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domingo, 25 de septiembre de 2022

FINDE FATAL

FINDE FATAL

JOSU AIZPURUA

Cualquiera se atreve a salir de casa en este finde, que tiene los cielos en contra. Además de la C19 que mata 2 cada día en nuestras islas, el mono ese de la viruela que debe andar por nuestros árboles, los precios del super, las listas de espera; además, un huracán nos ronda con malas intenciones.

Para mí que viví muchos huracanes del Caribe y aprendí lo que es el ojo del huracán en propias carnes cuando creí que había pasado el huracán, y salí encontrándome con la otra parte, el huracán chicharrero no me preocupa demasiado, pero al ir al super sí; ya me han atracado dos veces.

Las cosas se ponen feas en esta fracasada ciudad de alcaldes serviles, que tapan la avaricia y estulticia urbanística de sus caciques con la excusa de adormecer el instinto wanche de los chicharreros. ¿Qué si no?

Yo pateo la ciudad pues mi mal me retiró el carné de conducir, uso taxi, pero lo más habitual es el paseo renqueante de revista ciudadana, de banco en banco, donde otros ancianos me cuentan cómo va la vida. Y compruebo que su deterioro es galopante. Salvo la retirada de la hélice del Canarias (gracias a quien corresponda) nada hace tener esperanzas en el resurgimiento de una capital chicharrera, de 2022, inmersa en el siglo XXI, y punta de lanza de la Nación Canaria del presente.

Con el Monumento de exaltación del Fascismo en pleno centro, a poco podemos aspirar, pero como con la Hélice, alguien caerá del caballo, y entraremos en la Democracia de la UE. Los niños tienen derecho a ello y los abueletes fachas deben dejar de joder.

Los árboles ciudadanos, riqueza inmensa de nuestra ciudad, están malditos pues sus hojas incrementan servicios de limpieza que molestan a los ediles que tienen los dineros destinados a los votantes de su clá.

La vegetación Canaria y exótica debe ser un rasgo diferencial de nuestra isla, así lo vieron antiguos rectores. Pero la miserable visión del bocadillo de mortadela nos ha llevado a una menguante vegetación arbórea. Error garrafal.

El renacer de la capital SCdeT, nombre godo beligerante, podría empezar por cambiarlo, por asumir la laicidad del Estado78 donde aún estamos y esperemos que por poco tiempo. Una “Tenerife City” sería más adecuada al conocimiento de nuestros turistas y su inocuidad religiosa. El Sultán lo cambiará de inmediato.

Llegan nuevas promesas electorales, tras incumplir las anteriores, y el Balneario es una muestra fatal.

Aprendamos del pasado y a los pinochos al zafacón.

Nuestra City, sigue con sus trazados para burros, y ni una sola de las electrineras ha sido colocada para abordar el presente limpio y ecológico. Aquí no hay prisa y la energía de sol, mar, y viento son nuestra fortaleza. Pero el cacique del Petróleo y su codiciado pesebre; nos lo abortan.

¿Pretenden llegar a la Alcaldía, con este esquema del XIX, con el abandono urbano, y la corrupción?

 

 

 

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