Páginas

jueves, 18 de abril de 2019

HOMENAJE a Ángel Morales García en la Segunda Edición del ELVA.-


HOMENAJE  a Ángel Morales García en la Segunda Edición del ELVA.-
JUAN FRANCISCO SANTANA DOMÍNGUEZ
Son tantas las actividades, recuerdos y anécdotas a las que, en esta ocasión, puedo hacer alusión que, muy probablemente, algunas de ellas, quedarán a la espera para otra ocasión porque no se trata de alargarnos en el tiempo con muchos datos y anécdotas y sí destacar al ser humano y al profesional que es el herreño Ánghel Morales García, un hombre por el que sigue fluyendo la sangre bimbache, de familia humilde, nieto de ovejero, íntegro y un luchador incansable por aquello que considera que merece la pena pero sobre todo un ser humano que ha llevado a cabo tantas actividades que se nos hace imposible presentarle como tan sólo un editor o un escritor porque, como verán, se trata de un reto mucho más complejo y es por ello que hay que definirle como un hombre extremadamente Polifacético.

En los últimos meses nos hemos visto con frecuencia, tanto en Tenerife, isla donde reside, como en Gran Canaria, en parte debido a que el homenajeado y al que escribe nos une ese bien que se denomina cultura, envuelta en una amistad que en cada conversación crece y crece, imparable,  y, en mi caso, se une la admiración que le profeso a un hombre que  por Canarias y por los escritores ha dado tanto, tanto que cualquier manifestación que se haga, seguramente, se quedará corta en los méritos que hoy se desea reconocer.
El encargo que se me hizo, por parte del creador del ELVA, el que en este momento se dirige a ustedes, se transformó, casi en un instante, en manantial que quiso con su bien inundar todo de reconocimientos hacia el escritor, periodista, editor, deportista, corresponsal en zonas muy complejas y en momentos en los que la vida del informador corría auténtico peligro, quedándose en su retina escenas dantescas y traumáticas de ese continente que tanto nos une.

Independentista afín a las ideas del MPAIAC de Cubillo pero no militante, pero manifiesta totalmente convencido “sí aprendí cuál era mi país, mi nación y mi Estado, aunque los curas me intentaran enseñar lo contrario.” Hoy en día continúa siendo independentista por dignidad y manifiesta: “En una colonia no se puede ser sino independentista, lo demás es puro colaboracionismo con los secuestradores de la libertad, porque si triste es la explotación del hombre por el hombre, mucho más triste es la explotación de un pueblo por otro pueblo.”
Por tanto estamos ante un convencido defensor del nacionalismo pero sabio que reconoce que ahora no es el momento de hacer realidad sus sueños, él nos dice que en un futuro la masa de foráneos llegados a las islas serán los que consigan aquello que hasta ahora no se ha podido conseguir y que él tanto desea.
Desde que desempeñara funciones de monaguillo han tenido que bajar muchísimos telones pero fueron años que le marcaron e hicieron al hombre comprometido con unos ideales que, en ningún momento, ha abandonado, estuviere donde estuviere. Ateo convencido por todo lo que vio y padeció; rojo y no encarnado, políticamente comprometido desde muy joven y encarcelado por el régimen franquista por defender sus ideas de izquierda, en ocasiones ha dicho que por ser considerado terrorista. Estudiante de artes gráficas y periodismo aunque, en realidad, su sueño era ser cosmonauta pero, entre otras razones, sus dificultades con los idiomas se lo impidieron.
Ánghel Morales es un editor inhabitual debido a que cuando se le precisa siempre está al otro lado del teléfono, no es de los que no contestan, de los que hacen oídos sordos a los que en él han visto al que podía hacer realidad sus deseos y, por qué no, sus sueños y es por ello que apuesta por todo aquel que cree puede aportar algo de calidad al mundo de la escritura pues limitarnos sólo a la literatura posiblemente deje fuera algunos proyectos que, sin dudarlo, Ánghel Morales ha emprendido y sacado adelante.
Lleva muchísimos años apostando por aquello que más le apasiona, cual es el mundo de la cultura, en general, y el de la escritura, en particular, y, como ya he reflejado, el comprometerse con los que, como editor, pensaba que se lo merecían y de ahí la lista de autores, comenzando por sí mismo pues son más de cuarenta libros los que lleva publicados, que puede esgrimir como brillante carta de presentación. Siendo ejemplos de ello Generación 21, un volumen en el que Ángel Morales, después de llevar a cabo una selección, coordina y prologa una obra en la que se presenta a doce novelistas canarios; libros de poesía entre los que se puede destacar El Credo Guanche o Nación Canaria; tres obras de teatro; y sus obras de temas diversos que van desde aquellos que versan sobre aspectos religiosos, deportivos, etnográficos o los de corte filosófico, con lo que, de forma clara, nos encontramos ante un hombre polifacético donde los haya.

Precisamente sobre sus creaciones manifestaba: “Dicen que soy uno de los autores más leídos de las islas en las últimas décadas. Hablando de mis libros, tengo títulos que me alegran mucho y a veces cuando los leo parece que no los escribí yo, que una mente más lúcida que la mía hizo posible este encanto. Otros sin embargo me repelen y pienso cómo hubo editores tan torpes que editaron tremenda porquería, pero bueno, qué le vamos a hacer.” Lo cierto es que estamos ante un enamorado de los temas canarios y su obra, en gran medida, es una reivindicación constante de la canariedad.
En el mundo de la cultura y, por ende, en el de la literatura es un hombre que no se corta para decir lo que realmente piensa sobre ella, cuando lo cree oportuno, y así se manifiesta en contra de lo mediocre y contra aquello que considera que no es lo que se debe publicar. En ocasiones nos encontramos con el Ánghel Morales reivindicativo y crítico, en su pura esencia, siendo ejemplo de ello cuando dijo: “También tuve la desgracia de presidir a los Libreros de Tenerife y casi termino suicidándome, pero me ayudó a conocer los bajos fondos y la suciedad que hay en el mundo de la cultura canaria, con oscuros manejos para proteger a los mismos, con amiguismos, con enchufismos y con puñaladas traperas. Fuerte mierda todo, fuerte mierda.”
Como deportista hay que decir que, entre otros, fue un practicante destacado en la lucha canaria, un gran estilista, también fue futbolista, aunque por su pequeña estatura no pudo dominar el juego aéreo pero no por ello dejó de desenvolverse en el mundo balompédico profesional pero fue en otros menesteres donde destacaría, desenvolviéndose muy bien y así le vemos como escritor y editor, dominando en estas disciplinas todos los entresijos de un mundo apasionante aunque manifestó: “Cuarenta años emborronando folios dan para mucho, pero al final te das cuenta que no has conseguido casi nada. Ni jugué en la Primera División Inglesa, ni viajé al espacio, ni he ganado nunca un puto premio literario, me salva el que tampoco me he presentado a ninguno. Bueno, miento. Una vez gané un premio de poesía, con un poemario dedicado a la que era mi pareja en aquel entonces. El amor hizo en mí maravillas… Cobré el premio… Pero por aquel entonces llegó la ruptura sentimental y mandé un certificado pidiendo que no se publicara. ¡Qué capullo! Al final me hicieron devolver el dinero del premio. Una de las tantas veces que hice el idiota en la vida. Hoy cobraría el premio y que le den por el culo al desamor.” 
Colaborador deportivo en la revista Sansofé. Incansable viajero y revolucionario: “No sé ni en cuántos sitios estuve, ni a cuántas profesiones me dediqué: canté en los metros de media Europa… e incluso me apunté a revolucionario en algunos lugares como el Sahara.” A su vuelta a Tenerife escribió para Diario de Avisos y La Tarde. Así mismo trabajó para Radio Club Tenerife o Radio Cadena Española y durante años fue corresponsal de la Agencia Mencheta en las islas, siendo su especialidad el deporte pero teniendo al oportunidad de escribir sobre cosas que ocurrían en Canarias y que nadie, en aquel entonces, se atrevía a publicar. Trabajó en la Cooperativa de Artes Gráficas Yurena, uno de los proyectos culturales más importantes que se han dado en Canarias, proyecto que dio la posibilidad a muchos autores de publicar sus libros con muchísimas facilidades. Yurena hizo que otros proyectos editoriales vieran la luz, como fueron la Editorial Globo o Ediciones Aguere. “Tuve la posibilidad de ser el gerente de este proyecto, que además sirvió para que en más de una década se hicieran proyectos culturales, campañas electores e infinidad de trabajos creativos comerciales.” Tuvo la oportunidad de dirigir varias revistas, como Archipiélago Canario, la más prestigiosa revista de información general de cuantas se han hecho en las islas y la que más alcance tuvo en el exterior, sobre todo en América Latina; también dirigió La Voz del Valle, la revista más crítica y comprometida de la época, logrando sonoros éxitos; en La Guía Semanal de Tenerife, la primera revista gratuita de estas islas; El Rastro, el primer periódico de anuncios por palabras; X. Contactos, la primera revista de relaciones de Canarias o la primera Revista de la Mujer.
En cuanto al tiempo transcurrido ha manifestado: “he tenido que ver cómo otros parten antes que yo, para esperarme sentaditos al otro lado del tiempo jugando una penosa partida de ajedrez con la nada.” Ánghel es un hombre vital, aferrado a lo que más le gusta y apasiona, y esos amigos que se han ido han de aguardar, sin perder la calma, para jugar esa partida con el Todo porque en su mochila pocas cosas más caben, teniendo que pagar, en el momento que tenga que volar hacia la inmortalidad, un extra por exceso de equipaje pero ese viaje aún debe esperar toda una eternidad pues sus hechos van a hacer que se quede por siempre entre los caminantes.

He intentado hacer una semblanza sobre Ánghel Morales para así poder conocerle algo más pero como bien nos dice: “… pero conocerme a mí ya es otra historia, porque aunque ustedes no lo crean he vivido conmigo todos los días de mi vida y aún no me conozco.” Espero que en esa manifestación se haya equivocado y así podamos acercarnos al hombre y al escritor, al editor y al deportista y tantas cosas más. Ante ustedes, en Gáldar y para tributarle un merecido homenaje, en esta Segunda Edición del ELVA, se encuentra hoy entre nosotros: Ánghel Morales García, todo un luchador, un idealista y un gran profesional en el complejo mundo de la cultura.

                                                            Juan Francisco Santana Domínguez 

4 comentarios:

  1. ¡Dios Santo:¡¡¡ Ya era hora de que, hermano MORALES,te ofrecieran este merecido HOMENAJE y a la grata espera de que se repitan muchos más! Te lo dice Zamora!

    ResponderEliminar
  2. Muy contento por este homenaje, tan merecido, y para mí ha sido una inmensa alegría poder ser partícipe, aunque no estuviera presente, pero me siento como si hubiese estado a tu lado. Un abrazo muy GRANDE.

    ResponderEliminar
  3. Felicidades por ese merecido homenaje.Gran persona y excelente ser humano.Un fuerte abrazo. Besos.M.José Godoy

    ResponderEliminar
  4. Muchas felicidades, te lo mereces

    ResponderEliminar