PRESENTACION DEL
POEMARIO
"DE ESPINAS, CENIZAS Y LICORES"",
LA ÓPERA PRIMA DE LUZ
ARROCHA
Se trata de una obra
amarga, un grito mudo, que refleja una hipersensibilidad nacida del dolor, del
llanto, de la impotencia
Este libro se presenta
el sábado 15 de octubre en la Librería de Mujeres de Canarias
Escritura entre
las nubes lanza De Espinas, Cenizas y Licores, la ópera prima de la filóloga
Luz Arrocha, que también es la autora de la ilustración de la cubierta de este
libro. El poemario se presentará el sábado 15 de octubre, a las 19:30 horas, en
la Librería de Mujeres de Canarias (calle Sabino Berthelot, 42) en Santa Cruz
de Tenerife).
La mujer, la
muerte, la vejez, la enfermedad, la soledad, el sexo y la homosexualidad, el
paso del tiempo, pero sobre todo una lacerante crítica a la sociedad actual, a
las convenciones, a lo estipulado son algunas de las temáticas que va
recorriendo Luz Arrocha en este libro desde diversos enfoques y perspectivas.
Un cóctel tan substancioso como dispar, gestado y madurado a lo largo de los
años. Se trata de una obra amarga, un grito mudo, que refleja una
hipersensibilidad nacida del dolor, del llanto, de la impotencia. «No busques
felicidad en mi obra», matiza esta autora que ha eliminado de estas páginas
cualquier mínimo atisbo de ñoñería.
Luz Arrocha explica
en la contraportada de su poemario: «Según Oscar Wilde, “No existen más que dos
reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo”. Así que, con las
zapatillas de ballet puestas y una pequeña maleta, me lanzo, me precipito por
el borde de la tierra plana, resoplando como ballena blanca, apretando las dos
caras de la moneda, a pesar de los momentos de sed, de campanilla quemada, pues
no debemos derramar sal a la ligera si no nos atrevemos a volar. Las cartas hay
que jugarlas y, por fortuna, ni las palabras se las lleva el viento, ni el
papel se moja tanto. Hablar es casi gratis, y lo que cae puede recogerse con un
cepillo viejo. El aire no sopla tan fuerte».
Mirada al mundo y
canto a la libertad
Luz Arrocha no se
recrea en la belleza del lenguaje en sí mismo sino que se vale del lenguaje
para transmitir su visión de todo aquello que le causa crispación: «El ser
humano y yo nos llevamos a matar». Luz se refiere a ese ser humano que es capaz
de maltratar a otro, muchas veces, indefenso, ese que no tiene reparos en
culminar el «Asalto a la cuna». «A esa parte del mundo no lo comprendo. Escribo
desde el dolor y desde el calentón».
De Espinas,
Cenizas y licores es también un canto a la libertad. Y este canto se
materializa a primera vista en el propio grafismo y en la sintaxis del
poemario, no hay mayúsculas, ni cursivas porque «cada palabra tiene el mismo
valor», y la puntuación brilla por su ausencia. Son licencias de la autora que
se tornan en normas. Esas que le dan unidad a su obra al tiempo que sellan de
forma rotunda su personalidad.
Viaje
introspectivo
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