A
BENEFICIO DE INVENTARIO (Seguimos
hablando de fiscalidad)
L Soriano
De las
medidas que se han implantado recientemente, para ahogar más a los ciudadanos y
las familias, con el fin de mantener los privilegios, canonjías, sinecuras y
prebendas de la Clase Política, hay algunas que son especialmente graves. A
propósito las han hecho pasar muy desapercibidas, en medios afines y en fechas
clave. Ellos alegan que la política hay que pagarla. Yo creo que no, que al ser
voluntaria es y debe ser sin rentar o en cualquier caso en el nivel que el
candidato tenga como oportunidad alternativa; esto es, lo que podría recibir en
la vida civil, además de estar seguramente parado, si se dedicara a otra cosa.
El
Gobierno de Canarias, y perdón por lo de Gobierno, nos ha metido de soslayo y
con alevosía, la vuelta del impuesto de Sucesiones. Desconozco que pasara, con
el de Incremento de valor de los activos y el añadido de la plusvalía
Municipal. Desconozco asimismo si “inter vivos o mortis causa” tendrá
diferenciación para los cejudos descerebrados incoadores, locos por recaudar lo
que sea con tal de aguantar a costa de nuestra sangre unos mesecitos más. Que
es lo que será ya que esto no tiene arreglo y todo lo que hacen es para
meternos más en el hoyo de donde cada
vez será más difícil y más trabajoso salir. Seguramente los mantendrán todos
por lo mejor para ellos o lo que es lo mismo, lo más perjudicial para el
contribuyente. En eso tengo pocas dudas.
La
situación de este impuesto es de analizar, y en profundidad. Solamente pretendo
que reflexionen lo que a primera vista pude perpetrar este disparate. Resulta
que en un mercado inexistente, donde nada se vende y nada se compra, si un
padre, deja en herencia a su hijo/a su casita pagada con el devenir de lo años
y con el esfuerzo de toda una vida, el heredero “afortunado” además de la
desgracia de perder a su ascendiente, tendrá que preparar la cartera para pagarle
al Estado un porcentaje alrededor de un cuarto del valor que estime el que
pretende cobrar. Hay que echarle, ya que
el que nos asalta, además tiene la prerrogativa de fijar el valor de lo que el
estima que vale. A veces con métodos inadecuados cuando no prohibidos y usando
comparativas absolutamente ilegales.
El
heredero, puede, recibir la herencia a
beneficio de inventario, con lo que en el 90% de los casos, la Hacienda se
quedara con la propiedad por el pago de la deuda tributaria generada. Si el valiente heredero quiere recibir el fruto de la vida de trabajo
de sus padres, contribuyentes toda la vida, que serán la inmensa mayoría de los casos, deberá pasar
por la caja confiscatoria para darle lo que pida el “cencerro” que lo calcule. Como verán, este disparate no es algo para
ricos, ni aunque lo fuera, esto afectara a todos y cada uno de nosotros ya que,
para mal y en casos como este, a veces, pienso que para no tan mal, la muerte
es una realidad, la única que no tiene desvío y nos libra de pesadillas y
torturas. Es una monstruosidad, ya que la media de tiempo de venta de una
propiedad está ya en casi dos años y a un precio rayano en la ridiculez si se
compara con la expectativa de retorno. Se quedaran con todo, no se irán hasta
que no quede nada, y nosotros ni nos unimos ni actuamos.
A reflexionar.
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