UNA LIBRERÍA EN EL MERCADO
FRANCISCO GUERRA DE PAZ
Es curioso
pero en el mercadillo de La Matanza de Acentejo conviven los puestos de frutas,
hortalizas, carnes, dulces y artesanía con una singular librería que tiene el
mismo tiempo que el mercado, más de 21 años, uno de los primeros puestos que se
instalaron.
Cultura y agricultura para toda una comarca en el norte de Tenerife. Ya se sabe que el término cultura proviene del latín cultus, que a su vez deriva de la voz colere, qué significa, entre otras, cultivar, honrar con adoración, cuidado del campo... En francés culture, de donde, posiblemente, se transformó en cultura.
El puesto
del mercado es todo un símbolo de una gran labor y amor por los libros, todo un
ejemplo de buena conciencia entre las cultivsdoras del campo y sus productos,
la motivación a la lectura, a la cultura que se mezcla con necesarios productos
saludables: poesía, tratados de botánica, diccionarios, ensayos y todo tipo de
revistas coleccionables. Un puesto de curiosidades culturales a través de los
libros.
En Madrid existe la casquería, libros al peso en el mercado de Embajadores, en el barrio de Lavapiés. Muchos mercados han transformado algunos de sus puestos en bares gourmet en sintonía con los puestos de abastos de toda la vida y, junto a ellos una librería que estimula al consumo de la lectura. Una ventana abierta mundo. También Barcelona tiene su librería en el Mercat de Sant Antoní. En el centro de Londres se encuentra el Leadenhall Market, situado en un centro histórico.
Las
librerías en los mercados pueden ser un buen lugar de encuentro para todas
personas, todos los paladares culturales, junto a los vinos, alimentos y
libros. Un buen maridaje para el espíritu.
Una
librería en el mercadillo de la Matanza es todo un símbolo de modernidad en
estos tiempos tan extraños.
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