Y TEZANOS TENÍA RAZÓN
POR
KAPRAK63
Cuando quedan los
minutos de la basura, sobre los últimos resultados correspondientes al
escrutinio oficial de las elecciones generales del 28 A, se abre un escenario
con ciertas incertidumbres pero con varias certezas evidentes. La mayor certeza
es la asistencia en directo de la demolición del Partido Popular. Una debacle
absoluta, sin paliativos, pues Casado ha batido todas las marcas de mínimos del
partido desde su fundación y, según se comenta en los mentideros económicos,
impediría la viabilidad económica de la formación contando incluso con las
cuentas en A, en B y en C.
Si el Sr. Casado
evidenciara un mínimo de dignidad, aspecto harto improbable, y emulara a alguno
de sus homólogos europeos, la esperada aparición que hará en breve para
analizar de manera global los resultados obtenidos por su partido, debería ser
acompañada por la oferta de la disponibilidad de su cargo a los intereses del
partido.
El Partido Popular
ha llevado a cabo una campaña de una agresividad desconocida, llevando las
cotas de zafiedad, animadversión y falsedad a límites que, hasta para esa
derecha que siempre se encabrona cuando la apean del poder, son desconocidos.
El camino se torció
el día en el que este partido eligió a su candidato.
Paradojas del
destino, fue una "coalición de perdedores" la que apartó del
liderazgo a la ganadora de esas primarias, Soraya Sáenz de Santamaría. Una
persona mucho más preparada, cabal, moderada y capaz y que, sin duda alguna,
hubiera mantenido la debacle en niveles de votación mucho más dignos,
simplemente no escuchando las soberbias futilidades del que nos metió en una
guerra en la que no pintábamos nada, el Sr. Aznar.
El día que el
actual presidente del partido fue elegido en esa amalgama de compromisarios
amañados abrigué un fugaz rayo de esperanza sobre la imposibilidad de que el
Partido Popular volviera a gobernar en la próxima legislatura. El tiempo le ha
dado la razón a ese pálpito.
A pesar de haber
contado con la colaboración de toda la brunete mediática, esa caterva
proporcionalmente apabullante, que se ha beneficiado durante lustros de
subvenciones del partido más corrupto de la democracia, la realidad, a veces,
es muy tozuda. Y es tozuda porque, a pesar de que pusieron a parir, e incluso
exigir la dimisión del actual presidente del CIS, este tenía razón.
Un disparate, una
broma de mal gusto, una pantagruélica manipulación, insistían una y otra vez
desde sus páginas tintadas, cuando Tezanos, con los datos en bruto y sin
cocinar, argumentaba que la hostia de realidad que el PP se llevaría en las
urnas sería memorable y que el PSOE estaría por los 125 escaños.
Los hechos, y solo
los hechos son los que dan y quitan razones. Tezanos, para muchos será un
capullo, estará puesto a dedo, será un sectario, será el personaje menos
apropiado para presidir un estamento que en algún día de pasado tuvo un
prestigio ya perdido, pero el caso es que el muy cabrón lo ha clavado.
Y es que España,
esa España que corría el riesgo de partirse como si fuera una oblea, de esas
que muchos votantes de derecha se endilgan en los oficios antes de ejercer su
derecho al voto, no era la que bocetaban tenebrariamente los que han construido
el relato de la confrontación y de la viabilidad de este país.
Espero que la
autoafirmación en el sesgo de confirmación, y la incapacidad para ver mas allá
de lo que queremos ver, haya servido de lección a los serviles voceras de la
derecha, aunque dado el pasado y el presente de la manera de actuar de estos
medios es tan improbable como que la derecha pueda conformar gobierno en la
próxima legislatura .
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