sábado, 17 de agosto de 2013

¿ALGO QUE ALEGAR?

¿ALGO QUE

 ALEGAR?


Movimiento por la Unidad
del Pueblo Canario
 (Movimiento UPC)

 El arrogante y prepotente ministro del petróleo, perdón, de industria y turismo, ha abierto un plazo de cuarenta y cinco días para hacer alegaciones a la evaluación de impacto ambiental encargado por la petrolera Repsol a la empresa denominada, demagógica y torticeramente, Alerta Medio Ambiente y que, según ha trascendido, también está involucrado personal de la universidad española en Las Palmas.

El tal ministro, “cuyo nombre preferimos no recordar” parodiando la quijotesca novela, al servicio del más rancio colonialismo español, se presentó en la metrópoli alardeando de que “Canarias tiene petróleo y del bueno”, al tiempo que se le arrugaba la frente y no se le movía ni un solo engominado y teñido pelo, todo a la vieja usanza caciquil, afirmando también el ministro que no se olvidaría de Canarias, lo que, para escarnio de todos nosotros, ha cumplido a rajatabla.

Coincidieron en el tiempo, casualidades o no, las desavenencias de la petrolera Repsol con el gobierno argentino, en las que el susodicho amenazadoramente sentenció que “cualquier hostilidad contra empresas españoles se consideraría una hostilidad contra el gobierno de España”, sin ponerse colorado ni nada, pues siente “debilidad” el ministro particularmente por la citada petrolera.

Repsol gastó al menos  2.2 millones de euros en el impacto ambiental que se extendió a lo largo del mes de mayo de 2013 y según el mismo encontraron un tiburón quelvacho, tres ejemplares de merluza canaria y un cangrejo ermitaño, no quedando claro si la evaluación ambiental se realizó en la posible zona afectada por las previstas exploraciones, miles de kilómetros costeros y oceánicos, a los que no es ajeno el banco de pesca canario-sahariano, una de las cinco zonas mundiales de afloramiento de nutrientes, lo que se traduce en una privilegiada zona pesquera, tanto por la cantidad como por la variedad de especies que viven en dicho banco pesquero o por el contrario la evaluación se hizo en alguna de las abundantes charcas que deja la bajamar tanto en Lanzarote como en Fuerteventura ¡Un quelvacho, 3 merluzas y un cangrejo ermitaño! Vamos, treinta euros en el mercado y en el mejor de los casos, sacando tollos del quelvacho.

De tal manera que el petróleo no contamina, porque no hay nadie a quien contaminar y si hubiera alguien tampoco contaminaría porque nada hay mejor que el petróleo, de lo contrario nadie se gastaría más de dos millones de euros en catalogar cinco ejemplares incluyendo al ermitaño cangrejo, al que solemos ver correteando entre las piedras intermareales, pero nunca imaginamos que sus correrías llegaran a 1.600 metros de profundidad. Y en el supuesto de que el petróleo tuviera el más perverso de los efectos imaginables siempre habrá alguien dispuesto a alabar sus excelencias, como aquel mediocre estudiante que se examinaba oralmente de química y el profesor le preguntó por el amoniaco. “El amoniaco, contestó el estudiante, es una sustancia que presenta un olor muy agradable,...”, a lo que el perplejo profesor respondió abriendo una botella del pestilente ácido y dándoselo a oler al estudiante. La perplejidad del profesor se mutó en estupor al oír al estudiante afirmar lastimeramente “pues a mi me gusta como huele”.
 Las prospecciones y/o extracciones en las futuras aguas jurisdiccionales canarias son contrarias a la legislación internacional, que le reconoce a España jurisdicción en doce millas de mar océana alrededor de cada isla, aproximadamente 21 kilómetros, y no más allá, para lo cual Repsol ha negociado con el Estado monárquico marroquí y con su gobierno antes de invertir un solo céntimo, pues cualquier actividad fuera de esas doce millas es recurrible en el Tribunal Internacional del Mar de las Naciones Unidad, al que el reino alahuita no tiene el más mínimo interés en recurrir, pues las Naciones Unidas no le reconocen jurisdicción en el Sahara, es más, consideran al territorio uno de los diecisiete pendientes de descolonizar.

Los intereses petroleros de unos cuantos en España, otros tantos en Marruecos y alguno en Canarias están haciendo el resto. Ya va siendo hora de que los canarios y canarias nos limitemos a aseverar o negar con la cabeza sobre los temas que nos atañen directamente. La representación oficialmente legal de Canarias (legítima o no) la ostenta el gobierno de Canarias, por lo que basta con que un representante del mismo solicite a las Naciones Unidas la descolonización e independencia de Canarias para que pasemos a formar parte de las naciones libres con los deberes pero también con los derechos que asisten a las mismas, solicitud que ya ha tramitado el Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario.

Movimiento por la Unidad
del Pueblo Canario
 (Movimiento UPC)

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