MAN HUNT ( La Caza del Hombre).-
L.Soriano
Peter L.
Bergen, es Analista sobre Seguridad Nacional de la CNN. Hombre magníficamente
informado aunque sus fuentes, según confiesa incluyen desde WikiLeaks hasta documentos clasificados de Guantánamo.
Con este bagaje y con su astucia, ha podido sacar a la luz el libro del título,
que les insto a su lectura. Man Hunt. 10 años de búsqueda de “Bin Laden” desde
el 11/9 hasta Abbottabard.
Es
apasionante y lo recomiendo vivamente, ya que es un analista de seguridad, no
un panfletista político de uno u otro sesgo. Además cuenta detalles que son
dignos de leer y de saber. Cuenta como la Inteligencia americana, hizo un mapa
de todos los pasos de Ben Laden hasta que dio con él. Lo sorprendente según el
autor, es que de los datos de los últimos años y de la situación y la forma en
que vivió sus últimos días, se desprende cuan alejado estaba del poder real de
su organización. El cuerpo de elite de
la armada americana Seal Team 6, fue el encargado de realizar la operación de
“limpieza” una vez localizado el campound donde vivía, una vez que Hussein
Obama lo autorizo, luego de descartar otras actuaciones como una bomba B-2 que
podría causar daños colaterales entre civiles inocentes y además podría
deslucir el reconocimiento de la prueba de muerte. Ya que eso sí, no prisionero
era la consigna. Además de estos detalles cuenta otros como el hilo que se
siguió desde los interrogatorios de Guantánamo, el análisis de la CIA de donde
y como podía vivir este hombre que ellos tan bien conocían, hasta el posterior
interrogatorio de familiares y esposas.
Así,
haciendo un perfil del personaje, se descarto lo de la cueva, lo de la montaña
y lo del aislamiento. A Ben Laden le gustaba estar cerca de sus familiares
esposas e hijos. También que era difícil que hubiera dejado Afganistán o Pakistán
por Yemen u otros sitios donde podría ser fácilmente reconocido por extraños y
el viaje hubiese sido peligroso. Así pues tenía que estar cerca y ya que nadie
había declarado que lo había visto hacia tiempo debería de estar en algún sitio
urbano con su familia y siendo el lugar
de determinadas características, lo que fue estrechando el círculo. Por fin, de un interrogatorio se desliza el
nombre de un correo Abu Ahmed, que podría estar transportando cartas o Cds para
altos jerarcas de Al Qaeda como Khalid Sheik M. Tras larga espera y vigilancia,
el correo recibió una llamada desde el Golfo Pérsico que fue monitorizada por
la CIA, lo que les condujo ya sin lugar a dudas a Abbottabard, Pakistán. Las Autoridades Pakistaníes se resisten a aceptar
que lo sabían, y es posible que sea cierto. Entonces el 14 de Marzo del 2011,
Hussein Obama decide actuar, dar luz verde a los Seal Team y que sea un raid
terrestre sin incidentes colaterales o con los mínimos además con la confirmación,
foto de la muerte y cadáver.
Los Seal,
llegaron al Campound, cortaron la luz, desencadenaron una tormenta y acabaron con el más buscado terrorista del
mundo. Sus últimas palabras al parecer fueron para su más joven esposa, Amal. –
No enciendas la luz- le dijo. Al parecer, tuvo una premonición y permaneció 15 larguísimos
minutos en silencio, como petrificado o con la premonición de lo que iba a
ocurrir. Asombrado por el escándalo y queriendo saber a que era debido, abrió
la puerta de hierro de su estancia, en la tercera planta del edificio. Cuando
volvió adentro, fatalmente no la cerro, y así entraron y acabaron con el sin más
dilación.
Ben Laden
ya parecía, dice Bergen, más un lector de The Nation, que un líder de la Yihad
global. Sus declaraciones últimas del 2007 acusando a los americanos de
exterminar a los indios nativos, del cambio climático y de los asuntos
económicos, eran de muy poco calado para sus intereses. Además cree que
minusvaloro los efectos del 11/S. Puso a todo el mundo árabe en el punto de
mira, perdió su base Afgana y casi todos sus operativos y activos con capacidad
terrorista. Además, el sitio donde
vivía, y de la manera en que vivía, en una sórdida habitación de techo muy
bajo, llena de juguetes de niños, medicinas y videos de películas, con un
desguazado retrete al lado, un simple agujero en el suelo, sin revestimiento
alguno, daba la imagen de un líder destronado al que se le permitía solamente
vivir. Las camas eran mesas de madera clavadas burdamente como si vivieran en
un campo de refugiados. Una vez, el Ben Laden en su faceta poética dijo que
quería que su tumba fuese un nido de águilas en lo más alto en la atmosfera
celeste. Sin embargo, encontró la muerte en un escuálido suburbio Paquistaní,
viviendo una deprimente vida rodeado de basura y suciedad. Poca gloria para
quien cambio al mundo del revés.
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