miércoles, 24 de abril de 2019

ESPAÑA SOCIAL


ESPAÑA SOCIAL
JM AIZPURUA
Lo dice de forma relevante la Constitución78: España es un Estado social y democrático de derecho. Social ¿qué es social?

Pues en su día entendimos que era una sociedad en la que sus clases estaban en armonía y su estructura social avanzaba hacia la igualdad. Era el paradigma de la social democracia europeísta con su Estado de Bienestar, que frenaba al capitalismo voraz para obligarle a contribuir a unos servicios societarios de sanidad, educación, y bienestar social, que garantizaran la vida digna de la ciudadanía. Creímos que además del 155, lo “social” era fundamento del nuevo tiempo 78.
¿Qué significaba?  Pues que entre un tanque y una guardería estábamos por defender a la infancia, o las pensiones, o las aulas y salarios de maestros. Primaba lo social.
Pero una jauría de vampiros, que se autodenominan “liberales” nos revuelven el panorama y nos dicen que “el mercado” manda y la constitución hace muchos brindis al sol. La casta ya agotó sus tetas y necesita nuevos nichos de beneficio para lo que puso sus ojos en aulas y hospitales y planes de pensiones. La destrucción de lo social está en marcha. Métanse su mochila donde les quepa, pero sepan que han dado un Golpe de Estado constitucional, de mayor rango que el “procés” y desde su aparato político institucional donde hay un Defensor del Pueblo que nació ciego, sordo y mudo.
Al menos no se crean que somos necios.
La política digna es la que trata de mantener la sociedad dentro de los límites razonables de bienestar, con un motor empresarial y obrero que producen los beneficios suficientes para que una labor fiscal y de redistribución aporten a las clases no productivas la seguridad vital y el amparo a los que no obtengan salarios en el mercado. Esto es un Estado Social.
Los lacayos de la casta, disfrazados de liberales o conservadores, están sirviendo al desmantelamiento del Estado del Bienestar. Sus promesas de bajadas de impuestos son con el objeto de que bajen los recursos y no haya caudal suficiente para atender las necesidades sociales. Los beneficiados por la bajada, los grandes aprovechados y con casoplón, se ven satisfechos y les votan, cosa comprensible. Pero y ese 70% que tiene o tendrá necesidad de la acción social del Estado ¿cómo es posible que les vote?
La casa Real, el clero, el ejercito y FS, las Diplomacias, la Justicia, las Mamandurrias, todo es antes que la sanidad, la educación y la ayuda a la necesidad. Así lo entienden pulsera rojigualda en mano esta tribu de secesionistas sociales que nos pretenden llevar a la sociedad yanqui, con sus mendigos cuando llegan a viejos y no tienen sanidad ni pensión y se calientan por las calles en bidones.
No se distraigan con el voto, no crean los programas que ellos mismos nos dicen que no los cumplirán y son sólo un señuelo para ingenuos.
Paso a paso se hace el camino, huyan por ahora de la derecha de tres caras, todas muy duras, y poco a poco habrá que hacer que la izquierda vuelva a recuperar el sentido consensual del 78, social democrático y territorial, para desde él, volver a enfrentarse con los nuevos retos del siglo XXI, que ni son Venezuela ni Cataluña, si no producción de trabajo bien pagado y seguro, y posibilidad de vivir con dignidad la fase vital que corresponda, desde la infancia, madurez y ancianidad, con la seguridad del amparo del Estado Social. El otro, el Estado Liberal: se lo ponen a su abuela.

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