LA LUCHA POR
LOS DERECHOS DE LAS MUJERES
Diario la Republica
Una información divulgada hace dos días da cuenta de que,
finalmente, la ONU adoptó una resolución de apoyo a los defensores de los
derechos de las mujeres. La resolución insta a los gobiernos de todos los países
que integran la Organización de Naciones Unidas a condenar públicamente todas
las formas de violencia contra los defensores de los derechos de las mujeres;
asimismo, el organismo internacional llama a adecuar la legislación a tal fin.
Sin duda, el caso de Malala -la joven paquistaní víctima de un
atentado de talibanes por su lucha a favor de la educación para las niñas- tuvo
una influencia decisiva para impulsar la resolución aprobada.
Para nuestra mentalidad, no obstante algunos comportamientos
machistas que aún perviven en las sociedades de Occidente, resulta inconcebible
que haya países en los que las mujeres viven relegadas, sometidas y
desprovistas de derechos elementales como el del acceso a la educación. Desde
luego que lo vivido por Malala es un caso extremo de fundamentalismo religioso,
pero en otras naciones islámicas -a pesar de algunos avances- la condición de
la mujer sigue generando alarma, indignación y denuncias.
En un artículo de la agencia IPS, Fariba Parsa (académica
visitante en el Centro para el Estudio de Género y Conflicto de la Universidad
George Mason para el Análisis y la Resolución de Conflictos) nos informa de un
hecho que revela el poder que aún mantienen los conservadores de línea dura en
Irán.
“El 22 de setiembre, el Parlamento iraní aprobó una legislación
de título aparentemente inocuo pero con un potencial escalofriante. La ley de
‘Protección de Niños, Niñas y Adolescentes sin Tutor o con Malos Tutores’
permite que un hombre se case con su hijastra o con su hija adoptiva,
legalizando así el abuso infantil.
La norma revoca una legislación aprobada en febrero que prohibía
esos matrimonios. Sin embargo, el Consejo de Guardianes, un organismo clerical
dominado por representantes de la línea dura, desaprobó el texto anterior por
considerar que iba en contra de la sharia o ley islámica”.
Según Fariba Parsa, la nueva ley perjudicará a miles de familias
integradas por hijastras e hijas adoptivas. “Organizaciones feministas iraníes
y activistas por los derechos humanos tanto dentro como fuera de Irán
organizaron protestas masivas contra la ley en la red social Facebook. Afirman
que la norma legaliza la pedofilia, el abuso infantil y las violaciones bajo un
disfraz de protección a la infancia”.
Como puede fácilmente advertirse, es preciso redoblar esfuerzos
para seguir librando la batalla por la igualdad de género y por los derechos de
todas y todos.
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