"¡DÓNDE ESTÁ,
NO SE VE, AL GALLEGO DEL PP!"
ANA PARDO DE
VERA
Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, y Alberto
Núñez Feijóo, presidente
del PP.- EFE
No
es que se trate de un ejercicio literario exquisito, pero la frase del
titular no pertenece a esta plumilla. Tampoco al área política
zurda-roja-bolivariana-etarra-satánica de las instituciones. El eslogan, junto
a otros igualmente distinguidos, se coreó en la concentración de la Plataforma
por la España Constitucional del pasado domingo en la Plaza de Castilla de
Madrid.
Este escenario no viste tanto como Cibeles o Colón, pero para un apaño anti-Sánchez, sirve y al final, se trata de okupar la capital y hasta la Comunidad con banderas, coros y pancartas del tipo "Pedro Sánchez, a prisión", "Pedro Sánchez, hijo de puta", "Sánchez, felón: get out of Europe" ("Sánchez, felón. márchate de Europa") o "ALERT: European Union: Spain is already a communist dictatorship" (ALERTA: Unión Europea: España es ya una dictadura comunista), sin que falte el muy aclamado en estos tiempos "Más muros y menos moros". Efectivamente, un ejercicio "constitucional" de primera, como la propia Plataforma de ultraderecha que se atribuye este dominio.
La
frase se refería al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que prefirió
ausentarse por "motivos personales" y mandar a su número tres en el
partido, Carmen Fúnez, y a dos dirigentes de la órbita de Isabel Díaz
Ayuso, Alfonso Serrano y Noelia Núñez. Desconocemos si el
presidente del Partido Popular sabía ya de la decisión de la ídem madrileña de dar plantón al jefe del Ejecutivo Pedro Sánchez
cuando la convocara a La Moncloa o simplemente, se la temía. Lo
que sí tiene que conocer ya es que Vox ha elogiado a Ayuso por no querer
reunirse con Sánchez y sus dirigentes lamentan que el resto de presidentes
autonómicos del PP no hagan lo mismo y se fumen las indicaciones de Feijóo, por
ejemplo, en una entrevista en El Mundo, el mes pasado: "Si un presidente no acude a La Moncloa, comete un error.
Ayuso conoce bien su responsabilidad". Pero no, parece
que la presidenta no sabe que todos y todas le pagamos el sueldo para que haga
su trabajo, no para que amenace con no respirar si no le gustan sus
responsabilidades, incluida la de reunirse con quien es el presidente de todas
y todos los españoles, que también tiene que hacerlo.
En
una empresa privada, Ayuso sería despedida, salvo que la escrupulosidad de la
compañía fuera la misma que la de su pareja en materia de cobro de comisiones y
de pagos a Hacienda, pero Feijóo no va a apercibir siquiera
a Ayuso; todavía deambula por la calle Génova 13 la triste sombra de su
antecesor, Pablo Casado, recordándole que a la presidenta de la
Comunidad de Madrid no se le tose, ni por vía personal ni por vía familiar.
Ahora se trata de tragar quina y practicar omertà, al menos, hasta que
Feijóo gane unas generales o consiga meter a Sánchez en la cárcel, que es la otra opción en la que se trabaja con fruición y poco
éxito desde la (ultra)derecha, toda ella. "Alberto, sé fuerte", dicen que
dicen ...
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