RECTORALES MIMITOS
MOVIMIENTO UPC
Según el Center for World University Rankings (CWUR por sus siglas en
inglés) correspondiente al año 2015, la universidad española en La Laguna ocupa
el puesto 602 entre mil universidades evaluadas en todo el mundo, teniendo en
cuenta como parámetros la calidad de la educación, la empleabilidad de sus
alumnos, la calidad de las facultades, las publicaciones, la influencia, las
citas, las patentes e impacto. Algunos, en un alarde de optimismo, estarán
pensando que podría haber sido peor. No nos incluimos en ese grupo: el score
(puntuación) entre esa institución (44.51 sobre 100, correspondiente a Harvard)
y la que ocupa el número mil, 44.02, es de 0.49.
El monto global del presupuesto de la citada universidad
para 2015 asciende a 135.690.235 euros, o sea, casi repitiendo, unos treinta y
seis millones de euros (cerca de veintitrés mil millones de pesetas),
procedente en su totalidad de los impuestos de los damnificados contribuyentes,
correspondiendo los ingresos prácticamente a un único capítulo, las tasas de
aquellos estudiantes que tienen la obligación de abonarlas, ya que los hijos del
personal están exentos de pagar la por matrícula o lo que es lo mismo la
abonamos los damnificados contribuyentes, con la sangre, el sudor y las
lágrimas de los trabajadores a los que algunos, demagógicamente, dicen defender,
trabajadores cuyos hijos siguen mayoritariamente sin acceder a los estudios
universitarios o tienen que abandonar los mismos por falta de recursos, lo que
contrasta hipócritamente con el trato de favor que reciben los descendientes de
la casta. Ellos lo llaman derecho a matrícula gratuita.
Este dato es especialmente
dramático, toda vez que la endogamia en dicha institución alcanza niveles
realmente vergonzantes y no sólo por el hecho de que los contratos se realizan
dentro de los propios departamentos y por los responsables de los
departamentos, sino que en la inmensa mayoría de los casos son los hijos de los
profesores los que se benefician de los mismos dado que una vez que arriban en
esa universidad indefectiblemente se transforman, milagrosamente, en unos
“auténticos genios”, sin que nadie haya aclarado tal misterio o si tiene algo
que ver con el público y notorio control que sobre la misma ejerce el opus dei.
Desde la falsaria selectividad,
en la que basta presentar una simple reclamación para que el examen sea
revisado incluso por el propio padre, madre, familiares y allegados. A estos
hay que añadir los programas y becas a los que se acogen los retoños, los viajes
de los profesores, con la menor excusa, fundamentalmente a congresillos en los
más recónditos lugares del planeta, sin aportar nada relevante científicamente
como lo demuestra el hecho de que luego no se reflejan en publicaciones en
revistas internacionales de factor de impacto significativo (a la evaluación
del CWUR nos remitimos), financiados, como siempre, con dinero procedente del
erario público, amén de otras dádivas para hacer más llevadera la vida de la
casta verdadera, mientras la mitad de la población canaria mal vive bajo el
umbral de la pobreza, más del 33 por ciento de la población en edad de trabajar
está en el paro, que asciende al 60 por ciento en el caso de nuestros jóvenes.
Recientemente el cónclave ha
procedido al nombramiento de rector en sustitución de Domenech, popularmente
conocido como “el amigo de los estudiantes” por las perrerías que les hizo a
los mismos, sobre todo como atisbara en ellos algo de “tufillo” nacionalista,
que sin embargo había obtenido menos apoyos que el pato que algunos estamentos
conscienciados presentaron como candidato a rector.
El nuevo esbirro del
colonialismo de la universidad española en La Laguna es Antonio Martinón, con
amplia experiencia servicial a la madrastra, nada arbitraria, España, en cuyo
curriculum destaca haber ejercido como consejero del Cabildo Insular de
Tenerife representando al Partido Socialista Obrero Español (y nada de
Canarias), el partido de los GAL, partido que sostiene que es inmiscible con el
otro partido de la burguesía española, el PP, aunque voten conjuntamente y
colaboren estrechamente en todo lo que suponga mantener la lacra del régimen
monárquico y colonial, como la arcaica ley de seguridad nacional recientemente
aprobada por el PPSOE, al que también representó el ahora mimoso rector como
delegado del gobierno metropolitano cuando se celebró el glorioso Referéndum
inquiriendo sobre nuestra adhesión a la Organización del Tratado del Atlántico
Norte (OTAN), que rechazamos, por lo que recurrió a la represión pura y dura, con
la rancia policía del colonialismo, masacrando a los estudiantes en 1987, que, democráticamente,
se manifestaban repudiando la reaccionaria ley de reforma universitaria.
Las primeras manifestaciones
públicas del susodicho no pueden ser más lamentables y patéticas: “Hace poco el
Parlamento aprobó varias leyes sobre universidades privadas. No tengo ninguna
crítica, pero también es bueno que hable sobre las universidades públicas y les
demuestre el mismo ‘mimito’ que ha demostrado a las privadas”.
Todavía actualmente, en la era
de la nanotecnología, la castrada y castrante institución no tiene la decencia
de incluir en su curriculum escolar el ancestral idioma que hablaron y
escribieron nuestros ascendientes, los mahos, awaras, guanches, canarios,
bimbaches y gomeros. No ocurrirá lo mismo con nuestras ya en ciernes
universidades.
Movimiento por la Unidad
del
Pueblo Canario (Movimiento UPC)
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