LOS FRANCO, UNOS 'OKUPAS'
ANÍBAL MALVAR
El
Pazo de Meirás. EFE
Pensé que no podía dar más de sí esta Semana Santa, infestada de curas y de fieles que luego votan contra las enseñanzas de su llorado Cristo (casi me ha salido un Vargas Llosa). Pensé que ya había bastante con nuestra laica televisión pública, que copa horas de su tiempo y de nuestro dinero trasmitiendo misas, dolores, novenas, supersticiones y legionarios. No sé qué pinta tanto legionario portando crucifijos por todos los rincones de España, pero cada vez que enciendo TVE estos días veo a un cura, a un devoto candidato del PP y a un legionario. Si fuera un conspiranoico guerracivilero, viviría un sinvivir. La estética que sale por la tele apesta a 1936.
Yo supuse que ya
había colmado todas mis ansias cuarteleras e incensarias cuando, esta mañana de
sábado santo, abrí El Mundo y me encontré a los Franco. A los Franco de toda la
vida. El colofón perfecto para una siniestra semana santa.
Se titula el
reportaje Los Franco: sus victorias discretas exhumados de la vida rosa. Lo
firma María Eugenia Yagüe y nos cuenta la vida de los nietos del dictador ahora
que el Tribunal Supremo (qué raro) ha admitido su recurso contra la
expropiación del Pazo de Meirás. O sea, que a lo mejor le tenemos que devolver
a los herederos de nuestro más eximio asesino esta joya arquitectónica, que
mandó construir Emilia Pardo Bazán y que Franco birló y restauró con donaciones
populares colectadas a punta de pistola por los fascistas entre los vecinos
vencidos. O sea, que Franco y sus herederos no son más que unos okupas. A ver
si salen en algún anuncio de Securitas Direct.
Arranca su crónica
Yagüe contándonos que "desde la muerte de Carmen Franco en2017, sus seis
hijos han elegido una vida discreta, huyendo de la notoriedad. No siempre lo
consiguen". Y vaya si no lo consiguen. En 2018, el nieto mayor del
dictador resultó milagrosamente absuelto de la acusación de atropellar a una
pareja de la Guardia Civil en Teruel y darse a la fuga con las luces del coche
apagadas. En primera instancia, lo condenaron a 33 meses de cárcel. Pero nuestro
sistema judicial te lo afina si te apellidas Franco, y más tarde un juez valoró
más la palabra del heredero que la versión de los dos guardias civiles, que
quedaron de mentirosos. Igualito que cuando vas a detener un desahucio y te
encaloman. Los jueces siempre le quitan la razón a la pasma. Es costumbre muy
española. Que se lo digan a Isa Serra.
Otra discreta es:
"Carmen (72 años), la nieta mayor, la más mediática y de vida sentimental
más apasionante y publicitada, ha dado un giro radical a su forma de vivir. Una
casa en la costa portuguesa de Sintra es su nueva residencia. Allí comparte
paseos por la playa, yoga, lecturas y mucha tranquilidad con su amigo Tim
McKeague, un australiano de 34 años que le hace agradable y serena su nueva
existencia". Me parece poco para lo que merece esta mujer, que lo ha dado
todo por España.
Las picardías de
María Eugenia Yagüe (maestra indiscutible de lo suyo) sobre el asunto alcanzan
también la política. Os juro que me encanta esta mujer: "Alberto Núñez
Feijoó también defendió durante años en el Parlamento gallego que Meirás
pertenecía a los Franco, aunque cambió cuando electoralmente se hizo rentable
'devolver Meirás al pueblo gallego'".
Sucede que a veces,
en las crónicas rosas y deportivas, en las secciones de apariencia más
inocente, aparecen jacarandosas informaciones políticas llenas de gracia y
malicia, y muy ajenas a los gustos de las direcciones editoriales de ciertos
periódicos. No sé yo si este último párrafo de Yagüe se daría por bien visto en
la sección de nacional. Y menos en semana santa.
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