miércoles, 27 de junio de 2018

VÁYASE Sr. BORBÓN (I)


VÁYASE Sr. BORBÓN (I)
JM AIZPURUA
Resulta complicado un texto dirigido a quien se pretende rey por parte de quien no se considera súbdito y además con un antidemocrático imperativo legal que perturba la libertad de expresión con algodones reales. Pero vamos a intentarlo.
Me animo a escribirle, no por mi condición republicana, si no mas bien por la carencia de condición monárquica que observo en su real persona. Le explico:
Según mi leal saber y entender, Vd. no es rey de nada, salvo en su casa con permiso de la parienta. Si hago caso a la reina Isabel II que contó al confesor que sus hijos fueron concebidos con ayuda externa y ninguno con participación del rey; la “saga real” se extinguió. No es usted descendiente de nadie “real”, tan solo es hijo de un italiano y una griega, descendientes de reyes abdicados y por tanto plebeyos como todo quisqui.
Quite su cuadro de Carlos III y ponga el de Isabel II: es más seguro.
Además, De Niro le ha dicho a Trump “jódete” en la TV, y no le ha pasado nada y eso que manda mucho más que usted.

El Estado español era República y con un golpe de estado y una dictadura de 40 años lo convirtieron artificialmente en “monarquía”.
La restauración democrática del 78, “olvidó” restaurar la república y su papá, designado por Franco monarca del fascismo y la dictadura, abjuró de sus juramentos y se coló de monarca para la nueva democracia. (No deje leer a las niñas estas líneas y ponga tachones).
Línea real ninguna, legitimidad franquista.
Su presencia en el trono es por lo tanto una carambola a dos bandas: la fascista y la machista. La primera por ser hijo del monarca de Franco y la segunda por que se saltó la mayoría de edad de sus dos hermanas como herederas legítimas al trono. ¡Oiga; lo que gritan las feministas estos días y en esto se quedan mudas!
Y ya mas tranquilo porque podemos intimar algo más al bajarlo de su peldaño real y poder hablarle con mayor confianza, le confieso que el carisma, esa cualidad que su papá mantuvo entre pícaro y bobón, a usted no le adorna.
Por su trayectoria, por su carencia de mérito, sus uniformes, sus mensajes pretendidamente profundos, sus poses y actitudes resultan falsos y grotescos y nos asombra que usted tenga algo que contarnos en foros y universidades y mucho menos en navidad donde nos aburre con un intento de “tradición”. No resulta.
Usted es un “hijo de papá”, como muchos y con todo su derecho, pero su intento fallido de hacernos creer su “realeza” es una mala jugada.
A mi que me encantan esas dos niñas que tuvo con la de la TV, me preocupa que hoy la pareja se dedique a convencer a las niñas que son princesas, y cuando lo consigan, ellas tendrán la misión de tratar de convencernos a nosotros que lo son. Cruel destino.
No se merecen eso esas niñas que tienen todo el derecho constitucional a ser niñas, adolescentes y mujeres, en libertad e igualdad con sus compatriotas, con toda su potencialidad para ser profesionales, astronautas, cajeras de super o artistas, pero; ¿princesas?
La que olvidó que es nieta de taxista, plebeya intachable que podría haber transformado su familia en algo normal, se atrincheró en el pijismo con usted y aislados en elitismo se alejan cada día más de lo que es la normalidad ciudadana.
Ustedes caminan hacia la catástrofe política, obstruyendo esa república inevitable, hoy o mañana, y el mejor servicio al país lo harían con una bonita renuncia, sin trauma, por motivos humanitarios y de realidad democrática, y con el agradecimiento de la población. Esas niñas merecen una vida rica en experiencias alejadas de la rigidez protocolaria, que las traumatizará de por vida.
Piense en su tío “Tino”, que nunca pudo volver al trono por vía democrática, y no cometa sus mismos errores. No permanezca en donde sabe que no es su lugar.
Entonces, hasta podrá insultarme a gusto sin cortarse por el protocolo; le merece la pena.
Su “reino” sufre de enormes taras y falta de futuro. En él no hay economía suficiente para sus súbditos, ni patria para todos, y usted no aporta nada a su superación con la vieja fórmula monárquica. Crear una polémica monarquía-república, sería estéril y desmenbrador La solución la tiene usted con una retirada honrosa, por la puerta grande, dejando el “reino” para ver si alguien es capaz de conformar un Estado con garantías y usted ocuparse más de su familia, pues de las nuestras lo hace usted muy mal.
Usted es utilizado por poderes fácticos para ocultarse tras su imagen y consciente usted de su absoluta falta de realeza y de su plebeya igualdad ciudadana, debe dar el paso y volver al Género Humano, de donde nunca debieron salirse ni usted ni los que le precedieron.
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