LOS TRES MONOS DE FAES
FERNANDO LÓPEZ AGUDÍN
Las tres derechas
son el producto político de la fundación FAES. La influencia de este think
tank, presidido por Aznar, en los tres líderes y las tres formaciones de la
derecha se evidencia en los programas, liderazgo y candidaturas del Partido
Popular, Ciudadanos y Vox. Casado, Rivera y Abascal son aznarianos de
formación, en la teoría y en la práctica política. De hecho, tanto Ciudadanos
como Vox, son sendas escisiones del PP de Rajoy; aunque se mantienen pese al
criterio en contra de Aznar que busca desesperadamente unir hoy lo que desunió
ayer. Consiguió descoser el Partido Popular sin que ya pueda volver a coserlo.
Es la quiebra política de FAES y, sobre todo, de su director Javier Zarzalejos.
Ese líder como un
castillo que es Casado, según Aznar, reedita sin corregir y aumentado el
disparate que fue Antonio Hernández Mancha. Daniel Lacalle con la rebaja de las
pensiones, Suárez con la propuesta regresiva sobre el aborto y el propio
Zarzalejos, con su mochila de negociador con el dirigente etarra Mikel Antxa en
Zurich, han allanado el camino para el triunfo electoral del PSOE a la vez que
recortado la distancia con Vox. Con el programa de la factoría FAES, el Partido
Popular se encamina hoy hacia una de sus derrotas más espectaculares. Cuesta
trabajo reconocerlo. Habituados al PP de Fraga o Rajoy, incluso de un Aznar
cuando necesitaba hablar catalán en la intimidad, hoy vemos como ha sido
fagocitado por FAES.
Tras apoyar a Inés
Arrimadas en Cataluña, FAES la convirtió en su particular Agustina de Aragón,
apoya ahora a Cayetana Alvárez de Toledo. Una buena parte de aquellos
intelectuales fundadores de Ciudadanos y de las voces de FAES cambia del
caballo de Rivera al de Casado sin, por supuesto, explicar las razones de este
cambio político. Máxime cuando en Cataluña nunca el PP ha sido nada, mientras
que Ciudadanos ha sido todo en la derecha catalana. No es de extrañar que el
presidente Macron, con el que Albert Rivera pretendía aliarse políticamente,
opte por estrechar relaciones con Sánchez que, al fin y al cabo, es quien está
recogiendo bastante voto centrista abandonado por el cambio de veleta de Cs.
Javier Zarzalejos
cuenta cada día menos en el Vox atraído por Steeve Baanon. El aznarismo
involucionista del primero empieza hoy a ser sustituido por el
nacionalpopulismo del segundo. Nada puede desagradar más a Aznar que ver salir
de su cantera una formación política euroescéptica, que se aproxima velozmente
a las opciones europeas de la cumbre de Visegrado contra la hegemonía de la
derecha elitista encabezada por Alemania. Que Abascal lleve hasta sus últimas
consecuencias las lecciones políticas recibidas de FAES es particularmente
inquietante para Casado y Rivera que sienten sobre sus cogotes el intenso aliento
populista de Vox. Ni siquiera la llamada al orden de Aznar es atendida por los
nacionalpopulistas.
Casado, Rivera y
Abascal son como los tres célebres monos que se tapan la vista, el oído y la
boca para no ver, oír o hablar de lo que ven, escuchan y hablan los otros dos
alumnos de FAES. Es la mejor imagen de las tres derechas.El PP es un ciego de
no ve la realidad, Ciudadanos un sordo que desoye los avisos sensatos y Vox un
mudo que ve como las otras dos derechas le hacen el trabajo gratis total. Todo para
uno, pero nunca uno para todo, es hoy el lema de los tres mosqueteros de la
involución mientras piden que las demás siglas compañeras de la derecha no se
presenten y cuanto les regalen sus respectivos electorados. En vez de compartir
los ojos, las orejas y los labios, Casado, Rivera y Abascal guardan celosamente
su vista, oído y boca. Salvo Vox, que cuenta con su propio proyecto político
ajeno al elitismo del PP o Ciudadanos, a Casado solo le queda aferrarse a las
piernas del papá Aznar y Albert Rivera al material de desecho de otros
partidos.
La FAES no es la
Fundación Konrad Adenauer, donde se formaban los cuadros de UCD y el PP, ni
tampoco su ideología se basa en el pensamiento josentoniano-aznarista que
define al PP, Ciudadanos y Vox. Lamentablemente para la derecha sociológica
recuperan esa combinación, involucionismo con neoliberalismo, que caracteriza
hoy a la derecha política. Ese programa común de FAES– recentralización
territorial, recortes sociales, retroceso legislativo– es todo un espejismo político
que no tardará en despejarse. Cuando comprueben ya que el oasis vendido por Javier Zarzalejos no existe, los
tres monos de Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal abrirán muy
atónitos los ojos, oídos y bocas ante el triunfo de las fuerzas progresistas
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