FRENEN LA FÁBRICA DE SEMILLAS MUTANTES DE MONSANTO
Ricken
Patel - Avaaz.org
Queridos amigos y amigas,
Sofía
Gatica ha recibido amenazas de muerte y una brutal paliza tras unirse a las
protestas de los vecinos de Malvinas contra una gigantesca planta industrial de
Monsanto -- a la que se opone cerca del 70% de la región. Nuestra solidaridad
mundia puede ayudar a crear un tormenta mediática local que presione a la
presidenta de Argentina para cerrar la planta y frenar la tóxica expansión de
Monsanto:
firma la peticion
Monsanto
está extendiendo su poder por el mundo con la construcción de una gigantesca
fábrica de semillas mutantes en Argentina. Sofía Gatica se ha unido a los
vecinos de la localidad que están protestando, y como resultado, ha sido
amenazada de muerte y fue víctima de una brutal paliza. Sus vidas peligran --
vamos a apoyarlos y a detener la planta.
Monsanto
fabrica semillas transgénicas que, combinadas con pesticidas tóxicos, crean un
tipo de ‘monocultivos’ letales que arrasan con todo menos sus transgénicos -- y
están invadiendo todo el planeta. Ahora mismo quieren construir una de sus
plantas de semillas de maíz más grande del mundo en Argentina.
Sofía,
preocupada por los riesgos para la salud que conlleva la planta, se unió a las
protestas que respaldan cerca del 70% de los vecinos de la zona. Si un millón
de personas apoyamos a la gente de Malvinas en los próximos 3 días, podremos
elevar la denuncia en los medios de comunicación locales, lanzar la petición en
una campaña publicitaria y empujar a la controversial Presidenta Argentina a
frenar la planta y la tóxica expansión de Monsanto:
http://www.avaaz.org/es/stop_monsanto_in_argentina_es/?bcrKKbb&v=32983
Sofía
y la gente de Malvinas han llegado a tumbarse delante de las excavadoras para
bloquear la construcción de la planta. Si conseguimos amplificar su protesta --
podemos ayudarles a vencer. La Presidenta Kirchner se enfrenta ahora mismo a
una ola de impopularidad y no se puede permitir el lujo de ser vista
favoreciendo las ganancias de Monsanto frente a su propio pueblo.
La
mega-planta usará químicos tóxicos para acondicionar semillas, lo cual suena
raro porque se supone que las semillas vienen de las plantas, ¿verdad? No así
en el espeluznante nuevo mundo de Monsanto, donde las plantas se diseñan
genéticamente para ser estériles y la única forma que tienen los agricultores
de seguir cultivando alimentos es comprando semillas a Monsanto cada año. En
Estados Unidos, hasta un 90% de algunos tipos de cultivos se siembran con
semillas de Monsanto y, con su nueva mega-planta en Argentina, esta infame
compañía estaría extendiendo su poder por todo el mundo.
Las
amenazas y palizas a Sofía y a sus compañeros de protesta son la gota que colma
el vaso -- detengamos la invasión de Sudamérica por parte de Monsanto y
empecemos a revertir la devastación causada por sus productos en nuestros
ecosistemas:
http://www.avaaz.org/es/stop_monsanto_in_argentina_es/?bcrKKbb&v=32983
Algunos
sostienen que la modificación genética representa una gran promesa para
aumentar la eficiencia agrícola. Puede que veamos algunos de esos beneficios en
el futuro, pero a menudo estas corporaciones exageran, diciendo que las
semillas transgénicas ‘alimentan al mundo’ por ser mucho más productivas que
las semillas normales -- existen pocas
pruebas de ello. Con frecuencia, las tecnologías transgénicas privilegian la
obtención de ganancias sobre la gente y el bienestar del planeta. Los gobiernos
deberían evaluar los riesgos y beneficios que afectan a la ciudadanía, pero
Monsanto se entromete, y es experto en debilitar los procesos democráticos.
Incluso en Estados Unidos han aprobado una ley que impide que los jueces puedan
sacar productos de Monsanto del mercado, ¡ni siquiera por razones de seguridad
pública!
La
agricultura industrial transgénica está transformando rápidamente nuestro
planeta, y nuestros gobiernos están demasiado influenciados por el modelo que
imponen las corporaciones norteamericanas que poco a poco están llegando a
controlar el suministro mundial de alimentos. No obliguemos a nuestros hijos y
nietos a enfrentarse a un mundo alimentado por Monsanto si podemos frenarlo
ahora.
Con
esperanza,
Ricken,
Meredith, Laura, Nick, Alice, Luis, Marie, Nádia y todo el equipo de Avaaz
No hay comentarios:
Publicar un comentario