarlo, y, se fue con lo mejor que tenía en el armario como todxs los ‘herejes de la chusma’, lo más y mejor emperifolladxs que pudieron; vamos, gente, al teatro, no hay libertad sin cadenas!!! Y la resistencia clandestina tomó cuerpo ronroneando las calles e impuso el desafío colectivo. Fueron riadas humanas de todas las edades tomando calles (y el nota de Franco en la cama jugando a la eternidad), despoblando los barrios humildes formando a las puertas del teatro, el bloque cerrando filas al son del, NO PASARÁN!

 

Todos los que pudieron fueron a ver y sentir ‘al maestro prohibido’ al donostiarra Pablo Sorozábal Mariezcurrena (1897-1988), un ser querido, compañero del pueblo y su causa, prodigio de la música que volvió y arremetió para imponerse firme con la batuta, a dirigir su Katiuska. Argi describe la entrada al teatro con la mirada fija observando dónde encontrarlo entre la gente de forma silenciosa saboreando paso a paso la distancia entre público y escenario, demostrando más fe y confianza que las santas y santos de la iglesia entre apariciones fenómenos y milagros de leyenda. Y su energía revoluciona pese a su edad descomunal al describirnos la reacción del público nada más aparecer el maestro, el brinco sobre el asiento y los atronadores aplausos las ensordecedoras consignas, estallando al unísono con ganas aguantadas que durante mucho tiempo impregnaron de vida los teatros (pasando tras la República, a ser los ‘templos’ de la burguesía). Su emoción encarnando la cultura que en verdad representaron al verle aparecer sobre tablas, y una vez más, el fuego de los aplausos atronaron durante largos minutos imposible de apagar involucrando en el presente, el pasado de los sencillos, respondiendo como una sola voz ¡Abajo la dictadura! ¡Viva Sorozábal! ¡Viva Rusia! Un momento de tal calibre histórico en vida del dictador, con fuerza y valor atronando sus voces hasta fuera del teatro, amotinándose a la entrada los paseantes y mucha gente que no logró entrada. Fue tal el bloque de vitalidad y entrega que el propio Sorozábal, se vio obligado a interrumpir saludar y aplaudir él mismo varias veces la obra a dirigir, la que transcurre en un pueblo de Ucrania, en 1918, donde los bolcheviques habían tomado el poder tras la revolución. Y cuando el telón se bajó la ovación no se interrumpió. Duró más de diez minutos, las pilas del público, no se apagaron; tomando posteriormente las calles aún seguían gritando sin miedo a los porrazos ¡Viva el maestro Sorozábal viva la República abajo la dictadura!

 

Maité Campillo (actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)

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