lunes, 15 de septiembre de 2014

Pacifismo Mortal

IDEAS Y PALABRAS


VIOLETA YANGÜELA
El ideólogo norteamericano, Robert Kagan afirmaba en un artículo publicado en el New York Times que las diferencias de Europa y Estados Unidos en relación a  la visión de ambos lados y la manera de enfrentar las amenazas y los peligros del mundo de hoy se expresan  en dos vertientes.  Una, en la creencia europea de que los Estados Unidos exageran los peligros y dos en la forma de afrontarlos.

Agregaba que para enfrentar esos peligros, los norteamericanos necesitan de la legitimidad que Europa puede proveer, pero en el esfuerzo europeo por contrarrestar el poder unipolar norteamericano, los europeos apuestan a que los riesgos del terrorismo y de los tiranos nunca serán tan grandes como el “riesgo del Leviatán americano”.

El autor terminaba su artículo preguntándose qué podría pasar si la apuesta europea resultara equivocada.

En un foro global, Mijail Gorbachov  afirmaba que para arrancar de raíz el terrorismo no basta con aplicar medidas policiales o militares.  Para  el ex presidente soviético se hace necesario combatir y atacar las causas, entre las que mencionó las desigualdades entre ricos y pobres, a través de un respuesta de “unión de esfuerzos” a nivel global.

Joschka Fisher en una Conferencia de Seguridad y en esos momentos ministro de Relaciones Exteriores de Alemania,  proponía como respuesta a la “yihad” musulmana la democratización y  modernización de Oriente Medio a través de la justicia, la eliminación de la discriminación de la mujer, la lucha contra la corrupción y la violencia y a favor de la educación. Para Fisher se hace necesaria una estrategia común de cooperación en la política, en la economía, en el derecho.

El señor Fisher parte del criterio de que la “yihad” desea llevar a occidente a una guerra de cultura y al mismo tiempo impedir la modernización de los países musulmanes.  La receta es el contraataque “no sólo con medios militares” sino con una estrategia de cooperación en los planos económicos, políticos y sociales.

En campaña electoral, el líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), José Luis Zapatero,  anunciaba que de ganar las elecciones generales, el Ministerio de Asuntos Exteriores pasaría a llamarse “de Exteriores y de la Cooperación” comprometiéndose a que España destinaría a finales del 2008  el 0.5% del PBI  para ayudar al desarrollo.

El señor Zapatero aspiraba que España fuera reconocida internacionalmente “no por abanderar guerras ilegales e inmorales sino por liderar la ayuda al desarrollo”.

Mientras Kagan se preguntaba si la apuesta europea resultara  equivocada,  la cooperación a través de la “unión de esfuerzos” de Gorbachov, la estrategia común de Fischer y el 0.5% de Rodríguez Zapatero,  el pensador búlgaro Tzvetan Todorov afirmaba que Europa debe formar un ejército europeo para ser una “potencia tranquila”  y que una Europa pacifista dejó el camino expedito a Hitler por lo que los pacifistas fueron los responsables de la Segunda Guerra Mundial.

A pocos años de esas ideas y palabras, ¿es válido el argumento de la administración norteamericana para enfrentar las amenazas o por el contrario es válida la posición europea de minimizar esas amenazas y procurar resolver los conflictos con una política de cooperación? ¿De dónde provendrán  los fondos para  esa cooperación  y cuánto será  suficiente?  ¿El 0.5%, el uno el dos el tres, el cinco del PBI de los países cooperantes? ¿Tendrá razón Todorov y serán  los pacifistas nueva vez los responsables de  repetir la historia?

v.yanguela@codetel.net.do
Reflexiones L. Soriano

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