TURISMO, CRISIS, Y OTRAS COSAS.
MIGUEL
LEAL CRUZ
Que
el turismo tradicional, como nuestra única industria destacada y cuantificada
como rentable, adolece en estos momentos de bajas preocupantes (y en La Palma
más) no queda otra alternativa que indagar y hacer cábalas del por qué…,
siempre con la objetividad necesaria.
En
su virtud, y comoquiera que existe
aparente contradicción entre el incremento de un vuelo extra de British
Airways, desde Gatwick a Tenerife (cinco días por semana) versus la supresión
de tres de seis para La Palma (uno de Air Berlín y dos de Cóndor, tradicionales
proveedores desde el país germano), la sorpresa se hace mayor para aquéllos que
de una u otra forma dependemos de esta actividad; a sumar las declaraciones del
Consejero de Turismo del Cabildo de La Palma Julio Cabrera a instancia del
Partido Popular, principal responsable del ramo al parecer, el que anunció
públicamente la contratación en breve de diversos vuelos desde Europa
Occidental? e incluso de Polonia para cubrir la oferta existente en la referida
isla…
Las
causas se achacan siempre a la crisis global galopante que invade nuestra
sociedad occidental (unos más que a otros) en torno al Euro, y… claro, como se conocen desplazamientos
masivos hacia otras zonas geográficas del Planeta, la sorpresa se hace aún
mayor para este destino tradicional “como jardín de belleza sin par”, a lo que
no parece ajeno la diatriba política interna en perjuicio de “los de siempre”.
Pero,
“siempre” ha existido turismo británico en estas islas en especial durante el
siglo XIX, constatado desde mucho antes
sobre lo que se han escrito varios libros de autoría precisamente británica en
torno a estos desplazamientos (muchos traducidos al castellano), sin descartar
otras expediciones medievales de monjes desde el sur de Inglaterra; y no
digamos de alemanes que se les considera incluso inherentes a nuestro origen
étnico y cultural si nos atenemos a ciertas investigaciones en base a fuentes
contrastadas en Historia Universal; Toda vez que durante los inicios del siglo
V de nuestra Era, uno de los pueblos nórdicos invasores (germanos) en la
provincia romana de Hispania (España) se sitúa en la Bética (Andalucía)
dominando la zona a pesar de la fuerte resistencia de los pobladores
hispano-romanos. Más tarde, a partir del año 428, unos ochenta mil germanos al
mando del caudillo Genserico, y en una potente escuadra naval construida al
efecto, se trasladan hasta el Norte de África con intención de conquistar la
Mauritania romana (próxima a estas Islas).
Siguiendo
las teorías del investigador y viajero
alemán Franz Maier, durante el siglo XIX, éste considera dicha evidencia
expansionista cargada de lógica por otra parte. Sin embargo, el general
bizantino Belisario un siglo después logró vencer a los vándalos, y muchos
germanos huyeron por el Atlántico en los restos de aquella escuadra ¿hacia
dónde?, pero otros bordearon por tierra la costa africana hasta el sur frente
nuestro Archipiélago con el auxilio de beréberes, que ya resulta significativo.
A
partir de aquí surge la teoría defendida por el escritor y viajero también
alemán Franz Von Loeher , quien a finales del siglo XIX escribió un libro sobre
la presencia de germanos (vándalos) en Canarias en base a la semejanza somática
de algunos aborígenes, ojos claros y pelo de color rubio que fue el principal
argumento para emparentar estas poblaciones con otras de origen centroeuropeo,
a lo que añade presuntas semejanzas lingüísticas (teoría ésta menos probable);
Si bien nos consta que este libro fue objeto de serios debates en Alemania y
fue una creencia muy extendida entre los ambientes científicos del siglo XIX y
principios del XX cuya teoría base no es descabellada, porque sino ¿dónde se
halla el estrato primigenio de aquellos germanos huidos por varios miles del
Norte de África…?
He
ahí la cuestión que precisaría una investigación científica más profunda.
Pues que este artículo está destinado a ser publicado como primicia en La Opinión de Tenerife, pero al enviar copia a Don Anghel Morales, este se adelantó..., y claro, si bien le dije por email que lo hiciera saber a sus amigos en aquel medio... ¡No volverá a ocurrir!, como dijo aquél... No obstante, publicado está, y en la red, se supone.
ResponderEliminarSaludos a todos, desde La Palma. El autor.