lunes, 21 de mayo de 2012

Anghel Morales, Garoé rebelde de El Hierro, por Luis Leon Barreto


Anghel Morales, Garoé rebelde de El Hierro
Por Luis Leon Barreto

Este herreño que nació en 1952 en el poblado de Guinea, al lado de los Roques de Salmor, de los lagartos gigantes, es un luchador empedernido. Poeta, guerrillero de las ideas, radiofonista en Unión Radio de Tenerife, autor de muchos libros y ahora editor-animador del G-21, nuevos novelistas, y de poetas, de gente creadora. Comunicador a quien conocí en la lejana redacción de La Tarde, aquel periódico tinerfeño tan literario. Sus padres, Isidoro y Micaela, fueron gente humilde y trabajadora y le pusieron Angel en memoria de un tío muerto en la guerra incivil.



El Hierro es isla humilde, tierra de leyendas, tierra del Garoé. El actual árbol fotografiadísimo por los turistas fue plantado en 1941 por su abuelo Víctor García y por su tío Juan García, encargado de regarlo y mantenerlo hasta su frondosidad actual. Jamás se ha valorado el mérito de estos dos hombres que continuaron la leyenda del árbol mágico, por eso los cito aquí, para que el Cabildo de la isla se entere y los reconozca.
Cuarenta años escribiendo dan para mucho, 28 libros publicados, algunos con hasta seis ediciones. Once de ellos son de poesía, “pero sigo diciendo que mis mejores poemas están sin publicar, están en manos de las mujeres que amé, pero solo a ellas les pertenecen.” El Credo Guanche, Nación Canaria, Identidad, Desde el Meridiano Cero son, entre otros, sus poemarios más conocidos. En prosa citemos  Ser curandero es fácil, Adivinanzas eróticas, Contra todo poder, La vivienda típica canaria, Demasiadas religiones para un solo Dios y Viaje al planeta Ummo. Además “tuve la desgracia de presidir a los libreros de Tenerife y casi termino suicidándome, pero ello me ayudó a conocer los bajos fondos y la suciedad que hay en el mundo de la cultura canaria, con oscuros manejos para proteger a los mismos, con amiguismos, enchufismos y puñaladas traperas.”
Y añade “en mi etapa con los curas conocí el Libro Blanco del MPAIAC de Antonio Cubillo y me hice independentista, y si bien nunca milité sí que aprendí cuál era mi país, mi nación y mi Estado. Con el tiempo me he ido desencantando de la política, aunque sigo siendo independentista por dignidad.” Anghel Morales, dicho con sus propias palabras, venció al cáncer, al alcohol y a las mujeres y sigue siendo un editor-promotor, un irreverente, un arriesgado, un ser libre.
Publicado en el blog de Luis Leon Barreto blogdeleonbarreto.blogspot.com y el Jueves saldrá publicado en la PROVINCIA


















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