Y NO SE ESCUCHAN LOS GRITOS
Por Eduardo
Sanguinetti, filósofo,
poeta y performer,
"Ciencias de la comunicación: bazar al que se
juzga abierto a cualquier recién llegado" (De mi libro La Tekné, 1995)
No voy a dejar de alcanzar mi destino, no contaré toda la historia... No puedo hablar por tú boca, no puedo poner tú cara, pero quiero saber si estás dispuesto a hacerlo, en el caso de estar en situación de peligro, sin un baño cercano donde esconderte... Y esos seres que vuelan a ras de tierra, gracias a una casualidad – que no es por desgracia única – que llegan a conocer la gloria oficial simulada, un modo que se replica para llegar a la cima del porno y la entrega, en función institucional habilitada por gobiernos sociópatas, ridículos y fraudulentos. Sería la disposición ordenada de una jerarquía que te haría intervenir conforme a tú grado de importancia, para ti y el resto, ¿pero tienes disposición para llevar a cabo el prodigio de ser sólo vos el que alcanzará el destino que te asignaron?
No dejaré de llevar a cabo sin temor
alguno, la autopsia minuciosa de las instituciones decrépitas, la política
fermentada, la religión anquilosada, la familia castradora, el proxenetismo
liberado y el trascendente rol que cumple la trama mediática mafiosa, en la
construcción de la vida en virtualidad, excluyente, manipulable y
prostibularia… Comprometida en grado sumo, con la mentira y lo falaz, con la
continuidad de un sistema criminal, la “porquería meditada”. No dejo de sentir,
ver y pensar como "te arrojan al mundo como a una pequeña momia, cada cual
luego sigue su propio camino y, aunque la tierra se pudra en cosas buenas, la
procesión se abalanza hacia el letrero de salida, y hay tal pánico, tal ansía
por salir, que los indefensos quedan pisoteados en el barro… Y no se escuchan
sus gritos.” (de mi novela Morbi Dei, Ed.Corregidor)
Una cosa es renunciar a toda ontología
esencialista del sujeto social, al asimilarlo a un sistema estable llamado
Naturaleza Humana, otra, renunciar al postulado materialista, de que existe un
mundo independiente de nuestras representaciones, aunque se lo tenga que
definir en término de proceso y no de sustancia.
Desde que el arte ha muerto, se ha
vuelto extremadamente fácil disfrazar a los policías de artistas. Cuándo las
últimas imitaciones de un neo-dadaísmo resucitado, tienen autoridad para
pontificar gloriosamente en los medios de comunicación mercenarios y por lo
tanto también modificar la estética de los edificios oficiales, puede verse
como simultáneamente se garantiza un cobertura cultural a todos los agentes o
similares, de las redes de influencia de un Estado privatizado, vendido al
mejor postor de bagatelas..
Se abren pseudo museos, pseudo centros
de investigación sobre la obra completa de personaje inexistente, tan rápido
como se construye la reputación de periodistas-policías, dotados de armas de
potencia incontrolable, dispuestos a formatear un cuadro sangriento, donde la
composición se basa en el descontrol: fascinación del aparato represor de
gobierno y demás militantes del odio y la violencia... Dotados de ánimos
genocidas, sin mostrar el reverso de sus pesadillas tendencia
"comic", devenidas en actos cobardes y sin límites en el instante de
sacrificar la vida de millones de indigentes, que aúllan desde las cloacas de
Buenos Aires, entre moscas y bacterias que los acosan... ¿Alguien por ahí que
se solidarice?
Arthur Cravan sin duda veía acercarse este mundo cuando en
Maintenant escribía: "En la calle pronto no se verán más que artistas y se
pasarán todas las fatigas del mundo para descubrir un hombre."
Si alguna vez existe el riesgo de una
desinformación desordenada, al servicio de algunos interese particulares,
pasajeramente en conflicto, y de que se la crea, llegando a ser incontrolable y
oponiéndose por ello a la labor de conjunto de una desinformación menos
irresponsable, no es que no haya que temer que en esa desinformación se hallen
comprometidos otros manipuladores, más expertos o sutiles, se trata simplemente
de que, actualmente, la desinformación se despliega en un mundo en el que no
hay lugar para ninguna comprobación cierta de nada.
Cada vez hay un mayor número de hombres
y mujeres formados para actuar en secreto, instruidos y entrenados para no
hacer más nada que eso. Se trata de cuadros especiales de hombres armados de archivos
reservados, es decir, de observaciones y análisis secretos, con datos sobre
vida de millones de ciudadanos, habitantes de países de las más diversas
latitudes. Otros disponen de diversas técnicas para la explotación y
manipulación de asuntos secretos, utilizados para extorsionar, violentar y
determinar el funcionamiento de comunidades en estado de pánico extremo, por un
estado de inseguridad, instalado por el mismo régimen, gobierno o como deseen
denominarlo.
Un crimen sin explicación aparente, puede
calificarse de también de suicidio, la disolución de la lógica permite
investigaciones y procesos que caen en lo irracional y que con frecuencia, son
falseados desde el principio por extravagantes autopsias que practican
singulares peritos.
Desde hace un tiempo, se naturalizó, ver
en todas partes, como se ejecuta sumariamente a toda clase de gente, bajo la
pesada puesta en escena de "teorías clandestinas" de dichos
asesinatos, promocionados hasta el hartazgo en medios de información falaz y criminal.
La incertidumbre crece, la impostura se enriquece.
Los rumores mediático-policiales
adquieren al instante, o en el peor de los casos, tras haber sido repetidos en
contadas ocasiones, por los destructores del periodismo, en programas
prostibularios, devenidos en noticieros, el peso indiscutible de historias
seculares.
De este modo pretende este servicio su
¿prestigio? actual, esa suerte de "poesía de los servicios".
El desprecio que despierta en la
legítima inteligencia este espectáculo insano, devuelve así, por razones
novedosas, un atractivo a lo que, en tiempos de Kipling, pudo llamarse:
"El gran juego."... Se torna indispensable saber recordar, actuar.
Deber de memoria. Delito de silencio. Lo he escrito y manifestado a viva voz en
infinidad de ocasiones, en los más diversos espacios y lo replicó hoy: Para
construir un futuro es imperativo que los pueblos enfrentan sin piedad al
enemigo, disfrazado de oposición... Despreciable no atreverse a lograr
victorias por temor.
¿Toman conciencia que nos estafan y
eliminan ideales, el gobierno, los medios escherichia coli, los candidatos a
presidente que no pueden gobernarse ni a sí mismos?... Sin educación ni
conocimiento pontifican sobre la educación...
Ciudadanos, caen en la cuenta que el mundo no es el
mismo que otrora, no huyan... No les parece que ha llegado la hora de imponer
criterios asimilados a sus derechos inalienables, que deben celebrarse, en
coraje, amor, equidad, solidaridad y libertad de "ser", vivan sus
vidas en total libertad, amor, valentía y dignidad... No esperen nada salvo de
ustedes mismos.
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