SCIOLI…¿EL TRIUNFO DEL SILENCIO?
EDUARDO SANGUINETTI,
FILÓSOFO RIOPLATENSE
Instalar
a Daniel Scioli como la figura clave en año electoral, responde a una apuesta
tradicional en el peronismo de aglutinar a propios y ajenos, que apuntaa la tan
mentada apertura proselitista del partido justicialista.
Lo
impensable, llega a instalarse en este 2015 en Argentina… un claro ejemplo, es
el cambio de postura de la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de
Bonafini, sobre Daniel Scioli, precandidato elegido por la presidente Cristina
Fernández, representando al Frente para la Victoria… Eduardo Van Der Kooy, un
articulista del diario Clarín, resalta en columna de opinión días pasados el
gesto de la presidente Cristina Fernández, al ponerse de pie en un acto en
Cañuelas, celebrando el rústico discurso de Scioli,”este gesto de Cristina con
Scioli, podría resultar la señal más elocuente del tiempo nuevo que se inició
en el peronismo, sin distinción de identidades” resalta el opinólogo del medio
Clarín, que pareciera haber bajado los decibeles de críticas acérrimas, al
gobierno de Cristina Fernández y darle un crédito de confianza al
motonautaScioli.
Sin
dudas, una electrólisis de identidades superpuestas se ha instalado en el mapa
político de Argentina… donde el candidato a presidente del PRO, Mauricio Macri,
a las claras, tuerce la proa de su discurso y se suma a los “logros”
estatizantes del gobierno kirchnerista, aprobando también, los subsidios
otorgados a ciudadanos de menores recursos, ¿suicidio político de quien fuera hasta
no hace mucho el mayor oponente al kirchnerismo?
Lo
curioso de este relato, es que Mauricio Macri, lanza estas palabras laudatorias
la noche del triunfo de su benjamín, Horacio Rodríguez Larreta, en elecciones
para Intendente de la Ciudad de Buenos Aires, en que ganó por mínimo margen, a
Martín Lousteau, un ex-ministro de Economía del gobierno kirchnerista,
hoy, en otro espacio político.
La
elección repentina de Daniel Scioli, como candidato del Frente para la
Victoria, fue un balde de agua fría para la mayoría de militantes
kirchneristas, que lo han visto siempre con desconfianza, “un sapo de otro
pozo”… “el soldado Scioli”, siempre firme y en silencio, a la hora de hacer la
venia, a lo que sea y por lo que sea, soportando situaciones indignas en muchas
ocasiones, pero… la persistencia, tiene su premio, ¿o existen pactos
preexistentes para haber arribado a este final?
En
estos últimos meses, la única oportunidad de seguir con el denominado Proyecto
Nacional y Popular, al que se volcó un pueblo entusiasta y con ánimos
participativos, por supuesto condicionado… y el sueño de continuidad, hoy
diluido para miles… entre la vacilación y el acatamiento a la elección de este
candidato, hoy gobernador de la Provincia de Buenos Aires, por la líder
Cristina, dejó boquiabierto hasta el más templado… un “golpe oportuno” asestado
con la mejor-peor de las intenciones, ingenuidad ausente, Maquiavelo presente,
sin lograr disimular el oportunismo de quienes pactan en las sombras, ¿una
traición a lo construido en estos años de gobierno K?.
Paternalismo,
bonhomía, “legalidad” y apoyo de la banca europea que puede apoyarlo, serán las
armas a utilizar de ahora en adelante, si DaneilScioli fuera presidente,
acompañado por su mujer, la inefable Karina Rabollini, ex-modelo publicitaria y
de pasarela, hoy ferviente fan de Eva Perón, ah! y el Dr. Carlos Zanini,
candidato a vicepresidente y compañero de fórmula del motonauta… Daniel Scioli,
impulsado a la política, como no lo ha escondido jamás, por el presidente
ultraliberal, Carlos Menem, cuando lo eligió como diputado electo de Buenos
Aires, allá en 1997, sin militancia, sin trayectoria política, pero con
contactos puntuales, para arribar a “buen puerto”.
Y
me pregunto ¿quién es Daniel Scioli?, en los /80, paseaba debajo de las
pasarelas de Giordano, el peluquero estrella, por Punta del Este, una infancia
de familia neoburguesa, una hija escondida durante quince años, su fascinación
por el Dr. Ricardo Alfonsín, la quiebra de la casa de electrodomésticos
familiares y una carrera en un deporte para pocos, donde de manera permanente
tomaba contacto, a nivel cocktel, con los poderosos de Europa… cierta
coquetería vocacional y la áspera relación con los Kirchner… no olvidemos que
este hombre maniqueista y neutro, puede ser el futuro presidente de Argentina,
el país de los “frentes internos”, donde Dios es argentino y se vive en una
verdadera “democracia procedimental”.
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