UN BANCO

UN BANCO

JOSU AIZPURUA

En ese banco nos sentamos los invisibles chicharreros, los jubiletas, los que pasamos al ostracismo social, y no saben lo bueno que es ese banco pues nuestros culos lo agradecen. Sucios y sin asiento agradable, me cuentan las palomas que los dominios de Bermúdez en bancos son lo peor de las islas, y me lo creo.

Pero ahora en sus mítines, nadie habla de nuestros bancos, ni de nada que interese a la población. Nos causa mucha risa ver al PP ofertando el Balneario que Bermúdez ofreció como paraíso de los viejos, ahora como ocurrencia pepera. Nuestro colega de banco coaligado iba todas las mañanas a ver si comenzaban las obras, pero murió en el empeño, de tristeza y de vergüenza.

Esperamos poco, que la muerte se olvide de nosotros y pierda nuestro turno, pero, un poco de atención municipal no nos vendría mal. Pero las mentes aspirantes son incapaces de conectar con la masa electoral y se limitan a machacar al oponente. Llamaron papafrita al Presidente del Cabildo.

Al Sultán, a Tropic, a la defensa de los mares, a la descolonización, al cese de versiones godas, al caciquismo godo, a esos temas nadie dice nada pues si habla lo sacan de la lista, pero esos son los temas que el Pueblo Canario desea oír y tener un horizonte de esperanza.

El desarrollo litoral del Gran Marruecos hipoteca el turismo canario y la defensa de su ecología. Son incompatibles y sólo la negociación directa Canarias-Sultán puede abrir la puerta al futuro armónico.

La gente ya sabe que es con Marruecos y no con España donde están sus posibilidades de conseguir un status internacional que le permita cubrir sus necesidades y salir del laberinto REF-RUP.

Para mantener la dignidad y esperanzas es con el Sultán-USA donde está la puerta.

Pero nosotros sólo aspiramos a mejores bancos, a limpieza, a que nos den las pastillas semestrales y no ir cada día a la farmacia, y si nos ponen fez y chilaba; nos da lo mismo. Ya ni nos divierten las gansadas de los chupapoltronas y no dan los bocadillos de mortadela, ni de serrano. Con los de jabugo: llenarían mitínes.

Cachaba pa arriba, cachaba pa abajo, nuestro reto está en esquivar los baches, no caer por los muros de altura para enanos, sortear los barrancos y no caer en ellos y no despistarnos pues aquí concibe la ciudad para coches y carnavaleros; los demás no importamos.

Buscar un cómodo banco en el paseo es cosa utópica, pero en ello andamos.

Alcalducho figurón; a ti sí que no te vota ni Txapote. Tu pesebre no será suficiente: caiga ya tu mafia carnavalera