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DE FÚTBOL, EL BOTAFOGO.
POR TEOBALDO PÉREZ ARNAY
El Botafogo, club histórico donde
los haya, tuvo la suerte de contar, en su momento, con una auténtica
constelación de estrellas, entre las que cabe destacar a Nilton Santos, para
muchos, el mejor lateral izquierdo de la historia del fútbol, con permiso de
Maldini Jr., Schnellinger, Facchetti y Roberto Carlos. Por mi parte, también
opino que ha sido el mejor.
Con él, se crearía el estilo de los
laterales ofensivos típico del fútbol brasileño; esto es, auténticos laterales
atacantes, que más que defensas irrumpían al ataque como puñales extremos. El
gran Nilton Santos fue el precursor de esta línea de jugadores que crearon
moda.
No debemos olvidar, que formó parte
de un equipo, Botafogo, y que formaría parte del ala infernal de ese equipo:
Nilton Santos y Garrincha, y que éste último, fue fichado, a sugerencia del
propio Nilton Santos, después de habérselas tenido tiesas con el genial
Garrincha; por lo visto, según cuentan las crónicas de la época, el repertorio
de regates, caños y sentar en más de una ocasión al propio Nilton Santos,
hicieron que pidiera a su entrenador Gentil, que lo fichasen para el Bota.
Fue jugador de un solo equipo:
Botafogo, formando a ser parte de un equipo de leyenda: Garrincha, Didí, Nilton
Santos, etc. De ese equipo se comentó que, "·Didí decía, que le pasaba el
balón a Garrincha con el fin de reírse". Tal era el repertorio del 7.
De Didí se ha comentado que era un
jugador sobrado técnicamente, cerebral y que era el pensante de tal equipo.
Además, el inventor de la fohla seca. De ese modo se decía que era una técnica
consistente en un disparo potente en la parte central del balón que le daba al
mismo una trayectoria ascendente para luego descender bruscamente describiendo
una parábola, literalmente como una hoja seca al caer del árbol. El mismo
jugador decía que aprendió tal técnica en los partidos playeros celebrados en
Brasil, y que la practicó por primera vez en un encuentro frente al Fluminense,
por unas molestias que tenía en el tobillo, chutó a portería aplicando la
misma.
Ese gran equipo, visitaría nuestra
Isla el día 24 de mayo de 1955, logrando Garrincha levantar la grada en
repetidas ocasiones; el que lo pasaría mal sería el defensa del CD Tenerife
Perla ante el repertorio de dribblings que le "obsequiaría" tal
ilustre jugador, aunque la crónica del Aire Libre dirían que fueron muy
repetidas esas jugadas, llegando a cansar incluso a la grada, a pesar de
reconocer la espectacularidad de las mismas.
Estoy escribiendo el presente relato
en las instalaciones del Real Casino de Santa Cruz de Tenerife, y haciendo un
paréntesis en mi escrito, he ido al bar de esta institución de la ciudad a
tomar un cortado; en la cafetería comenté entre tertulianos, el motivo de mi
relato; pues bien, un socio de apellido Plasencia, hizo referencia a un
conocido suyo, de profesión marino mercante; le comentó que había visto a un
señor de aspecto un tanto demacrado en un estadio en Brasil, con una gabardina,
en una esquina de la grada de dicho estadio; cuando se fijó con más
detenimiento en el personaje, se dio cuenta que se trataba de Garrincha y que
se dirigió a él, preguntándole si era o no el conocido futbolista; ante tal
situación, Garrincha le dijo que sí; ante su respuesta afirmativa, le dijo que
lo había visto jugar en Tenerife, Isla ésta, en la que vivía y que había tenido
la oportunidad de verle actuar con su equipo, el Botafogo. Parece ser, que
Garrincha le comentó, que en las filas del CD. Tenerife había podido contemplar
a un extremo rival -ese día Tomás - con unas características de un jugador muy
habilidoso, más de estilo brasileño que español. Esa conversación podría ser
parte de la leyenda de Tomás y de nuestro representativo, el CD. Tenerife, pero
como no lo podemos certificar, lo dejamos así y que se quede en LEYENDA DEL CD.
TENERIFE
Fdo. Teobaldo Pérez Arnay
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