RTVE. PARIPÉ EN EL SENADO
JUAN TORTOSA
Algunos candidatos los han mandado a freír espárragos pero otros muchos, 14 de los 19 convocados hasta el momento, han acudido al llamamiento del Senado a pesar de todo. 12 de ellos sabiendo de antemano que ya están "descartados".
Descartados, humillados, perdedores… así han sido calificados la mayoría de los candidatos a miembros del Consejo de Administración de RTVE quienes, pese a ser público y notorio que no se va a contar con ellos, han tenido la elegancia y la decencia de atender una llamada institucional, sí, pero nada respetuosa con sus derechos ni con su dignidad.
La legislación
vigente, tan retorcida siempre ella, exige la comparecencia en la Cámara Alta
de los aspirantes como requisito previo para votar en pleno los 4 candidatos
que le corresponde elegir del total de 10 miembros que componen el Consejo de
Administración de RTVE. Y la ley, ya se sabe, hay que cumplirla, aunque eso
signifique meterle el dedo en el ojo a casi 80 personas. Por eso muchas de
ellas, de momento una tercera parte de quienes han sido convocadas, han
decidido no comparecer. Que les den, han debido pensar.
Les alabo el gusto,
porque lo que está sucediendo estos días en el Senado es un auténtico
cachondeo, una completa tomadura de pelo. Mofa y befa intolerable porque, como
sabemos desde el 25 de febrero, fecha en que tuvo lugar en el Congreso la
elección de los seis candidatos que corresponde nombrar a la Cámara Baja, los
cuatro que debe elegir el Senado están ya no solo pactados también desde
entonces por PSOE, PP, UP y PNV, sino que además se hicieron públicos. Todo el pescado está vendido, no puede haber "spoiler"
más flagrante, pero hay que hacer el paripé para que lo decidido se cumpla y
tenga valor legal.
También está
decidido quién va a ser el presidente, pero aún así habrá que celebrar otra
sesión en el Congreso, allá por el mes de abril, donde se decida por 3/5 partes
de la cámara su nombramiento en primera votación, o por mayoría absoluta en
segunda si el PP acaba traicionando el acuerdo, algo que, tal como está el
patio, puede que no sea tan ingenuo descartar. Como últimamente en este país
vamos de esperpento en esperpento, como no hay día sin sorpresa, sin
movimientos políticos que nos llenen de estupefacción, la verdad es que puede
pasar cualquier cosa.
Por eso me quito el
sombrero ante la educación con la que buena parte de los candidatos
"fallidos" a consejeros de RTVE han acudido al Senado esta semana
sabiendo que estaban, literalmente, perdiendo el tiempo. He escuchado sus
intervenciones con suma atención y se han ganado mi simpatía, y hasta mi
admiración, por la mesura con la que han vuelto a explicar unos proyectos que
ya desarrollaron en el Congreso en enero y la cortesía con la que han planteado
las legítimas reclamaciones a las que tenían derecho.
Han guardado las
formas en un teatro que no se sostiene, como también lo ha hecho Clemente
Sánchez-Garnica, senador representante del PAR, único partido del grupo mixto
presente en las comparecencias. El representante de JxCat, Josep Lluís Cleries,
acudió para dejar constancia en acta de que aquello le parecía –lo dijo
textualmente- un paripé y a continuación abandonó la sala. Aparte de la
presidencia y del senador del PAR, solo han quedado en la comisión para
escuchar a los intervinientes los senadores de PP y PSOE. El representante del
PP durante la primera sesión, Asier Antona, rotundamente impresentable, humilló
aún más a los comparecientes obligándoles a soportar antes de sus
intervenciones una diatriba contra RTVE que no solo no venía a cuento sino que
era impertinencia pura. El representante del PSOE, Miguel Ángel Vázquez, casi
entró al trapo de la provocación las primeras veces, hasta que se dio cuenta
del impresentable juego del pepero y a partir de ahí se limitó a pedir respeto
a los candidatos y recordar que los protagonistas de la sesión eran ellos y no
los políticos. Entre los 80 citados (las comparecencias continuarán esta semana
que viene) se encuentran los cuatro elegidos de antemano y cuyos nombres, como
decíamos, se hicieron públicos ya el 25 de febrero.
Votarán en el
Senado y saldrán los candidatos pactados sin demasiada dificultad. Un par de
semanas después, con los diez miembros del Consejo ya investidos, llegará por
fin el momento de elegir en el Congreso, de entre ellos, al nuevo presidente de
la Corporación de RTVE, mi admirado José Manuel Pérez Tornero. Le deseo la
mejor de las suertes. Se la merece, entre otras cosas, por haber sabido
aguantar también a pie firme en medio de todo este desesperante guirigay.
Esperemos que no ocurra nada raro en esa sesión porque, tras la semana política
que acabamos de vivir, cualquiera sabe de lo que pueden llegar a ser capaces
según qué diputados.
J.T.
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