DESCOLONIZACIÓN E INDEPENDENCIA, ÚNICA CONSIGNA
LIBERTARIA EN UNA COLONIA
Movimiento por la Unidad
del Pueblo Canario
(Movimiento UPC)
El floreciente desarrollo científico, tecnológico y
social de nuestros antepasados tinerfeños, canarios, bimbaches, gomeros, mahos
y awaras se truncó violentamente a partir del año 1402, momento en el que
tuvieron lugar los primeros asentamientos del colonialismo en Titerroygacat
(Lanzarote), concretamente en El Rubicón, donde el Vaticano estableció el primer
obispado de Canarias.
El asentamiento militar y religioso no es casual, dado
que fue precisamente un papa, el siniestro y de triste figura Clemente VI, quien,
mediante la bula Tue
devotionis sinceritas (1344), concedió a Luis de la Cerda el derecho a conquistar las Islas
Canarias, erigió las Islas Afortunadas en principado feudatario de la Santa
Sede y constituyó en príncipe de Fortuna al infante Luis de la Cerda,
fehacientemente documentado en la siguiente bibliografía: Charles Verlinden, A propos de Vinféudation des Iles Canaries
par le pape Clément a l'infant Don Luis de la Cerda (1344), en Bulletin de l'Institut Historique Belge de
Rome 55-57 (1985-1986), pp. 75- 84. L . WECKMANN, Las bulas alejandrinas de 1493 y la teoría
política del papado medieval. Estudio de la supremacía papal sobre islas.
1091-1493 (con introducción de Ernst Kantorowicz, México, 1949), pp.
237-8. J. ZUNZUNEGUI, Los orígenes de
las primeras misiones en las islas Canarias, en Revista Española de Teología 1 (1940), pp. 361-408.
Estos datos tienen una importancia
trascendental en la historiografía canaria (que desgraciadamente aún no se
enseña en las escuelas), pues, aunque el primer asentamiento tuvo lugar en el
año 1402, la bula tiene fecha de 1344, cincuenta y ocho (58) años antes, fecha
del inicio de las hostilidades contra la nación Canaria, cuyos aguerridos
habitantes resistieron heroicamente todo ese tiempo, resistencia que se
prolongó hasta la claudicación de Chinet (Tenerife) en 1495, tres años después
de iniciada la destrucción de las culturas incas, aztecas y mayas. En total 151
años de guerra contra los genocidas colonialistas y la posterior rebeldía hasta
la actualidad y que continuará hasta que erradiquemos el colonialismo de
nuestro territorio.
Erradicar el colonialismo significa
proceder a la descolonización, recuperando la independencia de Canarias, o lo
que es lo mismo recuperando nuestra masacrada cultura, empezando por el
espléndido idioma que hablaron y escribieron nuestros antepasados, que junto
con el inglés y el español hablado en Canarias (y somos generosos manteniendo
el idioma de los invasores) formará parte de nuestro sistema educativo, y
continuando con la implementación del avanzado desarrollo social asambleario
alcanzado.
Ninguna de las bellas artes faltó en
su acervo cultural, como la arquitectura tradicional, la música y también la
danza o el baile, el más famoso de los cuales lo constituye el denominado “el
canario”, para regocijo de propios y extraños, no en vano fue adoptado y
difundido por los cortesanos de las monarquías europeas y que ha pervivido
hasta nuestro días en “el minué” de la bajada de la virgen en La Palma, según
descubrieron recientemente investigadores anglosajones.
De sobresaliente podemos calificar su
gestión económica y administrativa, cuyas responsables eran las mujeres,
tratadas con la dignidad que todo ser humano se merece. Para hacernos una
somera idea baste recordar que en plena invasión armada tanto en Gran Canaria
como en Tenerife el censo ascendía a sesenta mil (60.000) personas, con lo que
ello supone para mantener una economía sostenible, en ausencia de los modernos
medios de transporte.
La ciencia y la tecnología
constituyeron la gran devoción de nuestros antepasados, y que no nos vengan con
el infame cuentito de los “taparrabos” (no es lo normal presentarse en una
playa embutido en una armadura de acero) y la sociedad anclada en el neolítico,
pues está suficientemente documentado que en Canarias ni siquiera existió la
prehistoria (antes de la escritura), pues los primeros habitantes no sólo
hablaban perfectamente el idioma, sino que lo escribían, también el púnico,
precursor del latín, reconocido incluso por los más recalcitrantes
intelectuales de la arqueología colonial.
Pequeñas muestras de sus
investigaciones y descubrimientos las encontramos en el sistema de
momificación, sin extirpar las vísceras, contrariamente a egipcios y aztecas,
lo que da idea del gran desarrollo de su medicina, incluyendo la cirugía
(extirpación de tumores cerebrales mediante la trepanación, etc.), los calendarios
lunares, solares y el sistema de predicción de eclipses y solsticios de verano
y de invierno, la mejora genética de animales y plantas, emparejado con el
desarrollo agrícola, ganadero, así como con la pesca (cuyos restos han
aparecido en prácticamente todos los yacimientos arqueológicos) y los
conocimientos meteorológicos, botánicos, gastronómicos, artesanales y textiles.
Esto sólo es una pequeño resumen de sus conocimientos y habilidades.
Lamentablemente todo arrasado por la bestia colonial y su embrutecida cultura,
por llamarla de alguna manera, cuyos máximos exponentes son el militarismo y la
inquisición.
La descolonización implica,
irrenunciablemente, retomar la senda de la investigación, tanto básica como
aplicada, mediante el desarrollo de un moderno sistema científico y tecnológico actualmente
inexistente, así como la restauración del resto de nuestra cultura.
Movimiento por la Unidad del Pueblo
Canario (Movimiento UPC)
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