14 DE ABRIL, EN
MANOS DE LA METRALLA
MAITÉ CAMPILLO
Hay muchas maneras de matar. Pueden meterte un
cuchillo en el vientre. Quitarte el pan. No curarte de una enfermedad. Meterte
en una mala vivienda. Empujarte hasta el suicidio. Torturarte hasta la muerte
por medio del trabajo. Llevarte a la guerra, etc… Sólo pocas de estas cosas
están prohibidas en nuestro Estado -Bertolt Brecht-.
Las verdades silenciadas se vuelven contra el que las tergiversa
Carne de Fieras dijeron que había sido un caso
insólito en la historia del cine republicano, la hicieron desaparecer con el
golpe de estado y no pudo ver la luz hasta un año después de su recuperación en
1991, filmada y dirigida con valentía en 1936 por Armand Guerra, durante el
alzamiento de los generales. Melodrama que acerca al espectador a la pasión que
un boxeador concibe por una artista circense que baila dentro de la jaula de un
león. El propio Armand Guerra escribe sobre las condiciones del rodaje en A
través de la metralla (escrito en Valencia entre 1937-1938) publicado por la
revista La semana Literaria Popular: <<Acababa yo de regresar a mi
casa en Madrid, en la avenida de Menéndez y Pelayo 19, después de un día de
rudo trabajo. Desde las siete de la mañana hasta la caída de la tarde, había
estado rodando exteriores de una película titulada Carne de fieras, en los
jardines del Retiro. La película la habíamos empezado el jueves 16 de julio. Yo
era el autor y el realizador, e intérprete de un papel especial. Durante la
tarde del sábado se había rumoreado mucho sobre una sublevación fascista
inminente; pero a decir verdad, nadie daba crédito a la cosa… Poco después de
cenar, y cuando ya me disponía a acostarme, la radio de un vecino confirmaba el
hecho>>.
Hecho que generó un atroz holocausto y supeditación a
las grandes potencias dominantes <por sus hechos los
conoceréis> más patentes hoy que nunca en la política y economía
cotidiana de la España gubernamental, anti-República del 36-en vía directa
hacia la revolución en plena batalla intelectual. Tras el levantamiento
fascista durante tres años de lucha permanente finalizada la contienda, es un
decir, concretando el hecho histórico diríamos que, un total aproximado
de alrededor de 35.000 antifascistas republicanos de todo el Estado
participa en la II Guerra Mundial “junto a los aliados”. Unos 10.000
acabaron en los campos de concentración alemanes y es así no más de cómo
Mauthausen, en Austria, comenzó a ser conocido como <<El campo de los
españoles>>. Hubo aliados predilectos del levantamiento del crimen y del
terror sembrado palmo a palmo contra los pueblos indefensos, acosados en la
propia Iberia por todos sus costados interiores y fronterizos pueblos rurales
en su gran mayoría luchando de corazón contra la miseria enfangados en lucha de
clase; aliados directos y admiradores de la valentía del dirigente genocida y
sus desgarros de todo tipo y condición fueron desde la argentina Eva Perón a
Pinochet admirador enfermizo de sus tácticas de exterminio que aplicó en Chile
con la misma frialdad criminal y, dentro de la propia Península no podía faltar
al encuentro el repudiable sanguinario fanático del crimen y la tragedia,
férreo monárquico franquista Antonio de Oliveira Salazar en Portugal,
siendo uno de los pocos jefes de Estado que acudió al funeral del caudillo
dictador pelele del nazismo. Tras su muerte el franquismo siguió coleando en
todos los estamentos de estado entre leyes y censura de derechos continuó
desarrollándose fortaleciendo estructuras internas y exteriores. Podemos decir
sin temor a equivocarnos que sigue en pie en todas y cada una de las
instituciones, no ha muerto con él ni con la constitución la monarquía es su
heredera el Rey le representa, y el Tribunal Supremo siguió bajo plegaria fascista
por igual afirmando y amparado “por derechos de casta” a la monarquía
así como sus torturadores y crímenes del franquismo negándose a ser
investigados penalmente. Según el historiador Paul Preston no existe
equivalente en Europa respecto a la intensidad y duración de tales atrocidades
siendo el segundo lugar del mundo con más desaparecidos por detrás de Camboya.
Lucha antifascista y antiimperialista fue el jalón de
historia antagónico consecuente y arriesgado más patente y portador, de una
resistencia implacable, con una base social concienzuda hoy incalculable de
numerar ni comprender dicho fenómeno de integridad y lucha con todo hasta con
la propia vida y fiereza clandestina impregnada de acoso permanente,
persecución y balacera. La orden fue ejecutada por los partidos y en esto no se
salvó ninguno. A distintos niveles fueron desarrollando responsabilidad en
ello, estrategias contrastadas y tácticas tan oportunistas como puntales del
momento. Se trataba de frenar como se pueda ‘ya que los hechos justifican los
medios’ y zanjar de diferente modo y manera hasta con el engaño crítico (al
nuevo sistema legal), a los grandes movimientos de masas y militancia
consolidada y ejemplar, lucha armada y lucha de clases en las grandes fábricas
desencadenada contra el fascio incrustado en la patronal y pistoleros a sus
servicio. Se trataba, en definitiva, de dar un escarmiento firme costase lo que
costara y que jamás pudiera volver a levantarse, rompiendo en ello todos los
lazos férreos afectivos e históricos entre dicha generación y ésta con la del
36. Seres maravillosos a la sombra de los ya ‘líderes del capitalismo’ de la
izquierda e infiltrados silenciosos en ella empezando a dar la cara “como
uno y una más” (seres que siguieron avivando la lucha tenaz). Fueron regándose
las noticias de un lado a otro entre las bases también entre los medios no
oficiosos convalecientes ya de lo que se iba avecinando y los copos de nieve
inquietos se disolvían cómplices de resistencia entre las hojas y surgieron
libros y cartas con tinta de sangre desde las mazmorras generación tras
generación como transmisión de genes. Todo seguía igual, nada había cambiado;
nos podemos ubicar con buena visión en hechos como los desarrollados dentro de
la ‘Transición democrática’ que desde una cierta lejanía pero entendiéndose
como partes del mismo combate y proceso antifascista, tejiéndose entre las
generaciones del pasado y la más cercana a nuestros días, un secreto compromiso
de encuentro contra las manos represivas, y leyes de sus entrañas, que aún hoy
siguen cebándose al no lograr el funeral de la lucha, que sigue dejando
constancia vivida, memoria creada e historia asumida.
Escribe el 3 de febrero de 2014 un militante
libertario al cumplirse el 34 aniversario del asesinato de Yolanda
González: <<Ésta es una oportunidad más para no olvidar nuestro
pasado histórico más reciente y una oportunidad para recordar que con
legislaciones similares a la que quieren ‘regresarnos’ afloran comportamientos
y situaciones como la que acabó con la vida de Yolanda. Nada extraño por otra
parte cuando además, estamos asistiendo en distintos países de Europa, a un
crecimiento preocupante de la derecha más extrema, recalcitrante,
fundamentalista y asesina >>. La joven vasca de 19 años estudiante
en Madrid fue asesinada años después del ‘fin’ de la dictadura, ya en
democracia, por uno de los grupos en definitiva parte de las mismas bandas que
el franquismo siempre mantuvo. El Batallón Vasco Español -grupo
operativo-militar- reivindica el asesinato, y el Tribunal, no quiso condenarles
por asociación ilícita o banda armada aduciendo que (para ello) se necesitan
requisitos tales como, mayor número de integrantes, jerarquía orgánica, y
otros –¿Tan integrado se encontraba el Tribunal dentro de dicho
Batallón operativo para asegurar tales conocimientos internos sobre su
estructura o “adivinaban tal vez” que habían estado y siguieron
trabajando para los Cuerpos y Fuerzas Generales de la Seguridad y del Estado en
técnicas de espionaje y rastreo informático con los diversos gobiernos de
la “democracia”? El Ministerio del Interior confirma, la contratación de
los servicios de Luis Enrique Hellín, que en más de una ocasión se intercambia
el nombre con el de su hermano Emilio Hellín (asesino de Yolanda) para instruir
policías en diferentes cursos de 2006 a 2011. Según Europa Press se informa que
cuatro agentes de la sección de Nuevas Tecnologías de la Policía Científica de
la Ertzaintza (policía autónoma vasca) asistieron a un curso impartido por
dicha empresa en Madrid en el año 2008… para Asier González -hermano de
Yolanda- Emilio Hellín daba cursos a policías por la supervivencia del
franquismo en las instituciones españolas. En junio de 2013, pasados tres meses
después de conocerse la noticia, la respuesta muda del Ministerio del Interior,
es el silencio. Los datos que ofreció el historiador Gonzalo Wilhelmi
hablan de 233 víctimas ocasionadas por la violencia política estatal entre los
años tras la muerte del dictador de 1975 a 1982, de las cuales 156 fueron
víctimas de miembros de las fuerzas de seguridad del Estado y 77 de la extrema
derecha en connivencia con aparatos del mismo.
PD.
El mundo de las ideas se ha despoblado afirmando el
desequilibrio lujurioso de una nueva “izquierda” mediática amparada
sobre una economía empresarial en alza del repicar de campanas bañando en oro
la trama. El silencio esclaviza tanto o más que el poder político que les
reafirma sobre el rancio sistema que perpetúan como una plataforma modernista
en un chispear dudoso invasor allanando intimidad y sentimiento. Se va
despidiendo el invierno tras la ‘paponada en cofradías’ apagando las luces mas
vitales del siglo, frustradas en alas de evolución que habrían querido saber
desarrollar y conocer más de ese mundo de allende el mar involucrado y ya
viéndose como un anciano, herido en su profundo interior, ya semejante a la
noche. Herido todo lo añorado, sembrado y peleado cayendo como la semana santa
en las sábanas del infierno por orden del general en crisis mística desde la
tumba del muerto. Atrás quedó el otoño que dio paso al invierno loco de nieve
lagrimoso de lluvia y sol, y más trás, el verano en llamas y sus puestas
excitantes bramando encaramado en mueca como primer hito del siglo en saldo de
humanidad desprotegido de todo 2020, pandémico y desmovilizado, cuitado y
descolorido al presentir nuestra indecisión sobre el combate y defensa contra
la mordaza que hoy cabalga en silencio ceñida al cuello. Más atrás quedó el mes
de abril, y ya vuelta al mismo lugar, un año más al mismo punto donde se cumple
el 1 de abril, y sin que este mísero gobierno y sus mandatarios financieros
entreguen la llave de la República, de un gobierno legítimo, de los pocos o
único que tuvo el E. español. Una República abolida por la ilegalidad de un
golpe de estado, que ha mantenido su victoria ochenta y cuatro años de
ilegalidad (perdón la sigue manteniendo) e imponiendo una democracia amordazada
que fulminó la trinchera y un remolino inapreciable de cosechas perdidas. Poco
queda más opaco que brillante en revolución de abril y menos rubí en Plaza
Roja: ¡Tierra de guerrilla por qué te han vendido tanto!!!
Maité Campillo (actriz y directora d` Teatro
Indoamericano Hatuey)
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