HOMENAJE
a Ángel Morales García
en la Segunda Edición del ELVA.-
JUAN FRANCISCO SANTANA DOMÍNGUEZ
Son
tantas las actividades, recuerdos y anécdotas a las que, en esta ocasión, puedo
hacer alusión que, muy probablemente, algunas de ellas, quedarán a la espera
para otra ocasión porque no se trata de alargarnos en el tiempo con muchos
datos y anécdotas y sí destacar al ser humano y al profesional que es el
herreño Ánghel Morales García, un hombre por el que sigue fluyendo la sangre
bimbache, de familia humilde, nieto de ovejero, íntegro y un luchador
incansable por aquello que considera que merece la pena pero sobre todo un ser
humano que ha llevado a cabo tantas actividades que se nos hace imposible
presentarle como tan sólo un editor o un escritor porque, como verán, se trata
de un reto mucho más complejo y es por ello que hay que definirle como un
hombre extremadamente Polifacético.
En
los últimos meses nos hemos visto con frecuencia, tanto en Tenerife, isla donde
reside, como en Gran Canaria, en parte debido a que el homenajeado y al que
escribe nos une ese bien que se denomina cultura, envuelta en una amistad que
en cada conversación crece y crece, imparable,
y, en mi caso, se une la admiración que le profeso a un hombre que por Canarias y por los escritores ha dado
tanto, tanto que cualquier manifestación que se haga, seguramente, se quedará
corta en los méritos que hoy se desea reconocer.
El
encargo que se me hizo, por parte del creador del ELVA, el que en este momento
se dirige a ustedes, se transformó, casi en un instante, en manantial que quiso
con su bien inundar todo de reconocimientos hacia el escritor, periodista,
editor, deportista, corresponsal en zonas muy complejas y en momentos en los
que la vida del informador corría auténtico peligro, quedándose en su retina
escenas dantescas y traumáticas de ese continente que tanto nos une.
Independentista
afín a las ideas del MPAIAC de Cubillo pero no militante, pero manifiesta
totalmente convencido “sí aprendí cuál era mi país, mi nación y mi Estado,
aunque los curas me intentaran enseñar lo contrario.” Hoy en día continúa
siendo independentista por dignidad y manifiesta: “En una colonia no se puede
ser sino independentista, lo demás es puro colaboracionismo con los
secuestradores de la libertad, porque si triste es la explotación del hombre
por el hombre, mucho más triste es la explotación de un pueblo por otro
pueblo.”
Por
tanto estamos ante un convencido defensor del nacionalismo pero sabio que
reconoce que ahora no es el momento de hacer realidad sus sueños, él nos dice
que en un futuro la masa de foráneos llegados a las islas serán los que
consigan aquello que hasta ahora no se ha podido conseguir y que él tanto
desea.
Desde que
desempeñara funciones de monaguillo han tenido que bajar muchísimos telones
pero fueron años que le marcaron e hicieron al hombre comprometido con unos
ideales que, en ningún momento, ha abandonado, estuviere donde estuviere. Ateo
convencido por todo lo que vio y padeció; rojo y no encarnado, políticamente
comprometido desde muy joven y encarcelado por el régimen franquista por
defender sus ideas de izquierda, en ocasiones ha dicho que por ser considerado
terrorista. Estudiante de artes gráficas y periodismo aunque, en realidad, su
sueño era ser cosmonauta pero, entre otras razones, sus dificultades con los
idiomas se lo impidieron.
Ánghel
Morales es un editor inhabitual debido a que cuando se le precisa siempre está
al otro lado del teléfono, no es de los que no contestan, de los que hacen
oídos sordos a los que en él han visto al que podía hacer realidad sus deseos
y, por qué no, sus sueños y es por ello que apuesta por todo aquel que cree
puede aportar algo de calidad al mundo de la escritura pues limitarnos sólo a
la literatura posiblemente deje fuera algunos proyectos que, sin dudarlo,
Ánghel Morales ha emprendido y sacado adelante.
Lleva muchísimos años apostando por aquello que más le
apasiona, cual es el mundo de la cultura, en general, y el de la escritura, en
particular, y, como ya he reflejado, el comprometerse con los que, como editor,
pensaba que se lo merecían y de ahí la lista de autores, comenzando por sí
mismo pues son más de cuarenta libros los que lleva publicados, que puede
esgrimir como brillante carta de presentación. Siendo ejemplos de ello
Generación 21, un volumen en el que Ángel Morales, después de llevar a cabo una
selección, coordina y prologa una obra en la que se presenta a doce novelistas
canarios; libros de poesía entre los que se puede destacar El Credo Guanche o
Nación Canaria; tres obras de teatro; y sus obras de temas diversos que van
desde aquellos que versan sobre aspectos religiosos, deportivos, etnográficos o
los de corte filosófico, con lo que, de forma clara, nos encontramos ante un
hombre polifacético donde los haya.
Precisamente sobre sus creaciones manifestaba: “Dicen que soy uno de
los autores más leídos de las islas en las últimas décadas. Hablando de mis
libros, tengo títulos que me alegran mucho y a veces cuando los leo parece que
no los escribí yo, que una mente más lúcida que la mía hizo posible este
encanto. Otros sin embargo me repelen y pienso cómo hubo editores tan torpes
que editaron tremenda porquería, pero bueno, qué le vamos a hacer.” Lo cierto es que estamos ante un enamorado de los temas canarios y su
obra, en gran medida, es una reivindicación constante de la canariedad.
En el mundo de la cultura y, por ende, en el de la literatura
es un hombre que no se corta para decir lo que realmente piensa sobre ella,
cuando lo cree oportuno, y así se manifiesta en contra de lo mediocre y contra
aquello que considera que no es lo que se debe publicar. En ocasiones nos
encontramos con el Ánghel Morales reivindicativo y crítico, en su pura esencia,
siendo ejemplo de ello cuando dijo: “También tuve la desgracia de presidir a
los Libreros de Tenerife y casi termino suicidándome, pero me ayudó a conocer
los bajos fondos y la suciedad que hay en el mundo de la cultura canaria, con
oscuros manejos para proteger a los mismos, con amiguismos, con enchufismos y
con puñaladas traperas. Fuerte mierda todo, fuerte mierda.”
Como
deportista hay que decir que, entre otros, fue un practicante destacado en la
lucha canaria, un gran estilista, también fue futbolista, aunque por su pequeña
estatura no pudo dominar el juego aéreo pero no por ello dejó de desenvolverse
en el mundo balompédico profesional pero fue en otros menesteres donde
destacaría, desenvolviéndose muy bien y así le vemos como escritor y editor,
dominando en estas disciplinas todos los entresijos de un mundo apasionante
aunque manifestó: “Cuarenta años emborronando folios dan
para mucho, pero al final te das cuenta que no has conseguido casi nada. Ni
jugué en la Primera División Inglesa, ni viajé al espacio, ni he ganado nunca
un puto premio literario, me salva el que tampoco me he presentado a ninguno.
Bueno, miento. Una vez gané un premio de poesía, con un poemario dedicado a la
que era mi pareja en aquel entonces. El amor hizo en mí maravillas… Cobré el
premio… Pero por aquel entonces llegó la ruptura sentimental y mandé un
certificado pidiendo que no se publicara. ¡Qué capullo! Al final me hicieron
devolver el dinero del premio. Una de las tantas veces que hice el idiota en la
vida. Hoy cobraría el premio y que le den por el culo al desamor.”
Colaborador
deportivo en la revista Sansofé. Incansable viajero y revolucionario: “No sé ni
en cuántos sitios estuve, ni a cuántas profesiones me dediqué: canté en los
metros de media Europa… e incluso me apunté a revolucionario en algunos lugares
como el Sahara.” A su vuelta a Tenerife escribió para Diario de Avisos y La
Tarde. Así mismo trabajó para Radio Club Tenerife o Radio Cadena Española y
durante años fue corresponsal de la Agencia Mencheta en las islas, siendo su
especialidad el deporte pero teniendo al oportunidad de escribir sobre cosas
que ocurrían en Canarias y que nadie, en aquel entonces, se atrevía a publicar.
Trabajó en la Cooperativa de Artes Gráficas Yurena, uno de los proyectos
culturales más importantes que se han dado en Canarias, proyecto que dio la
posibilidad a muchos autores de publicar sus libros con muchísimas facilidades.
Yurena hizo que otros proyectos editoriales vieran la luz, como fueron la
Editorial Globo o Ediciones Aguere. “Tuve la posibilidad de ser el gerente de
este proyecto, que además sirvió para que en más de una década se hicieran
proyectos culturales, campañas electores e infinidad de trabajos creativos
comerciales.” Tuvo la oportunidad de dirigir varias revistas,
como Archipiélago Canario, la más prestigiosa revista de información general de
cuantas se han hecho en las islas y la que más alcance tuvo en el exterior,
sobre todo en América Latina; también dirigió La Voz del Valle, la revista más
crítica y comprometida de la época, logrando sonoros éxitos; en La Guía Semanal
de Tenerife, la primera revista gratuita de estas islas; El Rastro, el primer
periódico de anuncios por palabras; X. Contactos, la primera revista de
relaciones de Canarias o la primera Revista de la Mujer.
En cuanto al tiempo
transcurrido ha manifestado: “he tenido que ver cómo otros parten antes que yo,
para esperarme sentaditos al otro lado del tiempo jugando una penosa partida de
ajedrez con la nada.” Ánghel es un hombre vital, aferrado a lo que más le gusta
y apasiona, y esos amigos que se han ido han de aguardar, sin perder la calma,
para jugar esa partida con el Todo porque en su mochila pocas cosas más caben,
teniendo que pagar, en el momento que tenga que volar hacia la inmortalidad, un
extra por exceso de equipaje pero ese viaje aún debe esperar toda una eternidad
pues sus hechos van a hacer que se quede por siempre entre los caminantes.
He intentado hacer
una semblanza sobre Ánghel Morales para así poder conocerle algo más pero como
bien nos dice: “… pero conocerme a mí ya es otra historia, porque aunque
ustedes no lo crean he vivido conmigo todos los días de mi vida y aún no me
conozco.” Espero que en esa manifestación se haya equivocado y así podamos
acercarnos al hombre y al escritor, al editor y al deportista y tantas cosas
más. Ante ustedes, en Gáldar y para tributarle un merecido homenaje, en esta
Segunda Edición del ELVA, se encuentra hoy entre nosotros: Ánghel Morales
García, todo un luchador, un idealista y un gran profesional en el complejo
mundo de la cultura.
Juan Francisco Santana Domínguez
¡Dios Santo:¡¡¡ Ya era hora de que, hermano MORALES,te ofrecieran este merecido HOMENAJE y a la grata espera de que se repitan muchos más! Te lo dice Zamora!
ResponderEliminarMuy contento por este homenaje, tan merecido, y para mí ha sido una inmensa alegría poder ser partícipe, aunque no estuviera presente, pero me siento como si hubiese estado a tu lado. Un abrazo muy GRANDE.
ResponderEliminarFelicidades por ese merecido homenaje.Gran persona y excelente ser humano.Un fuerte abrazo. Besos.M.José Godoy
ResponderEliminarMuchas felicidades, te lo mereces
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