domingo, 2 de abril de 2023

MISCELÁNEAS

 

MISCELÁNEAS

Por Eduardo Sanguinetti, especial para NOVA

Meditar sin huellas deviene evanescente, la huella por su insistencia, transmuta el recuerdo individual en social. Saber es acordarse, recuerda el esclavo geómetra del Menón. Hacer no lo es menos. Hacer la revolución es, en parte, desear repetir las revoluciones pasadas: revolucionario por ser conservador.

Todos hemos leído que los hombres hacen la historia pero no de modo libre, en condiciones escogidas por ellos, sino directamente dadas, legadas por la tradición. Esta condición de heredar costumbres y rutinas, es gravoso, una pesadilla en la mente de los seres vivos y con ansias de renovar, fundar novedosas memorias, ser una pista de despegue, que impulsará a la humanidad hacia adelante, sin la dictadura de la tecnología... En este relato casual propongo crear vínculos que fomenten la unidad y la larga marcha de los nuevos fundadores, sin domicilio fijo, de un mundo para todos...

 

Es momento de convencerse que materialismo sin estoicismo no es más que la ruina de nuestra especie. Ayer con nuestras vanguardias de investigadores, de literatos, la Cultura se ordenó en su totalidad según el paradigma del lenguaje. Pasado de moda, de aquí en más éste cede su lugar, a través de las ciencias cognitivas a una nueva filosofía del espíritu, cuyo perfil esbozamos torpemente con mejor fortuna universitaria y social que en el pasado inmediato.

 

No se ignora, que las subversiones son obra de los buenos alumnos y que con las fidelidades se expanden los valores de ruptura: una sociedad que ya no reconoce antepasados puede borrar su futuro y hoy desde los centros de poder se está eliminando la historia y sus hacedores. Es preciso, sin embargo, que los actos no se desvanezcan con las vidas, que las palabras sobrevivan a las voces, y los postulados de Euclides a la irrigación del cerebro de Euclides. La humanidad se cocina un porvenir con restos, trazos o marcas, piedras grabadas, rollos de papel, estelas.

 

¿Qué queda cuándo se ha olvidado todo? El objeto. Confiar una performance que pasa a un soporte que dura es el medio menos incierto de hacerle atravesar el espacio y el tiempo. La vida se hace duración o conciencia de sí por medio de lo no viviente, lo sin conciencia, y un primate humano que no dejase nada tangible tras de sí retornaría a la condición del gran simio.

 

Delfín o chimpancé, el animal comunica, no graba. Emite señales, no tiene archivos. Sigue pistas, no construye rutas. Deja al aire cadáveres biodegradables, no cava sepulturas para hacer que los despojos sean psico-biodegradables en el fuero interno de los sobrevivientes (sepultar es dar una forma memorable y perenne a lo que ya pronto no la tendrá). La paloma mensajera se orienta mucho mejor que nosotros a la hora solar, por eso no fabrica gnomones ni sextantes. Los mamíferos de sangre caliente tienen territorios, no levantan puestos fronterizos.

 

Entre un trayecto y un trazado o, si se prefiere, entre la pista y el camino, hay un cambio de linaje en el reino arborescente de lo viviente. Todo sucede como si el "milagro humano" hubiera consistido en 'materializar', reverso y complemento de paradójico de "mentalizar". Allí está la hazaña.

 

II

 

Es el momento de convencerse de que materialismo sin estoicismo no es más que la ruina de la especie. Ayer con nuestras vanguardias de investigadores y literatos, la Cultura se ordenó en su totalidad según el paradigma del lenguaje. Dejado de lado por los tecnócratas, éste cede su lugar, a una nueva filosofía del espíritu cuyo perfil esbozamos torpemente con mejor fortuna universitaria y social que en el pasado inmediato.

 

Es así como en el espacio de treinta años, el rechazo del orden establecido por parte de los pioneros del nuevo modelo de análisis cobró fuerza de ortodoxia, los esclarecedores de la opinión dieron al lenguaje una autonomía autócrata, sin nada que decir.

 

Infiltración de los repertorios, mestizaje de los dominios, desfiguración de lo 'sublime' por lo 'trivial'': estas incesantes catástrofes desestabilizan categorías intelectuales. El impuro revoltijo de los intereses y las miradas condena a exilios dobles a quienes podrían darnos soluciones momentáneas, para librarnos momentáneamente del caos en el que estamos sumergidos.

 

No hay en ello nada de anormal: Toda larga marcha comienza con una proscripción. Fronterizo y migrantes podrán incluso aprovechar su período como SDF (Sin Domicilio Fijo: sin techo), que deja tiempo libre, para ponderar los "obstáculos epistemológicos" que plantea todo desarreglo de las costumbres promovidas a certezas. La empresa mediática sería un capricho megalómano y no un intento de saber reflexivo si no examinara sin cesar sus propias debilidades (lo que hace obligatoria la modestia, mal que le pese).

 

Contratiempos previsibles, que no impedirán encontrar algún estímulo maníaco en las palabras de Hegel: "Si la realidad es inconcebible, será preciso que forjemos conceptos inconcebibles".

 

El trabajo de desencantamiento no tiene fin, por suerte. Potencia eterna, tutelar y divinizada, nuestra Madre Naturaleza se vio antaño despedazada, por y tras los profanadores del Renacimiento, en series separadas de fenómenos físico-matemáticos.

 

Luego se vio de qué manera la biología experimental vino a sustituir los humores, fuerzas y designios misteriosos que, desde la Antigüedad, habían fetichizado la Vida, por "la materia, las partículas y las leyes" (Francois Jacob)

 

¿Cómo dudar de que llegó el día en que algunos métodos de análisis incongruentes llegaron a sustituir a la Cultura, por la técnica?

 

Hoy los burócratas de lo mediático con sus herramientas rudimentarias y magros medios dejan bien justificado su des-hacer. Esta conclusión parece evidente: ¿Debería poder probar que es cierta?

 

III

 

No hablaré de la historia del espíritu, ni de las aproximaciones fisiológicas, psicológicas, sino de final... de realidades perturbadoras de genio y de idiotez, de jerarquías y de amarguras... No hablo de pasado sangriento, ni de futuro, ni de parlamentos, de academias escleróticas, ni de apatías, de simpatías... ¿Sería necesario que hablara de todo? ¿De todo al mismo tiempo?, es imposible. No haré más que arrojar algunas palabras: aislamiento, vulgaridad, prostitución.

 

No hago sino mención de la ignorancia, de la vergüenza y la cobardía... Menciono también las cárceles, los asilos y las neuralgias sociopolíticas, y no olvido a los distribuidores de premios... La vejez como horror ejemplar, sobre el suicidio de los pueblos... No hablaré tampoco de Imperios en putrefacción, ni de monarquías, ni de repúblicas estúpidas, ni de Dictaduras genocidas, ni de amor a la patria, ni de abyecta neutralidad... ni del hecho que las revoluciones no han aportado la libertad que no tenemos.

 

Pero me pregunto lectores, si no debería de todos modos presentar alguna cosa optimista, al estilo de los tiranos... Como se hace dinero o bien cómo se pierden los amigos y el dinero... Que me hagan sonreír los que gobiernan, los fanáticos o los mercenarios del poder, no es casualidad… ¿Cómo se hace de un hombre puro y honesto un criminal de un día para otro? Todo es prehistoria altamente filosófica e insoportable.

 

Los estados, los gobiernos y los pueblos son estructuras "simuladas" condenadas sin cesar a la infamia, a la calumnia y a la traición sistemática...al fracaso. La vida es desesperación en que se apoyan las filosofías, las que, finalmente son prometidas a la avidez, al diseño y la publicidad. Instrumentos de la decadencia, criaturas de la agonía, todo es claro, nada se comprende.

 

Mientras desde los poderes se proponen modelos suaves, dulces, débiles, tan complejos y sutiles como una caricia, la realidad dispone y se entrevé rotunda, agria y dura como una trompada. ¿Un Pluralismo Fundamentalista? que se previene contra el cambio proclamándose la “era del cambio”. Una situación de bajas defensas, y a no dudarlo, para el advenimiento de todo tipo de nostalgias de disciplina o de obsesión de diferencia, la puerta abierta a fundamentalismos, racismos, academicismos y mesianismos camuflados de progreso.

 

Entonces a modo de corolario, la Dictadura Militar fue atroz, como también sus consecuencias, que la perpetúan… El después, que duro es el después, que deviene en vidas perdidas de una humanidad paria... Revisionistas oportunistas realizados por Don Nadie, Don Ninguno, Don Cualquiera, que actúan en nombre del "Nunca Más", de la "Memoria" y de cuanto se nos pueda ocurrir, en un pliegue de espectáculo, para poder hacer y deshacer en antojo y capricho lo que sea: armar la historia de personajes inexistentes, borrar de la historia a seres maravillosos, asimilados a instalar armonía, equidad y solidaridad en la existencia de comunidades, hoy despojadas de empatía en las relaciones... Y la Imaginación al Poder, ¿dónde quedó?

 

Como víctima del terrorismo de dictaduras y democracias ficcionales procedimentales, no puedo dejar de manifestar mi desagrado hacia este sistema, que no se acomoda a lo que en "un tiempo que fue hermoso" (Sui Generis dixit) esperábamos seguir construyendo, con nada... pues el secreto radica en liberarse de pensamientos, y que nuestro instinto y sensibilidad actúen con toda la espontaneidad que los caracteriza... Mitómanos y psicópatas armaron autopistas intransitables, para nosotros "Vagabundos del Tercer Milenio", que aún hoy bajo el cielo "protector", nos guían señales, traducidas en noches estrelladas... Suprimiendo las causas de fracasos, convertidas en prólogo de vidas que merecen vivirse, sin los errores cometidos por vírgenes que creían en el amor.

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