YO SOBRE, TU
SOBRE, EL SOBRE…
Por Cándido Quintana
Yo
creo, presente de indicativo del verbo creer, como con seguridad el resto de su
conjugación, que los famosos sobres del Partido Popular obedecen a una estricta
verdad, igual que el dinero de -caja b- o negro que soportó, y no se si aún
sigue soportando, esos pagos de ricos en época de pobreza generalizada. Es una
situación normal en esta época de corrupción generalizada por la que atraviesa
España.
Dicho esto y esperando que el juicio
llegue a buen fin, entendiendo por ello que el veredicto final se ajuste a la
verdad que algunos ya han reconocido, procede cerrar esta nueva vergüenza del
día a día español de la mejor manera posible. De la forma que más se ajuste al interés
general, al interés mayoritario del Pueblo.
Una fórmula que dejaría las cosas mejor
y las heridas más cerradas, otras penas y responsabilidades políticas aparte,
es que esos dineros pagados durante años que aparecen en esa contabilidad “B”
del Partido Popular de Bárcenas, aunque hubiesen prescrito, se rescaten nombre
a nombre de la forma que proceda y se integren en la Caja “A” del Estado, para
mitigar penurias.
Cada vez está más claro que los dineros
que mueve la corrupción no son el “chocolate del loro”, como algunos lo
catalogan para restarle importancia. Al contrario, significan una parte muy
importante de los dineros de los que hoy carecemos, de esos que se les están
restando a los servicios más básicos, como sanidad, educación, etc. Echémosle
si no una visual a lo que ha significado para Tenerife y sus arcas públicas,
tramas como Las Teresitas, García Cabrera, Siliuto, Parque Marítimo, etc., para
hacernos una simple composición estatal, ¡impresionante!
Y algunos me podrían preguntar, ¿y porqué
los dineros de los sobres de Bárcenas a las Cajas del Estado y no a las del PP?
Yo creo, y vuelvo a conjugar el verbo, que esos dineros tienen la procedencia
que tienen, donaciones empresariales por encima de lo que permiten las leyes, y
sus titularidades pueden que coincidan con beneficiarios de licitaciones públicas.
Por todo ello, y vuelvo a Las Teresitas como ejemplo, las sobre valoraciones de
lo que se compra desde lo público o de las concesiones a empresarios generosos, dejan los amplios colchones
de dinero público que dejan, que en vez de ser repartidos deshonestamente, se
podrían haber rebajado en el pago, o sea, ¡son
de TODOS!
© Cándido Quintana
Presidente de la Plataforma de Defensa del
Puerto de Santa Cruz
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