FÓRMULAS DE
ENTREGA Y SUMISIÓN
POR EDUARDO SANGUINETTI
Ese momento, en
el que la realidad se muestra dúctil como nunca, en el que el dado se detiene
en el aire antes de caer, siempre celebrará el azar que ninguna caída abolirá.
Pero detener el instante celebrando lo posible, en nombre de cualquiera, todos
y ningún sentido, liquida el azar contra la jugada… de tal manera, a modo de
manifiesto, me propongo combatir la interpretación azarosa de la realidad, a la
que parecieran asimilarse las prácticas de gobiernos, apuntalados por los
omnipresentes medios funcionales al sistema.
Que puedo
pensar, sin interpretaciones vagas y yuxtapuestas, cuando me presentan a un
candidato a la presidencia de Argentina, como Daniel Scioli, representando a un
gobierno “nacional y popular”… un hombre sin militancia, sin ideas o ideales,
al menos a la vista… que fue instalado en la política vernácula, por el
presidente Menem, aquel que mantuvo “relaciones carnales” con EEUU, a quién
este candidato, lo recuerda como su maestro.
No encuentro la
diferencia, en votar a Scioli o Macri, los dos candidatos a la presidencia de
la República Argentina, con mayores posibilidades de ocupar el denominado
sillón de Rivadavia… ironía macabra, que un pueblo se enfrente en las urnas con
dos candidatos, que podrían conformar una fórmula para un único partido,
neoliberal a ultranza, con los tintes de la región, de entrega y sumisión… el
destino ha colocado un manto de anacronismos y de opacidad en la historia
política de Argentina, ya de por si ficcionalizada.
Scioli se ha
reunido con el presidente Tabaré Vazquez, en tiempos de elecciones
presidenciales en Uruguay, vaya a saber por y para qué, pues siendo fiel a lo
manifestado no daré significado a interpretaciones que circulan en el ámbito de
la política de ambas orillas del plata, de por si bastante degradadas.
Todo lo
acontecido, en antípodas a los procesos revolucionarios, de mitos escindidos,
como lo fueron los del Che Guevara y demás heroicos batalladores de esta
suramérica, tan impertinente con su prohombres. Aquellos que pretendían una
unidad continental, entregándose a la tarea monumental de lograr una Patria
Grande, tan lejana hoy de las realidades obtusas, impuestas, vaya a saber por
quién o quienes… bueno, no nos engañemos, pues el sarcasmo absurdo y el
anacronismo, configuraron la alegoría de la historia de las naciones
hispanoamericanas y su destino de justificaciones, que hicieron que jamás
hayamos salido del estado de balcanización irreductible en naciones que se
pretenden libres y autodeterminantes.
La permanente
presencia de los “mismos” relatores de la historia falsificada, los
entregadores de estas tierras, presentes en importantes espacios, de los medios
funcionales al poder, nos hacen pensar, sin ser grandes visionarios, que nada
cambiará… viendo y leyendo días pasados al ministro de economía de Menem y De
La Rúa, el economista entreguista, Domingo Cavallo, dando fórmulas para que
Grecia salga del default, me hizo meditar y dar por terminada la jugada, contra
el azar, que no detiene la jugada de las transanacionales, los “muertos vivos”,
resisten cualquier análisis fraguado en las usinas de inteligencia, que dictan
y rigen en estas tierras.
Kafka en
Suramérica, adquiere una resemantización en la subestimación de la identidad,
basta visualizar el acontecer de nuestra historia, desde las guerras
denominadas de independencia, hasta este presente degradante, manipulado por
logias, corporaciones y demás detritus, instalados en Gran Bretaña o en su
enviada, el imperio del norte y sus acólitos.
Estos
contratiempos previsibles, de encuentros y desencuentros, sumando inclusive la
presencia inefable de modelos de ocasión, futuras primeras damas, siempre al
acecho del paladín sustituto, no impedirán encontrar algún estímulo maníaco en
las palabras de Hegel:” Si la realidad es inconcebible, será preciso que
forjemos conceptos inconcebibles.”… El trabajo de desencantamiento no tiene
fin, ¿debería poder probar que es cierto?
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