CANARIAS SE HUNDE EN LA MISERIA
Por Anghel Morales
Se que no soy nada original cuando hablo de la
penosa situación en que se encuentra las Islas Canarias y su población. Con un
índice de paro de casi el 50 por ciento en algunos municipios, con mas del 70 %
de paro juvenil, con un fracaso escolar como no se recuerda jamás, con una
sanidad que ha caído al pozo de lo insospechado, con el índice de corrupción
mas alto del mundo mundial, con muchos casos frenados en los juzgados para
evitar llenar las cárceles de políticos, con alguno políticos ya condenados como
son los casos de Dimas Martín o los alcaldes de Valverde o Arona. Con casos que
no terminan de resolverse como es el caso de Las Teresitas y su preciosos
mamotreto, con Planes Generales que no se aprueban porque solo benefician a
unos pocos y perjudican a unos muchos, con un Parlamento de Canarias que no
sirve absolutamente para nada, salvo para que un grupo de privilegiados se
convierta en los nuevos ricos y en los amos de Canarias, donde el personal de
confianza crece, mientras aumenta el paro, pero igual pasa en los 88 municipios
o en los ocho cabildos, con una pésima política social, donde se han permitido
boicotear la Ley de Dependencia, donde los centros de mayores las están pasando
canutos y muchos de ellos mandando los ancianos con sus familiares. La miseria
aumenta de forma peligrosa en este archipiélago, Caritas da cifras alarmantes
que le pondrían la cara colorada a cualquiera, menos a unos políticos déspotas
que gobiernan de espaldas a su pueblo y a los problemas que este padece. Las
calles y plazas, los cajeros de los bancos se convierten en lugares de refugio
para pasar la noche, de la cada vez mas amplia fauna de gente botada y
abandonada a suerte, con unos políticos que no da respuestas a sus necesidades.
Rompe el corazón las enormes colas que se forman en las cercanías de los
supermercados, cuando a la hora del cierre tiran los sobrantes en los
contenedores. Los niños no se escapan tampoco de esta miseria que azota a
Canarias, muchos de ellos tienen que ir a los colegios sin nada que llevarse a
la boca. La gente pierde sus viviendas, porque no puede pagarlas y encima
quedan endrogadas con el banco de por vida, la situación está llegando al
limite, estamos viendo como muchos jóvenes bien formados y con carreras
universitarias se ven forzados a emigrar, porque en Canarias no hay sitio para
ellos. Una Ley de Costas que amenaza a los pobres que viven cerca de la costa
con ser demolidos como Cho Vito y quedarse sin vivienda, mientras se arregla
todos para que los grandes hoteles que incumplen puedan seguir funcionando sin
problema. Leyes para ricos y leyes para pobres, nuestros campos abandonados, el
turismo se desinfla y la gente pierde la esperanza. El pueblo canario pierde su
identidad, bombardeado continuamente por las influenciasforáneas,
la cultura canaria lo está pasando mal, pese a tener la mejor generación de
creadores en literatura, pintura, música, cine, etc. Canarias se hunde en la
miseria y en el horizonte del futuro no se ve un ápice de esperanza.
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