DEL MUNDIAL
FEMENINO Y LA COPA AMÉRICA
POR ILKA OLIVA CORADO
Hay mucho que decir del
fútbol femenino y masculino. Mucho que denunciar respecto a la discriminación y
violencia de género en el mundo deportivo. Ni el fútbol ni ningún otro deporte
son exclusividad de los hombres, no le pertenecen a un solo género.
“Las mujeres
también pueden, no se necesita ser hombre para lograr ser la mejor futbolista
histórica del mundo.” -Marta Vieira da Silva.
Muchas veces he
escuchado que “intelectuales” banalizan el fútbol y le llaman el opio de las masas.
El fútbol es pasión, es sangre vida, es garra, entrega, es lucha, es alegría y
frustración. Es un catalizador por excelencia. Al fútbol hay que hacerle
reverencia porque nace en las periferias marginadas y los pueblos olvidados.
Para jugar al fútbol hay que tenerlos bien puestos, es un deporte de
inteligencia. Por eso lo juegan los albañiles a la hora de almuerzo, los
panaderos al salir del trabajo, lo juegan los niños proletarios, lo juegan los
huele pega, los jornaleros, los campesinos.
El balompié es
el corazón latente de los “nadies.” Lo juegan las niñas guerreras, a las que
les importa un pepino lo que diga la sociedad. Las mafias que lo circundan son
caso aparte, y no hay que ser “intelectual” para saber diferenciar las cosas.
Sentido común solamente. Ahora bien que si ese es el pretexto para buscar
desprestigiar al deporte más bello del mundo pues ya serán patadas de ahogados.
Aunque la
selección de mis amores es Brasil, felicito a los chilenos por su primera Copa.
Ya le hacía falta a Chile una alegría así, una alegría en ese estadio en donde
tanto sufrió la Memoria Histórica. Una euforia y un júbilo así solo lo puede
dar la pasión de pasiones: el balompié. El golazo de penal que hizo Alexis solo
los hacen los grandes, los magos, los niños de pies descalzos, las crías de
pueblo y de arrabal. Solo los niños con hambre, carencias y con sueños son
capaces de hechizar con su carisma y sus habilidades montunas. Merece toda la
gloria que está viviendo en su carrera deportiva. Por él y por los millones que
crecen sin oportunidades. Cada vez que uno de los nuestros ilumina con su luz
de alcantarilla los podios insignes donde solo desfilan los grandes, sentimos
el triunfo como propio. Alexis, orgullo de nosotros los parias. Como lo es
Maradona y Pelé. Como lo es Marta.
Lo personal es
político, eso lo demostró el Mapuche Jean Bausejour Coliqueo. “En un lugar
donde hubo tanta tristeza y muerte, hoy le dimos una alegría a este pueblo.”
“Es importante que Bachelet además de felicitarnos escuche las demandas de
profesores, estudiantes y portuarios.” Mapuche tenía que ser. Por el lado de
Argentina es injusto que con 11 jugadores en la cancha se le exija el
campeonato a Messi, él da y hasta de más. Simplemente en esta ocasión no fue
para Argentina, así es el fútbol.
Programado para
las mismas fechas que la Copa América se desarrolló el Mundial Femenino de
Fútbol. Hoy es la final de Estados Unidos contra Japón. Ambas selecciones son
favoritas, y son potencias y pioneras en el fútbol femenino mundial. En esta
edición de Canadá 2015, el número de selecciones convocadas cambió de 16 a 24.
Llama poderosamente la atención que la difusión que hacen los medios de
comunicación siempre para los Juegos Olímpicos y Campeonatos Mundiales, es
investigar la identidad sexual de las jugadores y exponerlas ante la luz
pública con toda la intención de desacreditar. Cosa que no sucede con los
deportistas hombres. Pues en esta edición del Mundial no fue la excepción, fue
lo que resaltó más allá de los resultados de los juegos, el empeño de las
jugadoras y el apoyo del público canadiense. Otra tema importante y con nula
difusión es el abuso de FIFA al exigir exámenes de verificación de sexo a
jugadoras que no encajan en los estereotipos de lo que debe ser una mujer
deportista. Una humillación pública y que como consecuencia si se niega (con
todo el derecho del mundo) puede traer consigo la expulsión de su equipo o
selección. Las “anomalías” a calificar son las caderas anchas y los pechos
voluminosos, vellos y musculatura. Si una mujer no encaja en su género será
suspendida.
¿Encajar?
Seguimos viviendo bajo las normas estrictas del patriarcado que nos ve a las
mujeres como el sexo débil y quiere que todas actuemos, nos veamos y vivamos
conforme a los estereotipos que éste nos impone. Pero la naturaleza humana
tiene su propia ley, somos diversidad, hay mujeres con pechos pronunciados hay
otras que no, hay mujeres con caderas anchas y hay otras que no. ¿Cuál es el
problema?
No solo nos han
negado a través de la historia la participación deportiva (vayamos a Atenas y
la historia de la participación de la mujer en las justas deportivas) sino que
no nos dejan hacerlo con libertad, siempre nos imponen su patriarcado. ¿Hasta
cuándo? ¿Por qué razón este tipo de humillaciones no las exponen los medios de
comunicación? ¿Qué de importante tiene la identidad sexual de una jugadora en
su desarrollo profesional? Personas con distinta identidad sexual hay en todos
lados y esto no debe ser un limitante para que sean tratadas como lo que son,
seres humanos. Y lo mismo es con las mujeres árbitros.
El balompié
pareciera ser un tema banal pero no lo es, es cuna de pasiones y de
humillaciones cuando no se le ve como lo que es: un deporte que puede ser
practicado por quien lo quiera disfrutar.
La gran diferencia
del papel de las mujeres en un Mundial Femenino y en una Copa de final de
campeonato, Juegos Olímpicos o Mundiales expresamente de torneos masculinos es
que ahí van de edecanes, lo que importa es exponer como carne fresca sus
cuerpos, en la otra lo que está en juego es su habilidad deportiva, lo que
expone el patriarcado es el cuerpo de la mujer como un ente sexual y de placer
para el hombre: ya sea jugador, entrenador o público. Lo que sucede en los
torneos femeninos y que al patriarcado no le gusta, es ver cómo desarrollan sus
habilidades y destrezas comprobando que no hay ninguna diferencia entre un
hombre y una mujer como un ente en la sociedad. En los eventos masculinos a la
mujer se le cosifica, en los eventos femeninos la mujer juega un papel
participativo y constructivo como un ser integral.
Las cadenas
televisivas mundiales no dan mayor relevancia a las participaciones deportivas
de las mujeres, no porque ellas no tengan el nivel profesional que un hombre,
porque en esto todos los sabemos que los superan, el juego limpio se ve en los
torneos femeninos más que en los masculinos. La entrega, la pasión y los
golazos para enmarcarlos de por vida también suceden en los torneos femeninos y
con mayor regularidad que en el de los hombres.
Pero la
invisibilidad no solo es en televisión, el apoyo que da FIFA es mínimo, los
sueldos que devengan estas profesionales del fútbol son ofrendas, en la mayoría
de países ellas mismas se tienen que costear sus gastos para poder participar
en un equipo deportivo, porque la Federación de Fútbol de sus países les niega
la ayuda. Porque FIFA envía donativos miserables que no alcanzan ni para
comprar balones que llenen los requisitos. Porque todo lo que circunda a las
mujeres independientemente de los deportes es patriarcal y el patriarcado no
nos quiere como entes de cambio, seres integrales, en equidad, nos quiere como
el sexo débil y sumiso y callado y frustrado. Nos quiere solo como el vientre
para parir y como la vagina que da placer. Nos necesita como espectadoras del
triunfo de los hombres. Nos quiere en las sombras. ¿Participativas? Jamás.
En ejemplo de
la imprescindible Marta, a la que aún no logran leer sus habilidades, le han
puesto el mote de la Pelé-mujer. Como si no supieran que es un ser individual
que no necesita brillar bajo las luces de otra persona y muchos menos de un
hombre. Ella es Marta y punto, como Marta debe ser reconocida. Es quien ha
ganado más balones de oro en la historia de la FIFA superando con esto a todos
los jugadores hombres de la historia. ¿Se menciona esto en los medios? No,
porque es mujer.
Además su
origen humilde tampoco se menciona, ella es niña de pies descalzos, una mujer
que sufrió discriminación por su género, pero ahí está triunfadora y en
representación de todas las niñas que crecen invisibles y sin herramientas para
un desarrollo integral y mucho menos para una participación deportiva de
carácter mundial. Marta es el orgullo
de todas las niñas que crecimos en la miseria, ella nos representa con
dignidad. No hay jugador hombre en la historia del fútbol que siquiera se
acerque a las habilidades deportivas de Marta. He ahí el empeño del sistema
patriarcal en mantenerla en las sombras.
Hay mucho que
decir del fútbol femenino y masculino. Mucho que denunciar respecto a la discriminación
y violencia de género en el mundo deportivo. Ni el fútbol ni ningún otro
deporte son exclusividad de los hombres, no le pertenecen a un solo género. Lo
único que nos diferencia a las mujeres de los hombres es que nosotras podemos
parir y ellos no, es lo único. La matriz es la única diferencia, por lo demás
demostrado está que todos tenemos las mismas capacidades y habilidades, lo que
no tenemos son las mismas oportunidades para desarrollarlas.
En Estados
Unidos y en las potencias mundiales las niñas practican más al fútbol que los
hombres, y no las discriminan y no las señalan y no las humillan. No las tachan
de marimachos. En Estados Unidos y en las potencias mundiales desde la edad
escolar se conforman equipos mixtos donde participan niños y niñas por igual.
Ejemplo que deberíamos tomar en todo el mundo. No hay sexo fuerte ni sexo
débil, somos seres humanos integrales y como tal deberíamos ser tratados. Un
día ya no existirán los impedimentos patriarcales y veremos equipos mixtos, y
ya no será novedad ver mujeres árbitros y entrenadoras porque habremos superado
esa barrera que discrimina por género, porque este mundo será de igualdad de
oportunidades y porque el patriarcado será una parte oscura y lamentable de la
historia.
Falta mucho por
hacer, tanto por cambiar, tanto por reconstruir en temas de discriminación y
violencia de género, es trabajo de todos en todas las plataformas, en todos los
rincones del mundo. No hay que olvidar a una de las pioneras del fútbol
femenino a nivel mundial, la extraordinaria Mia Hamm. La selección de mis
amores es Brasil y mi heroína es Marta. Mis suspiros, Maradona y Pelé. Todos de
pies descalzos y de alcantarilla. Mi gente y mi raíz.
¡Qué la pasión nos haga
libres
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